Comienza la trashumancia de ganado a la sabana en Bolívar

Gracias a las precipitaciones de junio, los ganaderos que habían movilizado sus semovientes a las tierras cercanas a los ríos poco a poco están regresando a sus predios. Sin embargo, en el norte del departamento las precipitaciones son escasas.   Pedro Luis Salas, secretario de la Cooperativa de Mercadeo Cárnico del Sur, Comercasur, y ganadero de Magangué, sostuvo que las primeras lluvias cayeron a finales de abril y principios de mayo, pero se detuvieron y hubo un período seco de más de 3 semanas.   “La recuperación de los pastos ha sido lenta porque después de habernos caído los primeros aguaceros en mayo, de 30 a 40 mm, se pararon y hubo entre 20 y 25 días que no llovió”, indicó. (Lea: Ganaderos le recuerdan al Gobierno que la crisis aún no ha terminado)   El ganadero de Magangué habló sobre el régimen de lluvias en la zona

El regreso de esta sequía retrasó la recuperación, pues los nuevos pastos no solo se secaron sino que aquellos que se salvaron fueron carcomidos por el gusano trozador. Como los productores tuvieron que fumigar y erradicar la plaga, los brotes volvieron a partir de junio, cuando el régimen de precipitaciones cambió.   “Ya llevamos una racha de 17 días de que llueve otra vez de forma seguida. Eso ha hecho que ahora nos estemos recuperando", anotó. (Lea: Ganaderos en norte de Cesar empezaron a reactivar el campo)   De acuerdo con Salas, cada 5 días cae un aguacero fuerte de 70 a 80 mm que penetra la tierra y humedece los suelos. Este continuo cambio entre luz solar y agua ha contribuido al proceso de fotosíntesis de gramíneas y leguminosas, por lo que los predios han vuelto a tener el verdor de épocas más fértiles.   Esto ha permitido que los productores regresen sus animales a la sabana, que habían sido llevados a las regiones más altas y a las laderas de los ríos en busca de agua. Ahora que las represas se están volviendo a llenar y que los pastos brotan en sus fincas y no lejos de ellas, sostener a los ganados se ha convertido en una tarea más fácil.   “Este tiempo nos gusta. Llueve, luego dentro de 4 días vuelve a llover. Así no deja de haber humedad y usted ve cómo rápidamente crecen los pastos por la luz y el agua. La recuperación está bastante adelantada”, dijo. (Lea: Bolívar empieza a recuperarse gracias a las lluvias)   Más al norte, hacia la región de Montes de María, también se han visto algunos aguaceros menos constantes que en la zona sur. Norberto Antonio Orrego, ganadero de San Juan Nepomuceno, coincidió en que la sequía ha mermado, aunque no de la forma que desean.   “La temporada de verano fue muy fuerte y ahora han caído algunas aguas. Las represas están recuperando un nivel de agua interesante y el pasto ha reaccionado”, afirmó. Por su parte, Gustavo Hernández, médico veterinario que labora en Cartagena, precisó que la irregularidad de las precipitaciones es más evidente en la capital y los municipios que la rodean.   “La situación es muy dispareja. Yo atiendo el predio de un señor al que le cayó agua, y hay que otro que todavía tiene que llevar agua del río Magdalena, en el Canal del Dique. Hay zonas donde ha llovido bastante, pero en general es muy irregular”, señaló.   Añadió que hay ganaderos que están a 30 y 40 kilómetros de Cartagena que no tienen agua. Un cliente de él no dispone del recurso a pesar de tener su predio contiguo al canal, en tanto que hay otros que ya pueden dar de beber con libertad a sus reses. (Lea: Plaga de pulgón afecta los pastos en Bolívar y Cesar)   Según Hernández, en esta época del año las represas solían estar llenas. Sin embargo, como lo manifestó Salas, ya no se confían del conocimiento tradicional. Por ejemplo, antes vivían preocupados por el veranillo de San Juan, una temporada seca que comienza a finales de junio y que se prolonga por dos meses.   “El veranillo a veces no sucede, ya no es regla. Uno no puede decir que el tiempo sea sencillo por el cambio climático", remató el secretario de Comercasur.