Así enfrentó Cesar la crisis ocasionada por la aftosa

Ante el inicio del II ciclo de vacunación contra la fiebre aftosa y brucelosis bovina, el secretario de Agricultura del departamento reveló el plan que fue implementado en la región, tras la situación que se presentó el año anterior y que afectó el estatus sanitario del país.

Colombia vive horas trascendentales en aras de recuperar el estatus sanitario, el cual fue suspendido por la OIE tras la aparición de un brote de fiebre aftosa que se presentaron en Cesar, La Guajira y Boyacá, lo que afectó seriamente al sector, por cuenta del cierre de los mercados internacionales y la caída del precio del ganado. (Lea: Comenzó Ciclo II de vacunación contra la fiebre aftosa y la brucelosis)

Sin embargo, ante las medidas adelantadas por las autoridades gubernamentales, una comisión de la OIE estará de visita en varias de las zonas donde hubo complicaciones con la enfermedad, con el fin de validar el trabajo adelantado por Colombia y volverle a entregar al país el estatus de país libre de aftosa con vacunación.

Ante esa posibilidad, CONtexto ganadero habló con Carlos Eduardo Campo, secretario de Agricultura y Desarrollo Agropecuario del Cesar, quien reveló algunas de las acciones adelantadas y que aún se vienen implementando para mitigar el impacto ocasionado por el brote.

Para Campo la situación no fue nada fácil y generó mucha complejidad dentro del territorio. Aunque suene irónico, para el funcionario afortunadamente se presentó una cuarentena en 4 municipios durante un mes y 25 días, que eran los responsables de la cuarta parte de la ganadería del departamento, como lo son Valledupar, La Paz, San Diego y Codazzi. “Digo afortunadamente porque en otras regiones se dio por mucho más tiempo”, explicó. (Lea: Comisión de la OIE vendrá a Colombia del 24 al 30 de noviembre)

Aseguró que se lograron conjugar esfuerzos institucionales y sacar adelante el territorio rápidamente de esa condición que afecta radicalmente la comercialización y salida de animales hacia otras regiones.

“Siempre lo digo públicamente, el agradecimiento al ministro de Agricultura, Andrés Valencia Pinzón y a la gerente general del ICA, Deyanira Barrero, que dieron todo su apoyo para que esto (la aftosa) pudiéramos enfrentarlo y sacarlo adelante”, declaró.

El funcionario reconoció que los efectos de la cuarentena quedaron en el departamento, así como otras situaciones adicionales secundarias y unas amenazas permanentes que tuvieron que ser tenidas en cuenta. (Lea: 7 recomendaciones para prevenir la presencia de aftosa en el país)

Por esa razón, el departamento consideró la posibilidad de un ICR complementario para la ganadería en los 4 municipios afectados, que aunado al ICR nacional apuntan a 3 dinámicas: irrigación, maquinaria y genética.

En ese sentido, los productores afectados del Cesar tuvieron la posibilidad de acceder a un ICR que sumado a los incentivos del Gobierno, puede llegar al 50 % del reconocimiento del capital del pequeño y el 40 % para el mediano productor. Además de esto hay un tema de mejoramiento genético que está soportado en el ICR a nivel nacional.

“A las líneas LEC le inyectamos $3.500 millones de recursos propios, con el fin de tener las tasas de interés bajas y que favorezcan al sector ganadero, los cuales hace parte de estrategias como LEC a toda máquina, LEC de infraestructura y LEC coseche y venda a la fija”, añadió. (Lea: En el Meta, el II ciclo de vacunación contra aftosa y brucelosis es la prioridad número uno)

Aunque aún no se conoce el impacto definitivo en materia económica, ese se va a conocer poco a poco a través de la participación de los ganaderos en el PIB del departamento, por lo que desde la administración del Cesar se están buscando políticas e instrumentos públicos que puedan generar un ecosistema de negocios que beneficie a todo el sector.