“TLC intensifican exclusión de mujeres campesinas”: Robledo

La representante a la Cámara por el Partido Verde, Ángela Robledo, aseguró que es necesario brindarle al país unas óptimas condiciones para una apertura económica, y asimismo aportarle al sector rural políticas contundentes para un campo competitivo, con equidad y en condiciones dignas.

Robledo, en una constancia presentada ante el Congreso de la República sobre el impacto de los diferentes Tratados de Libre Comercio, TLC, que ha suscrito Colombia en los últimos tiempos, señaló que el desempleo rural es prácticamente, femenino. (Lea: Productores de Caquetá, preocupados por TLC con la UE)

“Las mujeres siempre llevan la peor parte cuando de indicadores sociales se trata, y más si son mujeres campesinas y del sector rural.  Son las más pobres entre los pobres, trabajan más horas al día, entre 14 y 18, y ganan muchísimo menos. Además, no tienen acceso a servicios básicos, tampoco a la tierra, al crédito y a los subsidios”, aseguró la parlamentaria.

Asimismo, afirmó que de acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la pobreza rural es alarmante: 48,3%, más del doble de las zonas urbanas, que cuentan con 20,6%, medida por el Índice de Pobreza Multidimensional que analiza de manera integral la calidad de vida de la gente, el coeficiente de Gini rural está en 0,85 (siendo 1 la mayor desigualdad) y el ingreso per cápita rural en $207 mil 235, en 2012.

“Entre abril y junio de este año, la tasa de desempleo en el sector rural alcanzó 5,7% y, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, la tasa de desempleo para las mujeres rurales está en el orden de 18,7%”, agregó Robledo.

La representante enfatizó que la mujer rural constituye la cuarta parte de la población que produce más de la mitad de la comida para el mundo, sin embargo sólo posee el 2% de la tierra y recibe el 1% del crédito agrícola: en el país, las mujeres recibieron 232 mil y los hombres 613 mil  de los créditos que otorgó el Fondo Agrario. (Lea: Mujeres tendrían derecho a 40% de predios baldíos)

Paula Gaviria, directora de la Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, dijo que el país tiene infinidad de problemas, pero nada se compara con la situación de miseria que viven 11 millones de personas, 5 millones son mujeres, lo qu corresponde al 49% de aquellas que sobreviven en las zonas rurales y que hoy no cuentan mínimamente con servicios básicos de alcantarillado y agua potable.

“Las cifras de educación son lamentables: 10.2% mujeres rurales no tiene educación, 26.5% cuentan con primaria incompleta, 16.1% con primaria completa, 23% secundaria completa, y solo un 9.6% posee estudios universitarios. La tasa de analfabetismo en el sector rural entre hombres y mujeres es del 19%”, añadió Gaviria.

TLC, principales problemas para la ruralidad

Asimismo, la representante aseguró que examinando los indicadores sociales y la situación de extrema fragilidad social, económica y política que vive el campo y en particular las mujeres rurales, se podría afirmar que “los TLC no sirven sino para aumentar las brechas de inequidad y pobreza en nuestro país”.

“¿Cómo podría explicar el Gobierno nacional que el desempleo de las mujeres rurales sea casi cinco veces más que el de los campesinos hombres? Cifras prospectivas de Luis Jorge Garay demuestran, con contundencia, que 70% de los campesinos disminuirían sus ingresos en al menos 16% tras las aplicación de los TLC”, dijo Robledo.

De igual forma, explicó que el exministro de Agricultura, Francisco Estupiñán, reconoce que el campo tiene debilidades estructurales y enfatiza en que sería clave que el Estado admita también el impacto negativo del TLC con Estados Unidos. (Lea: “Es mejor ser vaca en la UE que campesino en Colombia”: Robledo)

“Por ejemplo: entre 2008 y 2009, año en que el TLC debería haber tenido un impacto importante, el déficit se duplica: pasa de -2,3% a -4,3%, y de 2008 a 2012 el déficit se mantiene constante: -2,8%”, dijo Robledo.

Ángela Robledo denunció que a pesar del trabajo y activismo de organizaciones sociales como Anmucic y la Red de Mujeres Rurales que sacaron adelante iniciativas para mejorar la precaria situación de la mujer rural como las leyes 30 de 1988, 160 de 1994 y 731 de 2002, hoy luego de  25 años, los avances son mínimos, casi nulos.

“El país tiene que reconocer que no existen, aún después de casi 20 años, condiciones para una apertura económica y que las demandas del posconflicto, exigirán políticas contundentes para un campo competitivo, con equidad y en condiciones dignas para todos, pero en especial para las mujeres”, finalizó la representante a la Cámara.