Más de 100 víctimas se reúnen para formular 100 preguntas para las Farc

Las víctimas que participarán en el encuentro tienen claro que más que propuestas quieren respuestas del grupo insurgente. La cita tendrá lugar en las instalaciones del club El Nogal, en la ciudad de Bogotá.

Un grupo representativo de más  de 100 víctimas de las Farc, entre los que se encuentran civiles, militares, policías, víctimas de secuestro, minas antipersonas, extorsión, desaparición forzada, entre otros, se reunirá en Bogotá; la Fundación Colombia Ganadera, Fundagan, que representa a las víctimas del gremio también estará presente.

Luego de anunciar en días pasados la alianza hecha con otras 5 entidades: La Fundación Víctimas Visibles, la Asociación de madres de la Candelaria, la organización Voces del secuestro, la Asociación de víctimas del sur del Huila y el Comité Nacional de Víctimas de la Guerrilla, Fundagán considera que este espacio debe servir para la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación. (Lea: Fundagán sabe que búsqueda de la paz no significa olvidar las víctimas)

Se acordó que en lugar de un documento, al final del encuentro se entregarán 100 preguntas para llevar a la mesa de negociación que se adelanta en La Habana, con las que se busca que el Gobierno ofrezca garantías en las diferentes instancias que ha definido para este trascendental punto.

Fundagan y las organizaciones afines dejaron claro que “este grupo de víctimas quiere representarse a sí mismo, y  pide que en los foros regionales no se distorsione,   invisibilice y atomice su voz, diluyéndola en una representación mayoritaria de víctimas de otros actores armados”.

Al encuentro fue invitada la directora de la Unidad de Víctimas, Paula Gaviria, quien ha expresado su plena disposición a escucharlas. También se espera la presencia del Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo. (Lea: Las víctimas ganaderas encontraron en Fundagán el mejor aliado)

El acto se iniciará con una ofrenda floral a las víctimas del Club El Nogal que se depositará frente a la llama ardiente, como promesa simbólica de que la búsqueda  de la paz no significa su olvido.