Insólita posición del MinAgricultura frente a Friogán S.A.

Frente a una nota periodística de El Tiempo, referida a una supuesta carta del viceministro de Agricultura, Juan Pablo Pineda, dirigida al presidente de Fedegán, anunciando el voto negativo del Ministerio al Acuerdo de Reorganización de Friogán, José Félix Lafaurie Rivera fue enfático en afirmar que “primero, el viceministro no dejó constancia alguna en la última sesión de la junta directiva, en la cual se discutió el tema y, por el contrario, se retiró intempestivamente; y segundo, a la fecha no se ha recibido carta alguna con el pronunciamiento oficial que anuncia el medio”.  

No obstante, lo que El Tiempo califica como los argumentos de la supuesta carta no logran justificar la intención del Gobierno de votar negativamente el acuerdo. Es insólito que el dueño de una empresa que le debe plata a los bancos y la Ley le permite obtener condiciones favorables para su recuperación, renuncie a utilizarlas por consideración con los bancos prestamistas.   El viceministro, según El Tiempo, afirma que el proyecto viola las prelaciones legales frente a los acreedores; que no incluye cuando menos 3 categorías de acreedores, ni completa la mitad más uno de los derechos de votación; y que abusa unilateralmente de las mayorías en desmedro de los intereses de las entidades financieras. (Lea: Decisión sobre reorganización de Friogán tuvo buen recibo en el sector)   Lafaurie Rivera reiteró que en la última sesión de la junta directiva del Fondo Nacional del Ganado, quedó claro que, de acuerdo con la calificación de acreedores y derechos de voto, entre los acreedores laborales, algunos proveedores de Friogán, el Instituto para el Desarrollo de Antioquia, IDEA y el Fondo Nacional del Ganado, no solo se completa la variedad de acreedores que estipula la Ley, sino que se alcanza una mayoría calificada del 63 %.   "En consecuencia, el viceministro falta a la verdad cuando afirma que no hay la debida representación de los acreedores ni la mayoría calificada. Eso sí, no la habrá nunca sin los votos del Fondo Nacional del Ganado, pero el proyecto está formulado bajo la premisa del voto favorable del dueño mayoritario de la empresa. El viceministro tampoco es preciso cuando afirma que se están violando las prelaciones legales, pues es posible hacerlo cuando hay una mayoría del 60 %", explicó.   El Ministerio ostenta, por Ley, la presidencia exclusiva de la Junta Directiva del Fondo Nacional del Ganado y, adicionalmente, hoy es su administrador directo. Por ello, "es realmente insólito que, en lugar de defender los intereses de la empresa de la cual es accionista mayoritario, se ponga del lado de los bancos prestamistas, con el argumento de que se está abusando de las mayorías para imponer un acuerdo que excluye y lesiona a las entidades financieras. ¿Qué diría el viceministro si las mayorías estuvieran en contra de Friogán?", cuestionó el dirigente.   No es cierto -aclaró el dirigente gremial- que el Acuerdo excluye a los acreedores financieros, pues la norma contempla una instancia de presentación y sustentación de objeciones antes de la decisión final del juez del Acuerdo. (Lea: “Esperamos que Gobierno decida proteger intereses de los ganaderos”: Lafaurie)   Finalmente, Lafaurie le recordó al viceministro que no puede ejercer el derecho de veto sobre la aprobación del Acuerdo, pues, sencillamente no lo tiene, toda vez que la Ley se lo otorga única y exclusivamente para la aprobación del Plan de Inversiones y el Presupuesto Anual de Ingresos y Gastos; para las demás decisiones debe someterse a la mayoría de la junta, "y si pretende desconocerla incurre en la conducta de abuso de la función pública".   Por donde se le mire, el Ministerio no puede asumir una posición en contra del Acuerdo presentado, concluyó Lafaurie. Explicó que hacerlo es actuar en contra de los intereses de la empresa y en favor de los bancos, que si tuvieran la mayoría no serían tan considerados con Friogán.  Hacerlo puede constituir prevaricato, ya no por omisión sino por acción, al actuar en contra de los intereses que está obligado a preservar. Hacerlo redunda en detrimento patrimonial para el FNG por cuenta de la liquidación a menosprecio de la empresa, lo cual va en contra de sus responsabilidades frente al Fondo y la preservación de los recursos de los ganaderos.