El campo también ganó con los resultados electorales

Una vez hubo resultados definitivos de la contienda electoral para elegir el nuevo Congreso de la República, todos los partidos y movimientos salieron temprano a cantar sus victorias. El campo y el sector agropecuario no son ni lo uno ni lo otro, pero aun así, a juicio del presidente de Fedegám,  José Félix Lafaurie, pueden considerarse también ganadores con los resultados electorales.

“Hasta comienzos del siglo XX, la representación rural era importante en el Congreso, pero ese espacio se fue perdiendo porque hoy la mayoría de los electores están en los grandes centros urbanos. Sin embargo, siento que la aparición del Centro Democrático en la escena legislativa, bajo el liderazgo indiscutible y claro del presidente Uribe, le va a devolver visibilidad política a los temas del campo, empezando por la recuperación de la seguridad y, detrás de ella, del desarrollo de una verdadera política agropecuaria, concertada con quienes se debe concertar, con los productores y los pobladores rurales, y no en la mesa de negociaciones de La Habana”.

Pero no solo se trata del surgimiento de una bancada que, muy seguramente,  recogerá la bandera de la política agropecuaria en el Congreso, entre otras cosas para poner sobre el tapete y ventilar el tema de los compromisos del Gobierno y los pendientes del primer punto de las negociaciones con las Farc -precisamente sobre política de tierras y desarrollo rural integral-, cuyo rechazo es un asunto de honor para el Centro Democrático, sino que, de otra parte, sigue latente la inconformidad de los productores a través de la institucionalidad gremial y de las diferentes “dignidades”. (Columna: La reforma política)

En efecto, aunque hoy los cafeteros pasan por una combinación favorable de tasa de cambio y precio internacional, en otros renglones persisten los reclamos por incumplimientos del Gobierno y algunos no han logrado “conectar” con el ministro Lizarralde, lo que ha generado nuevos roces con el Ejecutivo y la amenaza de revivir los paros. Hasta la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, que apoyó incondicionalmente las negociaciones y llevó propuestas al Foro Agropecuario organizado desde La Habana, hoy le ha hecho saber al Gobierno sus reparos e incertidumbres sobre temas tan sensibles  como la seguridad jurídica de la propiedad de la tierra legítimamente adquirida.

Aunque el presidente de la SAC, Rafael Mejía, en entrevista reciente a un medio de comunicación, negó que esto significara alguna aproximación a la conocida posición de Fedegán en rechazo a la negociación agraria, es evidente que el empresariado agrícola que representa tiene más dudas que certezas sobre lo comprometido en Cuba, y empieza a exigir respuestas del Gobierno. El presidente Santos parece haberlo entendido y, como el momento político ha cambiado sustancialmente, se apresuró a invitar a los agricultores a la Casa de Nariño, para tranquilizarlos y para conservar su apoyo. (Lea: SAC evalúa reunión sostenida con Santos)

Al margen de los resultados de la reunión de hoy entre los agricultores y el presidente Santos, a la cual no fueron invitados los gremios pecuarios (Asoporcicultores, Fenavi y Fedegán), José Félix Lafaurie reiteró su confianza en que “...tanto en el Centro Democrático como en el Partido Conservador -mi partido-, la seguridad rural, la modernización de la producción agropecuaria y la recuperación económica y social del campo, van a encontrar verdaderos defensores, para que su futuro se decida donde se debe decidir:  en el Congreso de la República de Colombia y no en una mesa de negociaciones en La Habana”.