Créditos para sistemas de riego, ¿una verdadera solución?

Pequeños, medianos y grandes productores colombianos se han visto afectados por el cambio climático. A pesar de opciones de crédito para acceder a distritos de riego, las problemáticas en temas de distribución de agua persisten en el país.  

Dagoberto Bonilla, director ejecutivo de la Federación Nacional de Asociaciones de Usuarios de Distritos de Adecuación de Tierras, Federriego, expresó que desde hace 20 añosla intensidad de los fenómenos climáticos extremos ha generado muchas crisis en el caso del sector agropecuario y, como se puede evidenciar en el caso actual,  no ha habido nunca mucha claridad en la información sobre la severidad del fenómeno de El Niño.   “Al principio las entidades correspondientes dijeron que el impacto iba a ser leve, luego moderado y por último fuerte. Después vimos que en diciembre llovió y creo que no hubo una precisión o información clara o al menos un acercamiento a lo que realmente ha venido sucediendo. Es completamente entendible que predecir ese tipo de fenómenos en el trópico no sea fácil, pero debe haber un poco más de cohesión en lo que se comunica al país”, sostuvo Bonilla. (Columna: Inclusión financiera)   El dirigente considera que paralelo al Incentivo a la Capitalización Rural, ICR, que actualmente ofrece Finaggro, se debería crear un incentivo a la planeación de tierras o al riego con una bolsa de recursos aparte distinta.   El director ejecutivo de la entidad explicó que el área adecuada en Colombia para tener sistemas de riego, drenaje o para control de inundaciones es de las más bajas que hay en Suramérica, y lo que se necesita son políticas de Estado con reglas claras y con métodos de construcción de sistemas de riego eficientes. (Lea: Acceso a créditos para sistemas de riego vence el 31 de diciembre)   Asimismo reseñó que hace más de 25 años no se termina un sistema de irrigación de mediana o gran escala en el país, y que lo último que se construyó fue la infraestructura del Alto de Chicamocha, pueslos distritos de la Ranchería, en La Guajira; el del triángulo, en el Tolima; y el de Tesalia Paicol, en Huila; aún no se han terminado.    Bonilla manifestó que se deben mirar ejemplos de otros países en el tema de construcción de sistemas de riego para que estos se realicen con condiciones eficientes en cuanto al recurso y al tiempo, además deben ser sostenibles.   Frente a la infraestructura de riego, drenaje y/o protección contra inundaciones ya construida, de origen pública o privada, afirmó que es necesario que el Estado con el liderazgo del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural genere programas de apoyo a las asociaciones de usuarios que administran distritos de adecuación de tierras, tendientes a rehabilitar, complementar, ampliar, optimizar y/o modernizar los distritos existentes.   "Algunas de esas infraestructuras cuentan con más de 110 años de haberse construido y en aquellos cuya captación fue diseñada con bocatomas laterales o presas derivadoras, lo ideal sería que se construyeran represas técnicamente diseñadas, para ubicar allí sus captaciones, con el fin de asegurar su sostenibilidad frente a fenómenos como el actual Niño, como ha sucedido en países como México, de cuya experiencia se debe aprender", reseñó.   En su opinión, es importante que estos programas sean liderados por el Estado con subsidios y apoyo técnico y económico, como ocurrió en las décadas de los 40, 50, 60 y 70 cuando la institucionalidad estaba representada en entidades como Electroaguas, Caja De Crédito Agrario, Industrial y Minero, Incora e Himat y que ayudaron significativamente a dotar el sector agropecuario del país de la poca y desgastada infraestructura de sistemas de riego de mediana y gran escala con la que las asociaciones de usuarios de distritos de adecuación de riego aportan a la soberanía alimentaria de los colombianos. (Lea: Créditos del sector agro necesitan mejores tasas y plazos más largos)

Yasid Pushaina Rojas, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, en La Guajira, una zona fuertemente golpeada por el fenómeno de El Niño, ratificó que lógicamente el problema en su región es que no hay agua y que el único distrito que existe en la región aún no lo han terminado.   El profesional dijo que no hay una distribución de agua a los predios de la zona y que el distrito "está ahí al aire" y sin ningún funcionamiento.   Puchaina se refirió al tema de los créditos y afirmó que en muchos casos la información de este tipo de alternativas de acceso a recursos blandos llega tarde o nunca llega a departamentos como en el suyo.   Por otra parte, Juan Carlos Arcos Dorado, profesional en Tolima en Gestión Productiva y Salud Animal del FNG, manifestó que la situación es bastante crítica pues según el Ideam su región es una de las más afectadas del país. Allí no solo hay problemas para el abastecimiento de agua para el sector agropecuario sino que el urbano también empieza a sentir las consecuencias.   Dorado mencionó que en colaboración con el Comité de Ganaderos del Tolima, la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y la universidad del Tolima, más que pensar en brindar créditos blandos, se encuentran en el proceso de buscar alternativas para lograr que se realice un buen manejo y almacenamiento del recurso hídrico. (Lea: 89 % del sector rural no accedió a créditos, según Censo Agropecuario)   Hasta el momento no se ha aprobado por la comisión nacional de créditos, las comisiones o la resolución reglamentando el Incentivo a la Capitalización Rural, ICR, para el presente año. Uno de los atractivos de los créditos de Finagro, es el aliciente, y como estos tienen vigencia anual, ya los recursos de 2015 terminaron, mientras que los de 2016 aún no se han aprobado.