Acuerdo Gobierno-Fedegán destrabó la Reforma Rural Integral

Francisco Bernate, uno de los más prestigiosos abogados penalistas del país, conocido por la claridad con la que expone sus argumentos, aseguró que esta protocolización de la intención de venta de tierras da al traste con la narrativa implantada en el país alrededor de los ganaderos y la ganadería.

En días pasados la ministra de Agricultura anunció que había recibido por parte de algunos hacendados de la costa Caribe una nueva propuesta de venta. Según la alta funcionaria son cerca de 800 hectáreas las que han sido puestas a la orden y que en este momento un grupo de abogados y expertos de entidades públicas verifican los datos relacionados con la tradición y su capacidad productiva.

“Me acaba de llegar otra oferta de tierras, es decir, la oferta de Fedegán abrió un espacio, y nos obligó a una metodología no solo para comprarle a Fedegán, sino para comprar tierra en general, ya tuvimos una nueva oferta que estamos estudiando de 800 hectáreas”, dijo Cecilia López en un debate de control político en la Comisión Quinta del Senado.

Aunque a algunos sectores tanto de izquierda como de derecha la disposición de los ganaderos agremiados en Fedegán de vender parte de sus tierras y dinamizar la Reforma Rural Integral sea una traición a principios de tipo ideológico y político, lo cierto es que ambos protagonistas, el gobierno Petro y la Junta Directiva de la Federación Colombiana de Ganaderos, tienen claro que a veces es mejor el bien común que los intereses particulares o dogmas ideológicos.

Así lo ha dejado ver nítidamente José Félix Lafaurie en varias de sus columnas de opinión e intervenciones en medios de comunicación. Como portavoz de los ganaderos, el presidente ejecutivo de Fedegán no ha cedido ni un milímetro en su intención de ser facilitador de la venta y veedor de la correcta asistencia técnica y económica post adjudicación. Varios de sus artículos este último tiempo han estado enfocados en pasar a otro estadio de la Reforma Rural Integral, pero evitando caer en las dinámicas obsoletas que en pasado impidieron el éxito de iniciativas similares.

“La corrupción fue uno de esos errores, pero el más importante fue la falta de integralidad, limitando la reforma a la entrega de parcelas que terminaron vendidas, despojadas o en manos de campesinos pobres sin tierra, que pasaron a ser campesinos con tierra, pero igualmente pobres. [La adjudicación tiene que estar] acompañada de las condiciones que la hacen productiva (vías, energía, agua, asistencia técnica, crédito, etc.). Lo contrario es la profundización del minifundio y la pobreza rural”, escribió recientemente Lafaurie Rivera.

Ha sido tan positivo el impacto de esta noticia, que según la misma Cecilia López, la firma del Acuerdo Gobierno/Fedegán, fue determinante para la disminución de las invasiones en un 30%. El periódico El Pilón de Valledupar destacó en su editorial del fin de semana pasado la visión que tanto Cecilia López como José Félix Lafaurie han tenido para darle el rumbo adecuado a este ambicioso proyecto de reorganización del campo y la valentía con la que han capoteado el mar de críticas.

“No vamos a hacer críticas o aplausos al acuerdo del gobierno y Fedegán sobre la compra de tierras rurales. Pero si a sus suscribientes. No porque el acuerdo no sea objeto de opiniones, que las hay muchas y las seguirá habiendo, sino porque ellos lo han defendido con honestidad genuina y sin ingenuidad, con visión y pensamiento practico, mostrando sus alcances, sus dificultades, beneficios y riesgos, sin dejar de abordarlos interrogantes más recurrentes que se hacen los compatriotas”, puede leerse en uno de los apartes del texto.

También se han referido a este tema en esos mismos términos importantes académicos, diplomáticos, intelectuales y opinadores del devenir político y social. Francisco Bernate, uno de los más prestigiosos abogados penalistas del país, conocido por la mordacidad de sus palabras y la claridad con la que expone sus argumentos, aseguró que la protocolización del Acuerdo da al traste con la narrativa implantada en el país alrededor de los ganaderos, la ganadería y la tenencia de sus tierras.

“Es un paso muy importante hacia lo que puede ser una repartición equitativa de la tierra y el cumplimiento de uno de los puntos de los acuerdos de La Habana. Representa también un compromiso de Fedegán con el desarrollo de una auténtica reforma agraria para participar activamente en este proyecto del gobierno; es una iniciativa muy valiosa. Es un gana- gana y hay que felicitar a las dos partes por lograrlo”, manifestó recientemente Bernate, presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia.

Tanto impacto tuvo el paso al frente dado por José Félix Lafaurie y el nuevo gobierno, que en el Ministerio de Agricultura están ajustando los mecanismos ideados para las compras masivas a los ganaderos, pues, más gente quiere participar en un proceso que es a todas luces histórico.

El anuncio de la compra de tres millones de hectáreas a los propietarios asociados a Fedegán “despertó el deseo de otros sectores de ayudar, de reconocer que no toda la tierra que tienen la están utilizando bien, eso me parece y nos demuestra que esta iniciativa de Fedegan va a encontrar una mayor respuesta, entonces tenemos que organizar todo lo más rápido posible”, explicó Cecilia López a los senadores de la Comisión Quinta.

Por otra parte, el exministro de Haciendo, Rudolf Hommes, esbozó la idea de que este acuerdo bien llevado podría “tener la relevancia que tuvieron los Pactos de la Moncloa en España que terminó volviendo civilización una pugna de años”. Finalmente, es oportuno advertir que no se necesita ser un gran filósofo para darse cuenta que la firma del Acuerdo entre el gobierno Petro y Fedegán destrabó la Reforma Rural Integral y es de lejos la noticia más importante del año en Colombia.