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PorCONtexto ganadero-21 de Noviembre 2024
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Por - 01 de Julio 2021
Para reducir las emisiones de metano que produce el ganado vacuno, investigadores de la Empresa Brasileña de Investigación Agrícola (Embrapa) están buscando producir carne neutra en carbono con la siembra de árboles de eucalipto en los potreros donde pastan los animales.
Para reducir las emisiones de metano que produce el ganado vacuno, investigadores de la Empresa Brasileña de Investigación Agrícola (Embrapa) están buscando producir carne neutra en carbono con la siembra de árboles de eucalipto en los potreros donde pastan los animales.
Brasil, el mayor exportador mundial de carne, ha estado buscando una forma de contrarrestar las emisiones que produce el mayor inventario de ganado del país, por lo cual Embrapa lanzó en 2020 una marca certificada de carne de res neutra en carbono.
En lugar de pagar compensaciones, la entidad se ha puesto como objetivo hacer que el proceso de cría de ganado sea neutral en carbono dentro de la finca, en un enfoque que pueda hacer que el carbono del industria intensiva de carne de vacuno más sostenible.
De acuerdo con un reporte de BBC, el incentivo de Brasil para limpiar su industria cárnica no se trata solo de las emisiones de carbono, sino también para combatir la deforestación tropical. (Lea: Eucalipto es altamente demandado en el mundo)
La Carne Carbono Neutral de Embrapa consiste en plantar árboles de eucalipto en la misma área donde pasta el ganado. Se cree que entre 250-350 árboles por hectárea es el número óptimo para mantener la viabilidad financiera de las fincas brasileñas.
Además de que estos cultivos podrían secuestrra hasta cinco toneladas de carbono al año, el equivalente a las emisiones de aproximadamente 12 bovinos adultos, los investigadores indicaron que se obtienen hasta 25 metros cúbicos de madera por hectárea al año.
Los profesionales de Empraba plantaron los árboles cada 2 m en hileras entre 14 y 22 m de distancia, ocupando alrededor del 10 % al 15 % del área. (Lea: ¿Cómo el suministro de grasas y aceites esenciales ayuda a combatir el estrés calórico?)
Roberto Giolo de Almeida, líder del equipo, aseguró que esto puede hacer que una finca sea más productiva, pues normalmente hay un animal ocupando por hectárea de tierra. Cuando la tierra está plantada con árboles, la calidad de los pastos realmente mejora.
Su equipo descubrió que los potreros con árboles pueden albergar hasta el doble de ganado debido a los pastos mejorados, en tanto que las vacas también engordan más rápido, no solo por la mejor nutrición sino por el beneficio adicional de estar bajo la sombra.
Por lo general, una res alcanzará 250 kg de carne en dos años, cerca de 30 % más de productividad de lo esperado en los sistemas tradicionales. Esto significa que los animales pasan menos tiempo en el pasto antes del sacrificio, lo que les da menos tiempo para emitir metano.
Cuando los árboles están maduros, se cortan para venderlos y se los retoños los reemplazan. Richard Eckard, profesor de agricultura sostenible en la Universidad de Melbourne, que conoce el proyecto, ve muchas ventajas en el uso de eucalipto, un árbol originario de Australia.
“Si cosecha esos árboles y los pone en madera de construcción, si construye casas o muebles, al menos dos tercios del carbono permanece fuera de la atmósfera indefinidamente o durante los próximos cientos de años”, afirmó. (Lea: La forestación, una aliada de la ganadería)
Hasta el momento, Embrapa no ha realizado estudios sobre el uso de árboles nativos, aunque hay otros proyectos o experimentos en curso, como el que busca introducir Araucaria angustifolia (pino Brasil) en el sur del país, un símbolo nativo en peligro de extinción.
Claudete Reisdorfer Lang, agrónomo y profesor de la Universidad Federal de Paraná, quien lidera el experimento del pino Brasil, explicó que los sistemas para combinar ganadería y plantación de árboles no tienen una sola “receta”, sino que depende de los componentes.
Eckard indicó que combinar ganado y árboles puede no ser un enfoque que funcione en todas partes, pues cada área tiene su propio clima y suelo, y necesita su propia solución. Aun así, Giolo de Almeida afirmó que alrededor del 10 % de los potreros en Brasil ya tienen un grado de integración entre bosques, cultivos y ganado, aunque solo una pequeña fracción son casi neutros en carbono.
Sin embargo, hay barreras para la expansión de sistemas integrados de árboles y ganado como el de Embrapa, por la resistencia de los ganaderos que, como indicó Lang, “se especializaron en monocultivos, que son rentables a corto plazo, pero insostenibles a largo plazo”.
Si bien un mejor uso de la tierra deforestada podría ayudar a reducir las emisiones, el desafío que se avecina sobre la ganadería en Brasil es detener la deforestación en primer lugar, que requiere liderazgo y política de Gobierno, como dijo Eckard.
Y agregó sobre la importancia de la cría de ganado en numerosas partes del mundo, donde proporciona una nutrición esencial: “La ganadería es una parte integral de muchos países en desarrollo al permitirles tener seguridad alimentaria”.
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