La gripe aviar de EE. UU. se propaga por el ordeño de vacas y pone en alerta a Europa

Un reciente experimento, realizado en un laboratorio de alta seguridad en Estados Unidos, ha revelado datos inquietantes sobre la propagación del virus de la gripe aviar altamente patógeno H5N1 en vacas lecheras y terneros.

Los científicos estadounidenses y alemanes, quienes llevaron a cabo la investigación en un laboratorio de nivel 3 de bioseguridad, encontraron que el virus se acumula en las ubres y la leche de las vacas, y que es probable que la transmisión esté ocurriendo a través de los sistemas industriales de ordeño. Este hallazgo plantea serias preocupaciones sobre la expansión de la epidemia en la industria ganadera.

El estudio, que involucró la infección experimental de vacas y terneros, confirma que el virus no solo afecta a las aves, sino que también puede enfermar a mamíferos. Los investigadores advierten que la variante del H5N1 que circula en Europa podría desencadenar una crisis similar si el virus salta de un ave salvaje a animales de granja. Actualmente, el virus ha afectado animales en 231 granjas en 14 estados de EE. UU., y su propagación continúa sin control.

La ruta de transmisión del H5N1 en vacas

El experimento reveló que las vacas infectadas a través de sus ubres sufren síntomas graves, como fiebre alta, falta de apetito y una drástica reducción en la producción de leche, en comparación con los terneros infectados por vía respiratoria, quienes no mostraron síntomas graves ni transmitieron la enfermedad a otros animales. Esto sugiere que la propagación principal del virus en las vacas lecheras ocurre a través de la leche infectada y el equipo de ordeño, lo cual representa un nuevo desafío para los sistemas de producción de leche.

Juergen Richt, uno de los investigadores de la Universidad Estatal de Kansas, explicó que el virus se replica principalmente en las glándulas mamarias de las vacas, lo que lo hace especialmente peligroso en los entornos industriales de ordeño. “Es preocupante que el H5N1 siga transmitiéndose entre vacas lecheras, porque esto puede permitir que el virus se adapte aún más”, subrayó.

Impacto global y preocupaciones sobre la expansión del virus

El brote de gripe aviar que comenzó en 1996 en Asia ha sido uno de los más letales registrados, con una tasa de mortalidad del 52% en humanos que han contraído el virus. En 2021, la aparición de una subvariante del H5N1, la 2.3.4.4b, aumentó la capacidad del virus para infectar a mamíferos, causando mortalidad masiva entre ellos. Este estudio reciente muestra que la crisis no se limita a Estados Unidos, sino que podría extenderse a Europa, donde las vacas lecheras ya han demostrado ser susceptibles al virus.

Propuestas para detener la epidemia

Ante la grave situación, los autores del estudio sugieren que se implementen medidas de control más estrictas, como análisis obligatorios para detectar granjas infectadas, cuarentenas y pruebas individuales para los animales. Martin Beer, coautor del estudio y científico del Instituto Friedrich-Loeffler en Alemania, hizo hincapié en la necesidad de fortalecer las medidas de higiene en las granjas y realizar análisis en todas las vacas antes de ser transportadas.

La situación es preocupante, según Natalia Majó, directora del Centro de Investigación en Sanidad Animal en Barcelona, quien advierte que Europa no está exenta de enfrentar una crisis similar a la de Estados Unidos. El riesgo de que el H5N1 llegue a Europa a través de un solo ave infectada es real y subraya la necesidad de una vigilancia continua.

Perspectivas futuras y desafíos para la industria ganadera

El H5N1 ha mutado de manera preocupante, aprovechando los receptores moleculares de las glándulas mamarias de las vacas, lo que ha llevado a su expansión en diferentes especies de mamíferos, incluidos los humanos. Las consecuencias de esta nueva ruta de transmisión son claras: la producción de leche en vacas infectadas puede caer hasta un 90%, un indicador que podría ayudar a detectar brotes a tiempo, según los expertos.

La viróloga Elisa Pérez resalta que detener una epidemia de esta magnitud es sumamente difícil una vez que ha comenzado. La voluntad de realizar vigilancia masiva es esencial para evitar que el H5N1 siga adaptándose y expandiéndose, poniendo en riesgo tanto a la industria ganadera como a la salud pública global.