La carne bovina está en medio de la pelea entre Carrefour y Brasil

El acuerdo comercial que se negocia entre la Unión Europea y Mercosur está generando protestas y toma de acciones que afectan a diferentes sectores de la producción.

Los productores franceses se sienten amenazados por la posible entrada de productos agropecuarios de Mercosur que les restaría competitividad y generaría pérdidas por lo que han salido con sus tractores a protestar y algunas empresas ya han empezado a hacerles eco.

El director general de Carrefour, Alexandre Bompard, citado por la agencia AP anunció en redes sociales la semana pasada que la compañía francesa dejaría de comprar carne de res de todos los países del Mercosur y sostuvo que está de acuerdo con los argumentos de los productores franceses de que la carne de res del bloque sudamericano es competencia desleal debido a que tiene menores costos de producción, lo cual es resultado de que hay menores requisitos ambientales y sanitarios.

Presionado por los agricultores, el Gobierno francés ha expresado su oposición a la firma del acuerdo, y ha apuntado también a preocupaciones medioambientales ante la posibilidad de que la carne brasileña proceda de áreas deforestadas. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué protestan los agricultores en la Unión Europea?)

A su vez la cadena francesa Carrefour, que ha dicho que en apoyo a los productores del continente no comprará carne a los países suramericanos como Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, en respuesta la firma brasileña JBS, una de las más grandes del mundo, ha dicho que tampoco le venderá carne a la multinacional para sus tiendas en Brasil.

La suspensión, que empezó el jueves pasado, afecta a otras marcas del grupo francés en Brasil, como Atacadão y Sam's Club, aunque Carrefour aclaró en un comunicado que "no falta carne" en las tiendas debido a las existencias almacenadas, según informó la agencia EFE.

La empresa, que está presente en Brasil desde hace 50 años y posee una de las mayores redes de supermercados del país, dijo lamentar "profundamente" la situación y declaró su "confianza y estima" por el sector agropecuario brasileño. Además, Carrefour reconoció que la suspensión "impacta" a sus clientes y afirmó estar en "diálogo constante en busca de soluciones" que permitan la retomada del abastecimiento de carne a las tiendas "lo más rápido posible".

Pelea de alto nivel

Por su parte, el ministro de Agricultura de Brasil, Carlos Favaro, dio su apoyo a los proveedores de carne que detuvieron sus entregas a los supermercados del grupo francés Carrefour en el país sudamericano, en el marco de una creciente disputa por las negociaciones comerciales UE-Mercosur. (Lea en CONtexto ganadero: Así se ve el futuro de la agricultura y ganadería en Europa)

Favaro dijo al canal GloboNews, citado por la agencia AFP, que está "feliz con la actitud" de los proveedores, que la semana pasada interrumpieron su abastecimiento a las tiendas de la cadena. “Si la carne de res de Brasil no es lo suficientemente buena para los estantes de Carrefour en Francia, tampoco lo es para los estantes de Carrefour en Brasil”, dijo Fávaro al periódico Folha de S. Paulo.

Entre tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, reiteró su fuerte oposición al tratado UE-Mercosur, durante su asistencia a la cumbre del G20 en Brasil la semana pasada. Sin embargo, la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, tiene la intención de concluir rápidamente el acuerdo comercial con el Mercosur, cuyos términos se acordaron en 2019. Brasil también ha expresado su confianza en ver el acuerdo cerrado antes de final de año.

Igualmente, el sector agroindustrial de Brasil también teme que la próxima Regulación de Deforestación de la Unión Europea prohíba la venta de productos derivados de los bosques dentro del bloque de 27 naciones de la UE si las compañías no pueden demostrar que sus artículos no están vinculados a la deforestación. Dicha regulación incluye la soya y el ganado, las principales exportaciones agrícolas de Brasil. Casi la mitad del ganado del país se cría en la región amazónica, donde el 90 % de la tierra deforestada desde 1985 se ha convertido en pastizales, según MapBiomas, una red sin fines de lucro.