En Francia piden a productores retener animales ante caída de precio del ganado

La Federación Nacional de Bovinos (FNB) en el país europeo hizo un llamado a los criadores para no vender sus animales a los frigoríficos debido a la caída en el valor de cada bovino, que es inferior a los costos de producción. La han llamado como una “huelga de carne”.

A pesar de un incremento en la compra de carne molida por parte de los consumidores franceses, el precio de la carne está cayendo en las granjas, por lo cual los productores advierten a los mataderos que dejaran de venderles.

Por eso, cansados de trabajar con pérdidas, desde el pasado lunes 20 de abril están haciendo un llamado de hacer una huelga, todo bajo el auspicio de la FNB. (Lea: Productores en Francia pagan multas porque sus animales importunan a los vecinos)

“El consumo de carne es dinámico en supermercados y carnicerías. Durante el confinamiento, la venta de carne molida fresca aumentó 24 %, y la congelada 60 %. Y sin embargo, el precio pagado al productor cae. ¡Es inaceptable!”, manifestó Bruno Dufayet, presidente de la FNB al portal Ouest France.

En efecto, una de las consecuencias de la cuarentena en este país decretada para mitigar el nuevo coronavirus es que el consumo de carne en general ha aumentado un 18 %. Sin embargo, esta alza en la demanda no se ha traducido en mejores precios para el ganadero.

Para obligar a los frigoríficos a elevar el pago de los animales, Defayet ha pedido a sus colegas retener los bovinos en sus granjas mientras no ofrezcan una compensación que corresponda con sus costos. (Lea: En Francia fomentan consumo de carne a partir del flexitarianismo)

Una prueba de que la situación se ha vuelto insostenible es que la llamada de la FNB de retener ganado ha sido apoyada conjuntamente por Young Farmers y la Confederación Campesina, 2 organizaciones profesionales que generalmente se oponen.

En la región de Países de Loira, líder en producción de carne de res en Francia, la Federación Regional de Sindicatos de Agricultores también se ha sumado al objetivo de ejercer presión a los mataderos y evitar mayores pérdidas para los ganaderos de este país.

Por su parte, los frigoríficos argumentan que la situación económica no ha sido favorable, pues si bien las ventas a consumidores han crecido, otros rubros han disminuido. (Lea: Preocupación de ganaderos franceses ante aumento de cuotas de carne importada de Mercosur)

Por ejemplo, el cierre de restaurantes, cafeterías en colegios, servicios de catering, entre otros, les han privado de un tercio de sus ganancias, ocasionando una caída en el sacrificio del 15 al 20 %. Además la predilección por la carne molida va en detrimento de los cortes más selectos.

A su vez, aunque la FNB reconoce un golpe al faneamiento durante dos semanas, aseguró que desde el 6 de abril han vuelto al nivel normal de 60 mil canales por semana. De hecho, el consumo en restaurantes (donde predominan productos importados) se ha transferido a las compras en supermercados y carnicerías.

En todo caso, el debate apenas comienza, pues este gremio también acusa a algunos industriales de querer provocar una salida masiva de los animales, para presionar a la baja los precios y aumentar sus márgenes.

Entre tanto, el gobierno, representado por el ministro de Agricultura Didier Guillaume, se negó al ponerse del lado de los ganaderos: no hay ninguna razón aceptable para que el precio pagado al ganadero disminuya en el momento en que hay una demanda que aumenta.