Así es la base de datos de genética bovina más grande del mundo

La Federación Irlandesa de Cría de Ganado (ICBF por sus siglas en inglés) tiene la base de datos de cría de ganado más grande del mundo. En total, el programa de pruebas de progenie del ICBF cuenta con registros de más 2,5 millones de bovinos genotipados.

Gene Ireland es el nombre del programa que lleva a cabo el ICBF en conjunto con ganaderos irlandeses de ganado bovino puro y comercial con el apoyo de empresas de inseminación artificial (IA) y sociedades de criadores.

Pat Donnellan del ICBF explicó que Gene Ireland se compone de cuatro partes. La primera es producir una lista de toros de la base de datos del ICBF en base a sus índices, ascendencia e información genómica. (Lea: ¿Sabe cómo se aplica la genómica en la ganadería?)

“Estos toros son inspeccionados, se les extrae el semen y se colocan en rebaños para pruebas de progenie en condiciones de granja reales. Luego, se evalúan en busca de los rasgos que son importantes para los ganaderos irlandeses”, afirmó.

Esto incluye factores como la dificultad de parto, aumento de peso, crecimiento, características de la canal, rendimiento lechero y fertilidad de la hija del toro. Otros son más novedosos y difíciles de medir, como las emisiones de metano y la eficiencia de conversión alimenticia.

Luego se lleva una muestra de cada toro a la unidad de prueba de progenie del ICBF para el registro del rendimiento. Finalmente, Gene Ireland estima el mérito genético y luego los toros son clasificados en el catálogo donde el productor puede elegir las pajillas.

Niall Kilrane del ICBF explicó que cada año se alista un panel de toros reproductores de alto rendimiento para disposición de los ganaderos en la primavera y el otoño. (Lea: ¿Qué debe contener la base de datos e identificación en un proceso de trazabilidad?)

“Esos toros son proporcionados para el programa de reproducción de Gene Ireland por las compañías de IA, las sociedades de criadores y el ICBF también importa semen de toros internacionales para contribuir a las evaluaciones genéticas internacionales”, precisó.

Indicó que luego reparten 500 pajillas de cada toro, algunas destinadas a vacas lecheras o vacas para producción de carne, y comienzan a registrar datos en términos de inseminaciones, registros de partos, pesos vivos y fertilidad de las hijas y capacidad lechera.

El ICBF luego adquiere de 10 a 15 hijos de cada toro para registrar datos, que son computados para obtener una evaluación precisa de los toros lo más rápido posible. (Lea: ¿Por qué deberíamos hacer nuestra propia selección genómica en ganadería?)

Como parte del programa de reproducción, buscan tres datos clave: consumo de alimento, emisiones de metano y el rendimiento de la carne. Se escanea el lomo del animal para ver la cantidad de veteado y grasa subcutánea, y se comparan resultados con el padre.

“Cada año, lo que buscamos hacer es identificar y armar un panel de toros de alto índice que tengan potencial para generar ganancias a nivel de granja y eso cada año; el índice promedio de esos paneles está aumentando”, concluyó Niall.

Con información de Agriland.