"America First": Trump centra su estrategia en el frente económico

El presidente Donald Trump responde a los desafíos en materia de seguridad que enfrenta el país, colocando el frente económico en el centro de su estrategia, con China en la mira.   El presidente estadounidense que, desde el clima hasta el libre comercio, ha marcado una neta ruptura con su predecesor Barack Obama y ha contribuido a aislar a Estados Unidos en la escena internacional, presentó el pasado 18 de dieimbre su "estrategia de seguridad nacional", un grueso documento que revisa los desafíos que enfrenta la nación.   Afirmó la convicción de la administración de que la competitividad económica es un "tema de seguridad nacional", y que recalcó la determinación de la administración de luchar por los intercambios equilibrados, en particular con China.   "La mejor arma que tenemos es la fuerza de nuestro PIB", añadió, citando una frase del secretario estadounidense de Defensa, Jim Mattis.   Incluso antes del discurso de Trump, Pekín dijo esperar que el mismo "contribuya a mejorar la confianza mutua entre China y Estados Unidos". Muchos elementos prueban que las relaciones económicas entre ambos países son "mutuamente benéficas", subrayó Hua Chunying, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.   Más allá de poner el acento en el debate económico, la visión de Trump se desmarca de la de sus predecesores, tanto demócratas como republicanos, en la cuestión de la seguridad interior y del control de las fronteras.   El documento redactado por la administración Trump, identifica cuatro prioridades vitales: proteger el territorio estadounidense, promover la prosperidad, preservar la paz gracias a la fuerza y hacer progresar la influencia de Estados Unidos.   A finales de septiembre, en la ONU, Trump pronunció un discurso de una violencia poco habitual en este tipo de foros en el que insistió en la "soberanía" de Estados Unidos, pero no dejó traslucir una verdadera "doctrina Trump" sobre el lugar de Estados Unidos en el mundo.   El clima no es prioritario   Interrogado sobre el cambio climático en este documento-referencia, el ejecutivo estadounidense indicó que no lo consideraba una "amenaza a la seguridad nacional".   Llegado al poder con un mensaje decididamente climato-escéptico, Donald Trump anunció el retiro de Estados Unidos del acuerdo de París sobre el clima firmado por cerca de 200 países.   Su predecesor Barack Obama, uno de los principales arquitectos de ese acuerdo, había señalado, sin embargo, que el desafió climático se había convertido en una cuestión de seguridad.    "En todo el mundo, el cambio climático aumenta los riesgos de inestabilidad y de conflictos", dijo Obama hace un año, antes de abandonar el poder.   "No nos equivoquemos, tendrá un impacto sobre la forma en la que nuestro ejército deberá defender nuestro país", añadió entonces, aludiendo a ajustes profundos en la organización, el entrenamiento y en la protección de las infraestructuras.   El último documento sobre la estrategia de seguridad nacional fue publicado en febrero de 2015 y, en esa ocasión, Barack Obama advirtió ampliamente sobre la tentación de tomar decisiones apresuradas en la gestión de las crisis internacionales.   "En un mundo complejo, muchas cuestiones de seguridad a las que nos enfrentamos no se prestan a respuestas fáciles y rápidas", escribió el exmandatario, invitando a dar muestra de "paciencia estratégica y perseverancia".