¡Cuidado! Esta es la nueva modalidad de extorsión a ganaderos

Secuestros, cárneo, abigeato y amenazas son el ‘pan’ de cada día en el sector ganadero, quienes viven en carne propia la desesperación y las ganas de ‘tirar la toalla’ en un negocio que no es valorado de manera correcta.

En este sentido, son los ganaderos quienes viven las distintas modalidades, que delincuentes se ingenian, para amedrentarlos, amenazarlos y hasta tomar partida de la rentabilidad que se obtiene de esta actividad económica.

Estos delincuentes testean en el gremio agropecuario, una serie de acciones delictivas, que, si le dan resultado, pueden sacarle mucho provecho económico, lo que se convierte en un dolor de cabeza y de bolsillo para los ganaderos.

En el César, existe una nueva forma de amenazar a los ganaderos que, CONtexto ganadero, ha abordado desde dos frentes: la víctima y las autoridades. A continuación, uno de los ganaderos amenazados contará su historia. (Lea: Ganaderos en norte de Córdoba lidian con el flagelo de la extorsión)

Carlos Pedraza* dice que los acontecimientos sucedieron hace pocas semanas por medio de una llamada que realizaron al número del dueño del predio. En esta conversación, los presuntos delincuentes, le mencionaron al productor que “tenían la finca sitiada, además de una visualización de los trabajadores, porque sabían qué estaban haciendo en ese momento, y que ya se habían comunicado con los operarios y los tenían retenidos”.

Durante esta llamada, los delincuentes le informaron al productor que tenían toda la información tanto de las personas que habitaban el predio, como los asuntos personales del ganadero.

“No sé cómo hicieron, porque no tengo el conocimiento, pero bloquearon las llamadas de esos trabajadores y realmente no estaba pasando nada. La llamada fue externa y no sabemos si fue de las cárceles o de algún empleado que puede estar vinculado ya que en la conversación informaron que tenían conocimiento de la cuenta bancaria, los nombres de trabajadores y celulares, asegurando que los tenían retenidos”, detalla Pedraza.

El productor afectado no se explica cómo estos delincuentes hacen este tipo de bloqueos en las llamadas, pues en el momento en que recibieron esta extorción estaban tratando de comunicarse con los trabajadores de la finca, sin embargo, no entraban las llamadas.

“Ellos decían que, para no quemar la maquinaria agrícola, porque tenían reducidos a los empleados en una habitación, debían hacer una consignación de 30 millones de pesos en determinada cuenta”, dice Pedraza.

Una vez el productor cuelga la llamada, envían a un empleado de una finca cercana a rectificar el estado de los trabajadores, encontrándose que todo estaba en perfecto orden y dentro de la normalidad. Lo único distinto había sido que los operarios habían recibido llamadas por parte de los delincuentes.

“Hemos tenido conocimiento que esto le ha pasado muchas personas y lastimosamente han caído”, agrega Pedraza.

Esta llamada que recibió el productor no fue solo una, sino dos, en las cuales lo presionaban para que enviara el dinero, sin embargo, su perspicacia le sirvió como elemento clave para no caer ante las contemplaciones de los delincuentes.

“Este es un tema de mucho cuidado porque se debe analizar si el problema es interno con algún trabajador de la finca o con otros delincuentes que tienen tecnologías para bloquear el número de las personas dentro del predio. No sabemos si estos delincuentes tienen alianza con algunas personas de las empresas telefónicas para así lograr el bloqueo de las líneas”, dice Pedraza.

Este productor dice hasta el momento no ha hecho la denuncia, por diversos factores externos, pero que tiene “el compromiso como ciudadano de denunciar, de tal manera que se vean los casos reflejados sobre este tipo de modalidad”.

Así lo viven las autoridades

En conversaciones con la Policía Nacional y los Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal (GAULA), el subintendente Mauricio Henao explica a este medio que estas acciones la están llevando a cabo bajo dos grupos delincuenciales.

“Si es para el sector del sur del César tenemos que son del ELN y si es para el norte del departamento se hacen llamar como las Autodefensas gaitanistas”, sostiene el subintendente Henao.

Esta modalidad está sucediendo con mucha frecuencia en el sector rural, por lo que, para obtener esta información, los grupos delincuenciales llaman a las juntas de acciones comunales haciéndose pasar por entidades del Estado, con la promesa que harán ayudas a los productores y campesinos, y obtienen los datos como el nombre del administrador, de la finca, número telefónico, entre otros. (Lea: El secuestro y la extorsión se toman Córdoba)

“Ellos preguntan dónde está ubicada la finca y otros datos, pues con estos ya proceden a llamar al administrador, a quien le dicen que lo tienen rodeado, que lo están viendo, el nombre y tipo de producción del predio, la ubicación y le dicen que ya han estudiado todo y que están alrededor, por lo que ellos presionan para que este administrador les envíe un video”, describe el subintendente Henao.

El miedo que genera esta llamada en los operarios de la finca, da pie a que accedan a las contemplaciones y peticiones de estos grupos delincuenciales, quienes además piden los datos del dueño de la finca para luego proceder a llamarlo.

Cuando se contactan con el dueño de la finca, “estas personas le mandan el video del administrador con otras palabras, es decir, diciendo que se encuentran en ese instante en la finca y que tienen rodeados a los trabajadores y unen las llamadas (administrador y dueño de finca) para que el operario en la finca hable y haga creer que los delincuentes sí están en el lugar”, detalla el subintendente Henao.

Todo esto lo hacen, con el fin de generar temor tanto en los administradores como en los dueños de finca, para que así se haga la transferencia del dinero y no se tenga “ningún problema con la ley”, como tratan de hacerle ver a los afectados según menciona la autoridad.

“Cuando el administrador manda la foto, el dueño piensa que sí los tienen, lo que genera que la persona sí consigne el dinero porque no quiere que le asesinen a su trabajador. Estos delincuentes que realizan las llamadas están en centros carcelarios fuera de Valledupar, es decir que no lo hacen desde el departamento del César”, afirma el subintendente Henao.

Esta es una prueba de una nueva modalidad que están testeando, para ver cuál les resulta más rentable para su negocio ilegal. Esta nueva forma extorsión se ha presentado en el último mes en el departamento, repitiendo casos con mucha frecuencia.

De acuerdo con el subintendente Henao, hay que tener en cuenta para que se presente esta llamada, los delincuentes proceden a sacarle información al “administrador de la finca, por eso a veces se habla de frecuencia de visita, vehículos en los que se transporta, etc. Estos datos se lo sacan al administrador”.

Como estos grupos delincuenciales ya se encuentran dentro de una prisión, el Gaula ha hecho el debido contacto con algunos quienes dicen que como ya llevan una condena, “simplemente dicen que no les importa, que van a seguir haciendo eso porque ya están condenados”.

De acuerdo con el subintendente Henao, “lo que pasa con las personas que están en estos centros carcelarios es que ven noticias y se atribuyen acciones, por eso llaman a las personas diciendo que, si no quiere que le pase lo mismo, tiene que consignar”.

Estos delincuentes cada vez van mutando las modalidades de extorsión, teniendo en cuenta que, en el departamento del César, los ganaderos se sienten un poco más ‘aliviados’ porque han disminuido los casos de abigeato y cárneo. (Lea: Carneo, abigeato y extorsión afectan cada vez a más ganaderos de Huila)

¿Qué hacer?

El coronel de la Policía del César, Luis Exberto León Rodríguez dice que “el común denominador siempre es el administrador de las fincas”, quien agrega que “casi que el 90-95% de los casos siempre implican al administrador o un empleado de la misma finca, por eso los finqueros deben ser maliciosos con sus empleados, ponerles ‘cascaritas’, cambiarlos periódicamente”.

El coronel dice que los delincuentes tienen “todo el tiempo del mundo para idear modalidades y buscar maneras de engañar a los ganaderos”, además de contar con su herramienta clave que es la información, teniendo en cuenta que la obtienen de diversas fuentes y que la convierten en un modo de amenaza.

El Subintendente Henao dice que “las personas la damos la información hasta en los centros comerciales y no sabemos a dónde van las tirillas de las rifas, no se sabe dónde termina la información”.

Es por esto que las autoridades correspondientes aseguran que todas las personas son muy vulnerables, por lo cual, ante este tipo de amenazas, lo ideal es manejarla bajo el acompañamiento de las autoridades más cercanas, teniendo como prioridad al Gaula, que son los directamente encargados.

Una vez que haga la respectiva denuncia, los productores no deben acceder ante las pretensiones de estos delincuentes, sino que deben tratar la situación de manera serena e inteligente.

Es fundamental hablar con los trabajadores de las fincas, para que, de esta forma, ellos también se encuentren informados sobre esta nueva modalidad, y sepan que tienen el apoyo que necesitan; evitando que sean estos mismo quienes les brinden información a los grupos delincuenciales.

Por parte de los productores, se deben tomar acciones dentro del predio relacionadas con conocer el historial de las personas que contrata para el trabajo rural, así como rotar al personal periódicamente, no brindar mayor tipo de información personal y no llevar una rutina.

Finalmente, cuando el productor llega a presentar una extorsión, se recomienda que se haga la denuncia, para que, de esta manera, se tenga una radiología de los lugares en los que se da y así tomar las medidas correspondientes por parte de las autoridades, que son los encargados de investigar cada caso.

*Nombre cambiado a petición de la fuente