Volver a lo básico. Retos para la ganadería en este 2025
PorRicardo Arenas Ovalle-15 de Enero 2025
Cargando...
Por Ricardo Arenas Ovalle - 15 de Enero 2025
"Volver a lo básico" es ir más allá de la mejora genética, es la reproducción la que nos permite producir leche de manera competitiva; es lograr desarrollos tecnológicos que nos ofrezcan pastos y forrajes que permitan a nuestras vacas una mejor producción de grasa y proteína; es llevar la cadena formal a un nivel superior. Es volver a la época donde el campesino productor ganadero era respetado y valorado, sus bienes protegidos, sin secuestros, sin extorsiones, sin invasión de tierras.
Cada inicio de año como es costumbre, buscamos hacer un análisis de los resultados y las cifras que nos ha dejado en materia ganadera el año inmediatamente anterior y pretendemos identificar los retos y las oportunidades que nos depara el año que comienza para nuestro sector ganadero.
Así las cosas, con mayor o menor profundidad, con más o menos ponderación, todos analizamos el comportamiento de las cadenas de carne y leche en el país, sus precios y sus volúmenes de producción y de comercio internacional como indicadores inequívocos de la actividad.
Por ser la venta de leche una actividad fundamental en la economía campesina, siendo este subsector quizá el que reúne a la mayor cantidad de pequeños productores de los más de 670.000 que hay en el país y por la inmensa influencia que tiene su desarrollo con temas como el arraigo campesino a la tierra, la paz en el campo y la seguridad alimentaria de los más vulnerables, es indispensable mirar siempre estas cifras también con una mirada microeconómica y social. Recordemos que cerca del 82% de los productores ganaderos del país son pequeños productores.
Cuando ingresé profesionalmente a este sector por allá a finales de 1990, existían precios regulados en relación con el precio de venta del litro de leche pasteurizada en bolsa, no habían TLC ni consumo de leches larga vida, poco de leche en polvo y solamente de algunos quesos frescos. Decían los veteranos de la industria para diagnosticar y pronosticar el sector, que los ganaderos no eran eficientes, que producían muy poca leche, de baja calidad y a muy altos costos, que el llano y el Magdalena medio serían los grandes productores de leche del país desplazando a las tradicionales cuencas lecheras de Antioquia, el altiplano cundiboyacense y la costa atlántica con su oferta más estacional y de queso fresco fundamentalmente del mercado informal. También se decía que la concentración ya elevada de pocas industrias lácteas en comparación al gran número de productores de leche sería aun mayor.
Poco ha cambiado, pero sí temas muy críticos. Crecimos la producción de leche y ahora dicen que tienen excedentes, ni el llano ni el Magdalena medio son grandes productores de leche, pero si el Caquetá, que se ha fortalecido de manera significativa en la producción láctea, y siguen Antioquia y el altiplano cundiboyacense siendo grandes productores. Firmamos los tratados de libre comercio que llegan ya en 2026 y 2028 a la libertad total en materia láctea, lo que impactará aun más y de manera negativa a nuestra poco competitiva cadena láctea. Porque lo que sí es claro es que no son los ganaderos campesinos colombianos los únicos responsables de esta baja competitividad, la industria y las autoridades tiene mucho por hacer y se nos acaba el tiempo para lograrlo.
En el sector primario, debemos mejorar muchísimo más en competitividad, reduciendo los costos de producción, aumentando la eficiencia y nuestros indicadores productivos y la calidad de la leche. Pero la industria y la oferta estatal de servicios para la producción (vías, servicios públicos, asistencia técnica, etc.) también deben aumentar su competitividad y de manera muy significativa y rápidamente si es que queremos un campo próspero y en paz como todos los promulgamos.
Por eso hablo de volver a lo básico como teoría de mejoramiento continuo, enfocada en mejorar los productos, servicios y procesos, para hacerlas más eficientes y competitivas, seleccionando siempre los temas fundamentales o claves, los temas básicos. Y en mi criterio sin irnos por las ramas, lo básico en la producción ganadera que debe resolver la ciencia, la tecnología y la innovación y que gracias a la transferencia deberíamos implementar rápidamente los ganaderos del país se resume en unos pocos puntos que exigen si mucho trabajo, compromiso y recursos como los destinados a la campaña de erradicación de fiebre aftosa y que trajo el estatus sanitario que hoy nos permite exportar leche y carne. Este es un gran ejemplo que debemos replicar en otros temas. El trabajo articulado y con recursos de gobierno y gremio para sacar adelante nuestro campo.
Debemos mejorar la reproducción, incluso más allá de la mejora genética, es la reproducción la que nos permite producir leche de manera competitiva. No puede el país esperar resultados satisfactorios con tasas de natalidad que apenas rondan el 50-55%. Y aquí es fundamental el tema sanitario pues las enfermedades reproductivas como la brucelosis, la IBR y la DVB están a la orden del día. Igual sucede con la TBC bovina; debemos controlarlas y para ello los recursos importantes del gobierno nacional deben buscarse con el apoyo decidido del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y el congreso nacional, así como el accionar responsable y técnico del ICA es fundamental.
Debemos mejorar la calidad de nuestra leche pues en este sentido es muy poco lo que realmente hemos logrado en el país en estas tres largas décadas. Quizá la calidad bacteriológica y en las fincas medianas o grandes ha mejorado sustancialmente, pero ni en las pequeñas ni en las redes de acopio del país ha mejorado este factor. Y ni hablar de la calidad física o composicional, esa que tanto importa en la producción de derivados lácteos y que es crucial en los procesos de pulverización. Aquí sí adolecemos de una mejor y más estratégica política de mejoramiento genético y más aun, de desarrollos tecnológicos que nos ofrezcan pastos y forrajes que permitan a nuestras vacas una mejor producción de grasa y proteína. En esta mejoría y sumada a la mayor sostenibilidad ambiental entran al ruedo los sistemas silvopastoriles y su masificación que también está en deuda.
Es indispensable realizar una gran revolución ambiental que busque un rápido giro a modelos de producción amigables con el medio ambiente como los SSP en donde el gobierno nacional debe proveer de recursos vía crédito de fomento e incentivos para la implementación de estos modelos. Ah y si por cada bovino en el país, los ganaderos sembráramos un árbol anualmente, al cabo de 3 o 4 años tendríamos 100 o 120 millones de árboles a lo largo y ancho de nuestra amada patria.
Lo anterior de la cerca para adentro, pues de la cerca para adelante los sistemas de recolección y la infraestructura de procesamiento debe ser no solo mayor sino mucho más eficiente y moderna pues la industria en general se ha camuflado en la ineficiencia del sector primario y ella carga con un lastre quizá mayor y que nos tiene hoy en una gran crisis y ad-portas de una mayor con la liberación absoluta de cupos y aranceles con los Estados Unidos en 2026 y Europa en 2028
El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, de acuerdo con lo establecido en el artículo 13 de la Resolución 017 de 2012, y modificado por el artículo 1 de la Resolución 468 de 2015, establece que el pago por la leche cruda debe realizarse en función de su calidad composicional e higiénica, donde es obligatorio evaluar ciertos criterios. Aquí empieza el problema. Más de la mitad de la leche producida en el país, es decir cerca de 3.600 millones de litros anualmente obviamente la de zonas más olvidadas y generalmente de más pequeños productores, se comercializa por el canal informal y no sigue esta resolución.
Aquí tendríamos el tercer gran reto de mejora básica. Es indispensable que, vía promoción de la asociatividad y el encadenamiento, pero más que en el discurso teórico que oímos en muchos, en la práctica y con recursos financieros y logísticos, llevemos la cadena formal a un nivel superior. Las redes de acopio, procesamiento y distribución deben fortalecerse en el país bajo modelos de cooperativas y asociación en procesos de encadenamiento que hagan más eficiente la cadena y la distribución de los ingresos generados para todos los actores. Con esto combatiremos la concentración y la posición dominante que hoy ejercen los grandes actores de la cadena formal en detrimento de los pequeños ganaderos que se convierten exclusivamente en tomadores de precios y condiciones de mercado muchas veces nada favorables para ellos.
Un cuarto tema básico y que sigue rezagado en estas décadas es la trazabilidad ganadera que impacta decididamente en temas como la seguridad, el comercio internacional y la inocuidad. Aquí hay todo un reto que pide acciones concretas y eficaces en este 2025 que apenas inicia.
El mercado de la carne desde hace décadas es seguramente más halagüeño para los ganaderos del país. La balanza comercial de carne es positiva y las exportaciones de carne han mantenido una buena dinámica en los últimos años, gracias al precio competitivo de nuestra producción claramente apoyado por la tasa de cambio que aun nos favorece a los productores. El ganado en pie, aunque con algunos tropiezos del segundo semestre de 2024 es otro renglón de este sector que ha mostrado dinamismo. Aquí debemos centrar la atención en la apertura de mercados, mejorar la logística y trámites portuarios de nuestro país y la regulación en general para apoyar a los productores y exportadores.
El mercado interno tanto en carne como en leche está en deuda, pues debemos hacerlos crecer significativamente principalmente en las poblaciones de estratos 1, 2 y 3. Ya hemos hablado mucho del precio al consumidor que tanto en leche como en carne es quizá muy elevado en relación con el costo de sus materias primas en las fincas y que debe moderarse a lo largo de la cadena de comercialización para que el bolsillo del consumidor no se resienta y por ello su consumo decrezca. En el sector cárnico tenemos el mismo reto de la informalidad y debemos reducir la clandestinidad vía trazabilidad, seguridad y control sanitario.
Por último y no menos importante, está lo relacionado con la seguridad en el campo. Y es que más “básico” que el derecho a la propiedad privada, a la vida y cuidado de los bienes para los productores ganaderos del país, no creo que haya nada más básico que esto. Y debemos volver a eso, volver a la época donde el campesino productor ganadero era respetado y valorado, sus bienes protegidos, sin secuestros, sin extorsiones, sin invasión de tierras. Aquí la solidaridad de todos es crucial, así como la presencia de un estado fuerte y democrático.
La extensión que podemos hacer de estos temas desde el Manual Práctico Ganadero la seguiremos haciendo y nuestro compromiso va más allá, para quienes así lo deseen y tengan inquietudes o deseen profundizar en estos temas, nuestra línea está abierta y con gusto les atenderemos.
Ricardo Arenas Ovalle: Médico Veterinario, Especialista en Finanzas y Negocios Internacionales, Especialista en Gerencia de empresas agropecuarias, Consultor agroindustrial. Experto en producción y calidad de leche
PorRicardo Arenas Ovalle-15 de Enero 2025
PorCONtexto ganadero-14 de Enero 2025
PorCONtexto ganadero-09 de Enero 2025
PorCONtexto ganadero-07 de Enero 2025
PorCONtexto ganadero-06 de Enero 2025
PorAngie Barbosa-05 de Enero 2025
PorCONtexto ganadero-05 de Enero 2025
PorCONtexto ganadero-05 de Enero 2025
PorCONtexto ganadero-05 de Enero 2025
PorCONtexto ganadero-04 de Enero 2025
PorCONtexto ganadero-03 de Enero 2025
PorCONtexto ganadero-03 de Enero 2025