Vecol le apuesta al protocolo hormonal para aumentar índices reproductivos en las ganaderías colombianas

Desde noviembre pasado Vecol incursionó en el mercado de la Inseminación Artificial a Termino Fijo (IATF), una práctica que lleva en Colombia muchos años y cuyo objetivo final es buscar mejorar los parámetros productivos y reproductivos en los hatos ganaderos.

Así lo indicó Claudio Bohórquez, Líder Técnico de ventas de Vecol, quien señaló que esos índices reproductivos están relacionados con la preñez y la natalidad que es lo que el productor busca para mejorar la rentabilidad de su hato.

Recordó que desde hace muchos años Vecol tenía el deseo de incursionar en el tema de la IATF, pero no se habían dado las condiciones y ahora se dio la posibilidad a través de la firma de un convenio con una empresa argentina que se llama Ceba, la cual tiene amplia experiencia en este tipo de protocolos. Además, Vecol es el laboratorio colombiano por excelencia en la búsqueda de soluciones para el productor y esta es una gran oportunidad para comenzar a contribuir en solucionar problemas reproductivos a nivel de campo.

Entre los productos que ofrece Vecol en con estos protocolos, lo primero es el dispositivo intravaginal, el cual está impregnado de una sustancia que es la progesterona, hormona que inhibe la ovulación, y estimula el comienzo de un nuevo ciclo reproductivo.

Estos dispositivos contienen 1,2 gramos o 0,6 gramos, de progesterona dependiendo el tipo animal sobre el cual se va a utilizar, bien sea razas lecheras o razas europeas como la Normando, la Jersey o la Holstein; o razas cebuinas respectivamente, animales de Los Llanos Orientales o de la Costa que se caracterizan por la producción de carne. Este tratamiento está indicado para animales en edad reproductiva, es decir novillas (hembras que entran en primer celo) y en vacas, para mejorar en ellas los índices reproductivos. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca los indicadores claves para tener una reproductividad exitosa en su finca)

Los otros productos del Protocolo

Se utiliza además dentro de estos protocolos el producto Celovec, que es una solución inyectable que hace también que haya una nueva “oleada” de óvulos. Así mismo se emplea otro producto que se llama Estravec, que es un estrógeno, que igualmente juega un papel importante en estos procesos de mejora de los parámetros reproductivos. El Gonavec que es una Gonadotropina coriónica humana GnrH para estimular también la ovulación.

Por ser un tratamiento se deben emplear todos los productos arriba señalados para obtener los mejores resultados en términos reproductivos.

Con el pasar de los años han ido mejorando estos protocolos, sobre todo, teniendo en cuenta que países como Colombia se ubican en la zona tropical y los animales son diferentes a los de las razas europeas o norteamericanas y por eso se han ajustado a nuestras condiciones.

El costo/beneficio de este protocolo es muy grande porque al productor lo que le interesa son soluciones y si hace el tratamiento de manera adecuada va a tener un ternero por año, lo cual implica que va a producir más leche y más carne en su finca.

La garantía que esto funcione de la forma más óptima, tiene que ver con el animal en sí, la nutrición, el manejo en la finca, y si se implanta bien el protocolo. Por estudios y resultados de otros países como Argentina y Chile, a nivel de Latinoamérica, estos protocolos bien manejados llevan a que se aumenten, definitivamente, los parámetros reproductivos, especialmente los índices de preñez y de natalidad, hasta en un 50 a 60 % de efectividad. (Lea en CONtexto ganadero: Diagnóstico de preñez, clave para mejorar índices reproductivos)

En octubre pasado se dictó una capacitación a todos los médicos veterinarios de Vecol en el país en la correcta aplicación de estos protocolos y por lo que están en capacidad de acompañar permanentemente a los ganaderos en este proceso y a la vez capacitar técnicamente al ganadero y a su médico veterinario.

En Colombia se estima que el índice de preñez está en promedio entre 30 y 40 % y se espera que con el uso adecuado de protocolos se pueda elevar alcanzar entre un al 50-60 % esos índices de preñez, lo que quiere decir que de cada diez vacas a las que se les aplique el protocolo, se van a tener van a resultar entre cinco y seis animales preñados.