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Por CONtexto ganadero - 02 de Abril 2024
Una forma de combatir problemas derivados de un manejo ganadero tradicional basado en prácticas como el sobrepastoreo, destrucción de la cobertura vegetal y deterioro de la fertilidad del suelo, es por medio de los sistemas silvopastoriles.
Los sistemas silvopastoriles en ganadería contribuyen a reducir los problemas ambientales, mejoran el bienestar de los animales, incrementan la productividad animal por área y generan servicios ambientales.
En el trópico de altura, la ganadería se caracteriza por abarcar sistemas de producción basados en el uso del riego y la fertilización. Esto, sumado a la incorporación de concentrados a la dieta de los animales y a la limitada oferta forrajera, hace que los sistemas pierdan rentabilidad, según la publicación “Sistemas silvopastoriles: alternativa sostenible para las fincas del trópico altoandino”, de Agrosavia.
Allí se indica que ante esta problemática urgen estrategias de conservación y los sistemas silvopastoriles se convierten en alternativas para mitigar esa problemática. Dichos sistemas ayudan a reducir la vulnerabilidad de los forrajes y el ganado frente a las heladas cada vez más fuertes, prolongadas e impredecibles; reducen los costos de fertilización mineral y de alimentos concentrados y suplementos ricos en proteína y minerales; racionalizan el empleo, y minimizan los daños causados por los artrópodos chupadores de las praderas.
Los sistemas silvopastoriles se basan en la combinación de árboles y/o arbustos, pastos y animales, de los cuales se obtienen diversos productos como forraje, frutas y madera, con el fin principal de aumentar la productividad de carne y leche en las fincas ganaderas. También producen beneficios como obtención de leña, madera, frutos, resinas y follajes, y servicios como cerramiento, sombra, protección contra el viento, cobertura al suelo, conservación de la biodiversidad, paisajismo, agua, entre otros.
Además, reducen los efectos negativos de los sistemas tradicionales como la compactación del suelo, erosión, deforestación, sequía, entre otros. Al mismo tiempo, mejoran el bienestar de los animales e incrementan su productividad, al tiempo que aumentan la calidad del forraje de la pastura asociada, conservando sus altos valores nutricionales. (Lea en CONtexto ganadero: Ganadería silvopastoril, un sistema en el que ganan todos: productores, ambiente y consumidores)
Existen diversas combinaciones de asocio entre los árboles, las pasturas y los animales, que dan lugar a diferentes tipos de sistemas silvopastoriles. Entre los principales, se cuentan: cercas vivas, bancos forrajeros, setos perimetrales, y, franjas en contorno.
Entre las ventajas de implementar estos sistemas está que la temperatura debajo de la copa de los árboles se puede reducir de 2 a casi 10 ºC, en comparación con zonas de potrero abiertas. Esto depende del arreglo y la especie arbórea empleada. El sombrío generado por el componente arbóreo mejora el microclima, reduciendo la evaporación, manteniendo la humedad en el ambiente y contribuyendo al confort animal, que a su vez tiene efecto sobre su comportamiento, reproducción, sobrevivencia y productividad.
Por su potencial nutricional, gran variedad de árboles y arbustos se consideran una buena alternativa forrajera para la alimentación animal, especialmente en épocas secas, cuando la producción y calidad de pasturas se reduce. Esto, además, reduce los gastos porque disminuye la necesidad de suplementos costosos.
Especialmente es útil el forraje que se obtiene de las leguminosas, pues es rico en proteína cruda, vitaminas y la mayoría de los minerales. Así, mejorará la producción de los animales. La obtención de forraje en estos sistemas puede darse de diversas formas: pastos (generalmente gramíneas), arbustos y árboles, dependiendo de la especie que se maneje. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Qué es un sistema silvopastoril intensivo?)
Las plantas leñosas tienen la capacidad de obtener los nutrientes de las capas más profundas del suelo por medio de sus raíces, las cuales permiten un mayor “agarre del suelo”. Esto evita la erosión hídrica de la capa más superficial y fértil del suelo. Además, algunos árboles tienen la capacidad de fijar nitrógeno de la atmósfera, lo cual incrementa significativamente la fertilidad del suelo de forma natural.
De igual manera, en estos sistemas se da un gran aporte de materia orgánica al suelo por medio de hojas, frutos y ramas secas, lo cual incrementa la cantidad de nutrientes, los cuales pueden ser aprovechados por los pastos asociados.
Los sistemas silvopastoriles tienen beneficios para el ambiente y la economía familiar. Incluirlos en la finca implica la obtención de múltiples productos, los cuales representan un aumento de los ingresos de la familia. Uno de esos productos es la madera, derivada del aprovechamiento de los árboles maderables asociados al sistema.
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