¿Sabe cuáles son los cuidados y el mantenimiento para un buen pasto?

El pasto y el forraje constituyen la columna vertebral de la alimentación del ganado. Estos recursos naturales proveen una amplia gama de nutrientes esenciales, como carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales, que son cruciales para el funcionamiento óptimo del metabolismo de los rumiantes. El pasto, en particular, es una fuente rica en fibra, lo que favorece la salud digestiva del ganado y previene problemas como la acidosis ruminal.

Además de su importancia nutricional, el pasto y el forraje son recursos renovables, lo que significa que, con el manejo adecuado, pueden ser utilizados de manera sostenible a lo largo del tiempo. A continuación, algunas recomendaciones para un correcto manejo de las pasturas y forrajes, ofrecidas por Miller Bastidas, ingeniero agrónomo en diálogo con CONtexto ganadero. (Lea en CONtexto ganadero: 3 factores que influyen en la escogencia de un forraje)

Selección estratégica de especies de pasto

De acuerdo con el ingeniero, la geografía y la variabilidad climática de Colombia brindan un entorno propicio para una amplia gama de especies de pasto y forraje. Sin embargo, la selección de las especies adecuadas debe basarse en consideraciones específicas de la región, incluyendo la altitud, el clima y el tipo de suelo.

Algunas de las especies más populares en Colombia son el kikuyo, conocido por su resistencia y adaptabilidad, el pasto estrella que se destaca por su alta producción y calidad nutricional, la grama bermuda que prospera en climas cálidos y la guinea que es apreciada por su capacidad de regeneración.

“La elección inteligente de las especies de pasto contribuye no solo a la alimentación adecuada del ganado, sino también al aprovechamiento óptimo de los recursos disponibles en cada región”, afirma el ingeniero.

Estrategias para la rotación de pastizales

Uno de los aspectos más importante para el cuidado de los pastos es la planificación cuidadosa de la rotación de pastizales. “La sobreexplotación de una misma área de pastoreo puede agotar los nutrientes del suelo y reducir la calidad del pasto”, lo que a su vez impacta negativamente la salud y la productividad del ganado, dice Bastidas.

Por ende, implementar un sistema de rotación, donde las áreas de pastoreo se alternan periódicamente, permite que el pasto se recupere mientras el ganado pasta en otras zonas. Esta práctica no solo previene la degradación del suelo, sino que también preserva la biodiversidad y maximiza el rendimiento a largo plazo. (Lea en CONtexto ganadero: Rotación de potreros, herramienta para incrementar la producción )

Manejo integral del pastizal: fertilización y control de malezas

El pastizal debe ser tratado como un sistema integral que requiere atención constante. “La fertilización adecuada es un aspecto crucial del manejo, puede corregir deficiencias nutricionales en el suelo y promover un crecimiento saludable del pasto” asegura. Además, indica que la realización de análisis de suelo ayuda a determinar las necesidades nutricionales y a ajustar la fertilización en consecuencia.

El control de malezas es otra faceta importante del manejo integral. Las malezas compiten por los nutrientes y pueden disminuir la calidad del pasto. Implementar estrategias de control de malezas, como la siega o el uso de herbicidas selectivos, ayuda a mantener el pastizal en óptimas condiciones.