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Por - 01 de Marzo 2023
La selección basada en la conformación de las ubres y pezones es una herramienta importante para el criador que puede aumentar la longevidad de la vaca, entre otros factores. La clave es escoger las vacas con los rasgos más apropiados en las ubres para que puedan heredarlos a sus crías.
La selección basada en la conformación de las ubres y pezones es una herramienta importante para el criador que puede aumentar la longevidad de la vaca, entre otros factores. La clave es escoger las vacas con los rasgos más apropiados en las ubres para que puedan heredarlos a sus crías.
De acuerdo con el artículo de Michel A. Wattiaux, del Instituto Babcock en la Universidad de Wisconsin-Madison, la longevidad es un rasgo que no hace referencia a la edad del animal sino por la tendencia de la vaca a tener una mayor producción de leche a lo largo de su vida.
«La selección por longevidad en sí es ineficiente debido a que se encuentra influenciada por muchos factores, la mayoría de naturaleza no-genética. La heredabilidad de vida del hato es aproximadamente 8 % (baja heredabilidad)», anotó el autor.
Agregó que la longevidad de las vacas en muchos hatos depende principalmente de tres criterios; la vaca estará en el hato siempre y cuando ella esté libre de graves mastitis, pueda reproducirse y tenga una producción aceptable para el productor. (Lea: 3 aspectos para evaluar la ubre)
Para referirse a la conformación corporal asociada con el desempeño durante la vida del animal, se utilizada el término «tipo funcional». Este difiere de la conformación corporal «ideal» que pueden tener valor para los productores que buscan animales que sean campeones en feria.
Si bien las investigaciones han mostrado que los rasgos de producción son mejores para predecir longevidad, de los relacionados con la conformación, las características de la ubre (como ubicación de pezones, profundidad e inserción anterior) están estrechamente relacionadas con longevidad.
Por ejemplo, se ha demostrado que las vacas con una profundidad de ubre intermedia permanecen en el hato más tiempo que las vacas que están en los extremos (ubre superficial o profunda). (Lea: Cómo el tipo de ubre, la morfología del pezón y la raza influyen en la duración de ordeño)
En consecuencia, el texto señala que es probable que las vacas con ubres superficiales tiendan a ser pobres productoras de leche, en tanto que las vacas con ubres que son muy profundas se encuentran más propensas a mastitis o lesiones físicas.
Germán Stolzenbach Minte de la Universidad Austral de Chile encontró que entre los diversos rasgos de la ubre, el de mayor asociación con longevidad fue el profundidad. En tanto que las ubres posteriores altas y anchas no tienen más larga vida y la ubre anterior no tuvo asociación con longevidad.
Por su parte, Rodrigo Arias Inostroza, ingeniero agrónomo y PhD. en Ciencia Animal, explicó que las mastitis y las lesiones también pueden afectar negativamente la vida productiva del animal, reduciendo su longevidad y el número de terneros cosechados por vaca.
«La conformación de ubres y pezones tiene una heredabilidad moderada, por lo que seleccionando las hijas de toros que presentan una buena conformación de ubres y pezones y eliminando vaquillas de reemplazo de madres con problemas de conformación, permite mejorar el rebaño», indicó.
Kent A. Weigel, PhD especialista en genética de la Universidad de Wisconsin, halló en un estudio sobre vacas jersey que la profundidad de la ubre es el rasgo más importante para los productores en la selección. (Lea: Conozca por qué es importante conocer el puntaje de la ubre)
«Los puntajes de 41 a 45 eran los más deseables, y las vacas con puntajes extremadamente bajos (6 a 10) tenían un asombroso 125 % más de riesgo de sacrificio que una vaca con un puntaje alto. Las vacas en los rangos de 11 a 15 y de 16 a 20, respectivamente, también tenían un riesgo 78 % y 50 % mayor», precisó.
Finalmente, Wattiaux manifestó que a pesar de que los rasgos funcionales mejoran la longevidad de los animales lecheros, las vacas raramente son descartadas por una pobre conformación.
«No hay dudas de que la lesiones de la ubre son más frecuentes en vacas con ubres pendulantes, y que vacas con serios problemas de patas y pies deben ser algunas veces descartadas. Aun así, si los animales permanecen productivos, la mayoría de los productores elijen dejarlos en el hato», aclaró.
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