¿A qué le tienen miedo las vacas?

Los bovinos son animales grandes, sociales, curiosos y especialmente sensibles a cualquier estímulo externo que les provoca temor. Descubra cuáles son los mayores temores de estos semovientes y cómo pueden evitarse.   Está claro que el estrés y el miedo en las vacas puede disminuir la producción de leche. Por esta razón, se ha hecho énfasis en el bienestar animal para evitar cualquier elemento que pueda causarles miedo.   Cristina Alarcón, médica veterinaria, señaló que los bovinos tienen miedo a las sombras o a los objetos extraños. En general son muy sensibles a los estímulos visuales. (Lea: La importancia de reducir el miedo para aumentar la producción)   La ganadera citó el trabajo de la zoóloga y etóloga Temple Grandin, gran defensora del bienestar de los animales, quien desde su condición como autista estudió el comportamiento de las reses y descubrió los factores que más las afectan.   En su primer posgrado en Ciencia Animal, la experta notó que los costos se elevaban debido al nerviosismo que experimentaban las reses en el momento en que el operario entraba en contacto con ellas.   Según ella, los reflejos de los charcos, los metales colgantes o las cercas abiertas producían temor en los semovientes, que se abstenían de ingresar a un corral o a un camión.   Los vacunos son sensibles a los movimientos bruscos y los contrastes de luces y sombras. Se niegan a avanzar si ven personas o vehículos en movimiento hacia delante, o rehusarán a dar un paso si ven objetos en el suelo o reflejos de metal.   De otro lado, el ruido excesivo los distrae, sobre todo porque escuchan frecuencias más elevadas, alcanzando un máximo grado de sensibilidad auditiva de 8.000 hz (en tanto que nosotros escuchamos 1.000 y 3.000 hz).   Julián Alejandro González, médico veterinario, señaló que los bovinos tienen miedo a especies depredadores porque sienten que les puede causar daño. (Lea: Recomendaciones en diseño de corrales para el manejo de ganado)   “Desde el punto de vista del animal, ellos son presa para otros animales como los perros, que siguen siendo carnívoros. Las vacas son muy asustadizas y cuando ven un perro tienen el sentido de la alerta y se ponen en prevención”, aseguró.   Agregó que los animales entran en pánico si comienzan a resbalarse o cuando cojean. En este sentido, le temen a la práctica del arreglo de pezuñas y al cojear pueden sufrir de ciertos trastornos.   Para evitar las alteraciones en el comportamiento de los animales, la experta estadounidense realizó toda una serie de recomendaciones procurando proporcionar el mayor bienestar a las reses.   En primer lugar, sugirió construir los corrales cerrados para evitar estímulos que puedan alterar su visión periférica y de forma circular para que no sientan que van en un callejón sin salida. (Lea: Conozca cómo las vacas se acostumbran a rutinas de ordeño)   De igual forma, se debe procurar hacer establos o construcciones sin sitios oscuros o iluminar los edificios o vehículos donde se busca que ingresen los animales. Las superficies deben pintarse con colores opacos y de manera uniforme, mientras que la iluminación no debe apuntarles directamente a los ojos.   Por su parte, el médico veterinario aconsejó drenar los potreros que se llenan de agua y hacer pisos antideslizantes para que no se resbalen o cojeen. Si se rehúsan a entrar al establo, se puede poner un poco de tierra en el suelo para que no sientan temor.   Hay que procurar evitar los gritos y otros ruidos estridentes o incluso aquellos como los que producen las puertas de metal. (Lea: 5 factores que alteran el comportamiento de las vacas)   Asimismo, hay que tratar de que el novillo se acostumbre a las personas, empleando prácticas de manejo que los acostumbren a la presencia de seres humanos.   “Todo tiene que ver con el bienestar animal y el manejo de los animales. Un factor importante es el punto de equilibrio de los bovinos, para que los operarios sepan hacer un desplazamiento con ellos”, añadió González.