Qué función cumple la intensidad del celo en un programa reproductivo

El celo o estro es uno de los indicadores más relevantes para determinar el éxito reproductivo de una vaca o novilla. Identificar correctamente el momento adecuado para la inseminación artificial (IA) o la transferencia de embriones (TE) puede marcar la diferencia entre una gestación exitosa y la pérdida de oportunidades. (Lea en CONtexto ganadero: Qué signos buscar y cómo analizar los celos en bovinos)

Sin embargo, no todos los ciclos de celo son iguales entre las hembras de un hato, y es ahí donde la intensidad del celo juega un papel determinante.

De acuerdo con Ronald Cerri, Ph.D., profesor de reproducción animal en la Universidad de Columbia Británica en Canadá, algunas vacas muestras celos con menos intensidad y durante un tiempo más corto, lo que dificulta su detección.

Cerri asegura que “algunas vacas no caminan tanto o no son montadas con la misma frecuencia”. En contraste, una vaca con una alta intensidad de celo generalmente exhibe un periodo de celo más largo, acompañado de una intensa actividad física que puede ser monitoreada con herramientas especializadas.

Dicho profesional ha enfocado su investigación en mejorar la fertilidad del ganado bovino, utilizando la intensidad del celo como un factor decisivo para determinar cuáles vacas y novillas son las mejores candidatas para reproducirse. En este contexto, la IA y la TE convierten en estrategias viables para maximizar el éxito reproductivo, siempre y cuando se identifiquen los animales con mayor intensidad de celo.

La intensidad del celo se ha consolidado como un marcador clave para evaluar la calidad del ciclo reproductivo de las vacas. Este parámetro es fundamental para mejorar las tasas de preñez tanto mediante IA como TE.

Según Cerri, el monitoreo de la intensidad del celo con herramientas de detección de celo puede ayudar a seleccionar las mejores candidatas para la reproducción en momentos específicos. Además, en caso de seguir un protocolo de reproducción masiva, la intensidad del celo también puede orientar la elección de los tipos de genética a utilizar.

El mismo experto sugiere que, en función de la intensidad del celo, los productores pueden optar por usar semen sexado o realizar una TE en vacas con alta intensidad, ya que es más probable que queden preñadas. Por otro lado, las vacas con baja intensidad de celo podrían ser inseminadas con semen convencional o, alternativamente, esperar hasta que alcancen una mayor intensidad antes de ser inseminadas.

Por esta razón, Cerri subraya la importancia de utilizar herramientas que permiten identificar estos eventos de forma eficiente. Los monitores de actividad son muy efectivos para medir la intensidad del celo, pero no todos los productores tienen acceso a ellos.

Contar con la información de la detección de celo permite predecir de manera más precisa el comportamiento reproductivo del ganado, lo que resulta en una mayor eficiencia y rentabilidad. “Una vez que se tenga esta información, se pueden hacer predicciones más precisas sobre lo que harán las vacas, lo que hará eficiente y rentable al ganadero”, concluye Cerri. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cuál de estos métodos utiliza para detectar el celo en su ganadería?)