Qué cuidados se deben tener para conservar las pajillas de semen bovino

El proceso de reproducción bovina mediante la inseminación artificial ha revolucionado la industria ganadera, permitiendo una mejora genética y reproductiva significativa en los hatos.

Por lo tanto, para garantizar la eficacia de la inseminación artificial, se deben tener en cuenta una serie de cuidados adecuados con las pajillas de semen bovino desde su producción hasta su utilización en la inseminación. (Lea en CONtexto ganadero: Esto es lo que se debe tener en cuenta a la hora de adquirir una pajilla)

Miguel Sánchez Flores, médico veterinario, explica que “el semen se conserva en nitrógeno líquido, que debe estar a una temperatura de -196°C. Es decir, una temperatura extremadamente baja que debe ser muy constante”.

En ese orden de ideas, el almacenamiento adecuado es un aspecto que el productor debe cuidar mucho debido a que es necesario verificar periódicamente el nivel de nitrógeno para evitar que se agote y comprometa la viabilidad de los espermatozoides y, por ende, la inversión realizada en este semen bovino.

De acuerdo con Sánchez Flores, “debemos estar siempre cuidando el termo, cuidando la cantidad de nitrógeno líquido que tiene el termo ya que este es el que nos estará brindando la temperatura mencionada”.

El mismo profesional menciona que estas pajillas representan un tesoro y una inversión de dinero significativa para los ganaderos, por la que es importante que seguir ciertas recomendaciones.

“El termo jamás se debe quedar sin nitrógeno líquido. Semanalmente debemos estar revisando el nivel de nitrógeno, y el mínimo para que el tanque funcione de una manera correcta es de un 20%”, describe Sánchez Flores.

Este punto está relacionado con el proceso de descongelamiento. Antes de la inseminación, las pajillas deben descongelarse gradualmente en agua a una temperatura de 35-37°C durante 30 – 40 segundos.

De esta manera, se debe evitar el contacto directo con agua caliente o la exposición prolongada al aire para prevenir la muerte prematura a los espermatozoides.

Antes de la inseminación, es esencial realizar un examen microscópico para evaluar la calidad del semen descongelado, incluyendo la identificación de la concentración, motilidad y morfología de los espermatozoides para garantizar su capacidad de fertilización.

Después de descongelar las pajillas y evaluar su calidad, hay que proceder a la inseminación lo antes posible para aprovechar al máximo la viabilidad de los espermatozoides. Se recomienda realizar la inseminación dentro de las 30 – 60 minutos posteriores a la descongelación. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca la cartilla del manejo de semen bovino y envío de pajillas seminales)