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Por CONtexto ganadero - 03 de Mayo 2024
El calostro es mucho más que el primer alimento para las novillas. Es un elixir de vitalidad, proporcionando nutrientes esenciales y una inmunidad crucial para proteger a las crías de enfermedades en las etapas más vulnerables de sus vidas. Garantizar la calidad y el suministro oportuno del calostro es fundamental para el bienestar y la salud a largo plazo del ganado bovino.
El calostro, esa primera secreción láctea que produce la vaca justo después del parto, es un fluido extraordinario con propiedades vitales para el bienestar y la supervivencia de las crías bovinas. El médico veterinario y zootecnista Fernando Guadalupe Íñiguez Torres ha destacado la relevancia crucial del calostro en un reciente artículo publicado por el portal Ganadería.com. ¿Por qué es tan importante este fluido inicial? Vamos a desglosar los puntos clave que resaltan su importancia y cómo garantizar su calidad.
1. Obtención inmediata y procedimiento higiénico: Es esencial recolectar el calostro mediante un procedimiento de ordeño higiénico justo después del parto. Esto asegura que el fluido esté libre de contaminantes y sea de máxima calidad.
Libre de suciedad y patógenos: El calostro debe ser recolectado en condiciones higiénicas para evitar la contaminación con microorganismos patógenos. La suciedad puede introducir bacterias que podrían causar enfermedades graves en las crías.
Contenido nutricional óptimo: Un calostro de calidad debe contener al menos 50 mg/ml de inmunoglobulinas, con un máximo permitido de microorganismos y coliformes. El almacenamiento adecuado en recipientes limpios y fríos es clave para preservar su calidad.
Descongelamiento cuidadoso: Si se opta por calostro congelado, debe ser descongelado gradualmente en agua caliente para evitar dañar los anticuerpos esenciales.
Consumo temprano y cantidad adecuada: Las becerras deben consumir una cantidad equivalente al 10% de su peso corporal lo más pronto posible después del nacimiento y a temperatura corporal.
Para el médico veterinario, el primer alimento que consume una ternera recién nacida tiene un impacto crítico en su salud y desarrollo. Durante las primeras horas de vida, el tracto digestivo de la cría está especialmente preparado para absorber las inmunoglobulinas del calostro de manera óptima.
El calostro ingerido pasa directamente al abomaso sin un proceso digestivo extenso debido a la baja secreción de enzimas digestivas en el estómago glandular y el páncreas. Esto asegura que las inmunoglobulinas lleguen intactas al intestino para su absorción.
La anatomía de la canaladura esofágica permite que el calostro llegue eficientemente al abomaso y luego al intestino, donde es absorbido casi por completo. La administración mediante botella con mamila simula el proceso natural de amamantamiento y es altamente efectiva para la absorción de nutrientes críticos.
Solo en casos excepcionales de debilidad extrema o incapacidad para mamar se recomienda el uso de sondas esofágicas, con el único propósito de garantizar la supervivencia al asegurar la ingesta y absorción de inmunoglobulinas.
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