Más de 5,3 millones de bovinos y bufalinos alcanza el II Ciclo de Vacunación contra aftosa, en su segunda semana
PorCONtexto ganadero-18 de Noviembre 2024
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Por - 20 de Mayo 2016
Anteriormente se creía que las garrapatas y los piojos en bovinos eran un problema exclusivo de zonas cálidas, pero debido al cambio climático también se están presentando en zonas frías como el altiplano Cundiboyacense.
Anteriormente se creía que las garrapatas y los piojos en bovinos eran un problema exclusivo de zonas cálidas, pero debido al cambio climático también se están presentando en zonas frías como el altiplano Cundiboyacense. Ernesto González Cely, médico veterinario y profesional en Chiquinquirá, Boyacá, del Fondo Nacional del Ganado, reportó que en la región hay un aumento alarmante de garrapatas, que se presenta por primera vez en zonas planas. “El valle (de Ubaté) está repleto de garrapatas y eso se va a convertir en un problema que va a generar no solamente anemia, sino también enfermedades causadas por hemoparásitos como la babesia y la anaplasmosis”, señaló. (Lea: Conozca estrategias para reducir el uso de antiparasitarios) El médico veterinario explicó que esto es una de las causas del cambio climático. Normalmente, las garrapatas en bovinos se manifestaban en zonas hasta los 2.000 msnm, aunque hoy en día se ven con mayor frecuencia en alturas que van desde los 2.600 hasta los 2.800 msnm. Añadió que los ganaderos no están preparados para enfrentar este tipo de plaga y que los hemoparásitos van a causar grandes pérdidas si no se controlan a tiempo. “Antes la presencia de garrapatas era esporádica; ahora es generalizada”, dijo. Cristina Alarcón, médica veterinaria y propietaria de una finca en San Miguel de Sema, Boyacá, confirmó que en este municipio y en sus alrededores se ha registrado la aparición de garrapatas y de piojos. “Como el verano estuvo tan fuerte, se desplazaron los animales a las lomas. Allá todavía hay árboles nativos y en ese ambiente hay muchos ratones que tienen piojos. Cuando las vacas pasan se les prenden los piojos”, expresó. (Lea: Ganadero, intercale principio activo y no marca de antiparasitario) En cuanto a las garrapatas, un ganadero le contó que llevó sus vacas a pastar y que cuando comenzó a llover, los huevos de estos insectos que estaban escondidos en los pastos empezaron a eclosionar y a infestar los predios. Por esta razón, Rodrigo Cujiño, médico veterinario y consultor para la Región Andina de la empresa MSD, ha liderado talleres para capacitar a los productores en el control de estas plagas. “Nosotros no podemos ser ajenos a los cambios climáticos que han favorecido la invasión de ectoparásitos. (…) En el caso de garrapatas, hace unos años hablábamos de poblaciones por debajo de los 2.000 msnm. Ahora las estamos detectando por encima de 2.640 msnm”, declaró. El experto en párasitos explica el aumento de garrapatas en el altiplano Cundiboyacense
Cujiño hizo referencia a un trabajo de doctorado del médico veterinario de la Universidad Nacional, Jesús Cortés, quien comprobó que en zonas de Boyacá y Cundinamarca se había registrado la presencia de garrapatas. (Lea: Parásitos que afectan al ganado son cada vez más resistentes) Para manejar este problema, el experto en parásitos insistió en la necesidad de abandonar la práctica de aplicar antiparasitarios sin control, con el fin de erradicar la plaga lo más pronto posible. “Lo más importante es que los ganaderos que tengan problemas con este tipo de insectos en el altiplano cundiboyacense entren en el concepto de control integrado de garrapatas”, precisó. (Lea: 5 consejos para un control integrado de parásitos en vacas) El control integrado se refiere al uso de químicos antiparasitarios solamente cuando sea necesario. Para esto, Cujiño presentó una lista de prácticas que el productor debe aplicar si quiere eliminar de forma efectiva los ectoparásitos de su predio. En primer lugar, debe ser consciente de que la presencia de garrapatas no quiere decir que se tenga que hacer un baño con químicos de forma inmediata. Si cuenta más de 20 garrapatas en el animal, debe lavarlo. Este se conoce como un tratamiento táctico o crítico. También puede hacer un tratamiento estratégico. En este caso, el ganadero debe bañar a los animales solamente en épocas donde se hace más fuerte su presencia, es decir, en las temporadas más cálidas del año. “En este caso, puede hacer tratamientos de choque. Por ejemplo, con 3 o 4 cada 20 días se baja la población de garrapatas y se hace menos necesario aplicar el producto. Entonces, el productor sale bañando 8 o 9 veces al año, en lugar de hacerlo 18 o 20 veces”, aclaró Cujiño. También existe el tratamiento selectivo, que consiste en aplicar antiparasitarios solamente a los animales infectados. En este aparte, es necesario observar cuáles animales son los más susceptibles, aquellos cuya sangre es preferida por los insectos. Otra estrategia es seleccionar aquellos ejemplares que son resistentes y promover su reproducción, para que se transmitan a sus descendientes esa misma resistencia. Esto se debe acompañar con una alimentación balanceada que fortalezca las defensas del bovino. Una última metodología es el uso de medicamentos, que son la vacuna y el hongo contra las garrapatas. Sin embargo, el experto hizo énfasis en que estos métodos no son 100 % efectivos y que deben ir acompañados de los que se mencionaron anteriormente.
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