Producción de heno, un buen negocio para abastecer la ganadería

En la Hacienda La Virginia, en Puerto Boyacá (Boyacá) decidieron apostarle a la producción de heno y para ello cambiaron la tradición del ganado de ceba a la siembra de pastos.

Según César Gómez, propietario de la finca, se avanza con éxito en el proyecto de consolidar los potreros con pasto Angleton climacuna y pangola para producir heno.

Se están estableciendo unas praderas con diferentes manejos agronómicos en los cuales se hacen diversas actividades durante el mes con el propósito de producir un pasto de excelente calidad y de buen follaje que es ideal para consumo tanto de bovinos como de equinos. (Lea: ¿Sabe usted de qué depende la calidad del heno?)

A las praderas que ya están establecidas se les hace un manejo de fumigación y de arranque de malezas. 

El proyecto se inició en 2020 pese a tener buenos resultados en la ceba con ganancias de peso de 1.200 a 1.300 gramos/día. Se comenzó con renovador de praderas cincelando para mejorar la estructura del suelo y la parte radicular y así la planta va a tener mejor absorción de nutrientes.

Las vegas del río Magdalena son ricas en nitrógeno, fósforo, potasio y elementos menores, lo cual favorece la producción de pastos al estar la finca en la vega de este río.

El proyecto consta de cien hectáreas con cortes entre 60 y 90 días para realizar cuatro cortes al año, de esta manera se va a tener buena disponibilidad de producto para la venta en todo momento. Las pacas de heno salen en un promedio entre 10 y 12 kilos.

Después del corte, a las praderas se les hace un manejo cultural que consiste en que todas las malezas que son competencia para el pasto se les aplica un herbicida y también se hacen controles manuales.

Además se hacen fertilizaciones foliares orgánicas porque la idea es que sea un cultivo orgánico, señaló su propietario. La recuperación de los pastos en esta zona es muy buena y rápida. (Lea: ¿Cómo es un buen heno?)

También en Tolima

Otro ejemplo es el de un par de jóvenes ganaderos en Natagaima (Tolima), cerca al desierto de la Tatacoa donde las fuentes hídricas son escasas, el verano es excesivo y el alimento para suplementar el ganado es poco, por lo que crearon una empresa dedicada a la producción de heno, logrando mantener una producción constante, lo que les ha permitido suplementar eficientemente sus animales y comercializar el heno a los ganaderos de la región y del país.

Según Juan Sebastián Díaz, uno de los emprendedores, la mayor dificultad es la humedad después de cortar la planta porque debe estar totalmente seca para que no se vayan a reproducir los hongos que afectan a los animales cuando consumen el heno.

La producción es constante, todos los días se corta una pequeña cantidad para poder ser recogida y nunca se deja de un día para otro porque baja la calidad del producto, se cuida de no tener malezas y no utilizar productos que puedan resultar dañinos para los animales. Es importante tener en cuenta la variedad de pastos que se produzcan en la región.

De acuerdo con Boris Andrés Lozano, el otro emprendedor, lo primero que debían saber es cómo se produce el pasto y lo que le recomendaron fue que inicialmente contrataran un agrónomo que hiciera el estudio de suelos y el bromatológico. (Lea: Cómo recolectar una muestra representativa de heno y de ensilaje)

Cuando lo hicieron vieron que esa tierra tenía cierto grado de acidez y lo que hicieron fue aplicar cal para corregir el problema. Además, estaban bajas en materia orgánica y se hicieron los correctivos necesarios y se incluyeron microorganismos efectivos que son los que permiten desintegrar la materia orgánica y posteriormente se utilizaron abonos químicos.

El pasto se da rápido y dependiendo si el lote es húmedo y está bien tratado se alcanza a tener producciones cada 60 días; en los que son secos se da cada cuatro o cinco meses dependiendo del manejo del pasto.

El heno se puede hacer de mucha variedad de pastos, en este caso manejan carretero porque es la que se da en la zona pero además porque es muy gustoso al paladar del animal y adicionalmente lo pueden consumir también los caballos.

Después de cortado el pasto se deja una hora al sol y enseguida viene un revolcador que permite oxigenar y airear el pasto para que el aire se encargue de bajarle la humedad, posteriormente se le da otra hora de sol y luego con la ayuda de una máquina se amontona el pasto para llevarlo a la enfardadora que lo termina de recoger, lo compacta y lo saca en el tamaño que ellos quieren.