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Por CONtexto ganadero - 19 de Julio 2024
El Comité Departamental de Ganaderos del Caquetá continúa apoyando a los productores que quieren dedicar parte de su predio a una reserva natural de la sociedad civil, con todo lo que ello implica.
Desde el Comité Departamental de Ganaderos del Caquetá en función de su labor como centro de servicios tecnológicos ganaderos se ha venido apoyando el registro de nuevas reservas naturales de la sociedad civil, es decir, fincas ganaderas que hasta hace muy poco tiempo tenían un manejo extensivo y sin los debidos cuidados que precisa la sostenibilidad, sobre todo ambiental de la productividad de carne y leche.
Según el gerente del comité, Rafael Torrijos, hoy día esas fincas han iniciado el trámite para que después de que los ganaderos reciban una debida instrucción, una formación en el diplomado de gestión ganadera sostenible con enfoque de conservación “que les dictamos desde el Tecnig@n Caquetá a todos los ganaderos y sus familias que han iniciado este recorrido puedan, finalmente, ser registrados por Parques Nacionales Naturales en nombre del Ministerio de Ambiente como una reserva natural de la sociedad civil”.
Así, entonces, lo primero que se persigue es que quienes se van a registrar conozcan las dimensiones del compromiso que implica ese reconocimiento que el Estado colombiano le va a dar cuando lo titula como un propietario de una zona de reserva.
Además de eso, dichos ganaderos se han encargado de estructurar un plan de manejo ambiental con objetivos claros, con una adecuada metodología, con la parametrización de los indicadores de avance y éxito y los costos que este plan de manejo implica. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos de Caquetá convierten sus predios en Reservas Naturales de la Sociedad Civil)
Con base en todo ello se tiene organizado un plan de ordenamiento de su finca y ha establecido una zonificación, lo cual significa que el ganadero junto con los técnicos del Tecnig@n se encargan de establecer las zonas de la finca que se van a dedicar a áreas de conservación, de manejo especial o amortiguación de uso intensivo e infraestructura de restauración o el área de agrosistemas que es donde sigue haciendo una ganadería con aplicaciones de sostenibilidad.
Estos son los elementos en los que él avanza para poder reunir la documentación que, en este caso, en compañía del Comité Departamental de Ganaderos del Caquetá se remite a Parques Naturales con el objeto de obtener las debidas notificaciones a la Corporación Ambiental de la región, en este caso Corpoamazonía, así como al municipio donde está ubicado el predio y las publicaciones mediante edicto con el propósito de lograr la visita técnica que hacer Parques Naturales para corroborar toda la información.
Los indicadores
Allí se fija en la caracterización biológica, de flora y fauna que se ha hecho al predio, así como los mapas que son los polígonos de la caracterización que se realiza de la finca, como es su ubicación catastral, la actual cobertura vegetal, la planimetría y el mapa de la finca que se sueña para más adelante.
Todo esto hace que el camino recorrido por el ganadero desemboque en una resolución según la cual el Estado colombiano le registra y certifica a su predio como un integrante más del Registro Único Nacional de Áreas Protegidas, en el marco del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. (Lea en CONtexto ganadero: Fincas ganaderas pueden ser Reservas Naturales de la Sociedad Civil)
Es un compromiso que adquiere el ganadero, incluso sin necesidad de estar viendo alguna rentabilidad inmediata, el pago de bonificaciones que, en todo caso, se orienta hacia allá, hacia un proyecto de la mano del Comité de Ganaderos que permita tener la posibilidad del pago por servicios ecosistémicos.
Más que esas motivaciones el ganadero está convencido que a través de la intervención que haga en favor del medio ambiente y de la conservación de la biodiversidad, todo eso repercute en bienestar animal y eso se convierte en mejores indicadores y productividad, lo cual se traduce en mayor rentabilidad del negocio ganadero que él mide ahora en tres factores que semaforizados le permiten diagnosticar la salud ambiental predial, como son: bienestar animal, biodiversidad y capacidad de captura de carbono.
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