Minerva Foods promueve el carbono cero entre sus proveedores

Tener una carne carbono cero es posible y así lo viene haciendo Minerva Foods con algunos de sus proveedores en Brasil y Uruguay y ahora lo espera hacer en Colombia.

Así lo indicó Fernanda Cordeiro, Coordinadora corporativa de sustentabilidad del programa de renovación de Minerva Foods, durante una charla en el Primer Seminario Internacional de Ganadería y Medio Ambiente, donde explicó el trabajo que viene haciendo la empresa con sus proveedores para reducir emisiones y llegar, incluso, a vender bonos de carbono.

Sostuvo que los ganaderos y la misma industria han visualizado oportunidades para reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI), como es el caso de mejorar o recuperar los pastos; reforestar y conservar los bosques; facilitar el acceso al crédito rural; la capacitación y una cultura de aprendizaje continua para todos; la reducción de las emisiones de GEI mediante el uso de prácticas sostenibles; y, el acceso al mercado de carbono y nuevos mercados sostenibles más exigentes.

En tal sentido, Minerva lanzó Mycarbon en 2021 enfocada en tres frentes de negocio: agregar valor a los productos con la comercialización de carne con el sello carbono neutro; créditos de carbono que consiste en comprar y vender créditos de carbono certificados por empresas internacionales; y, la originación de créditos de carbono lo cual se trabaja con la implementación de proyectos con soluciones basadas en la naturaleza como es el caso del programa Renove.

Programa Renove

Este es un programa de colaboración con ganaderos en la implementación de prácticas regenerativas bajas en carbono. Se busca que todos los proveedores en América Latina participen en esta iniciativa.

Uno de los componentes es la capacitación con el apoyo en la implementación de tecnologías bajas en carbono combinando rentabilidad y sostenibilidad. (Lea: “Ganadería Carbono Neutro”, iniciativa de mitigación y adaptación al cambio climático)

Otro componente importante son las asociaciones técnicas e institucionales. Acá se trabaja con metodologías científicas reconocidas internacionalmente y el apoyo de la academia, de las instituciones de investigación y de innovación y con toda la tecnología junto a socios en todo el mundo.

Un componente más se refiere a las finanzas verdes, donde se busca el acceso a pagos por servicios ambientales y al mercado voluntario de carbono para los ganaderos, así como el acceso al crédito verde con tasas más competitivas para la implementación de prácticas sostenibles, y, el acceso a nuevos mercados.

La certificación

Minerva ya tiene algunos proyectos de estos en Brasil y Uruguay y esperan que este año inicie uno en Colombia. Se trata del Proyecto de Certificación Latam y Proyecto Carbono.

El primer año del Proyecto de Certificación Latam se evaluó el balance de carbono en 25 haciendas en cinco países, entre ellos Colombia, utilizando metodología reconocida internacionalmente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Los resultados fueron presentados en la COP26.

Todas las fincas estudiadas están emitiendo 44% menos que el promedio mundial. “América Latina es una potencia, podemos hacer una ganadería sostenible que trae beneficios para toda la humanidad”, indicó. Colombia tiene una hacienda que es considerada carbono negativo porque está secuestrando más carbono que el que está emitiendo, debido a sus prácticas sostenibles. (Lea: Carbono neutral y ganadería sostenible, tema clave en ExpoZebu Brasil)

“Ahora nosotros podemos certificar esa carne proveniente de esas haciendas y por eso iniciamos este proyecto de certificación Latam en el cual calculamos el balance de carbono de las haciendas, así como el inventario de emisiones de la industria de Minerva Foods y las emisiones de logística desde la industria hasta el consumidor. Con todos estos cálculos estamos estimando las emisiones por kilo de carne producida, con eso podemos compensar esas emisiones con proyectos de reforestación”, señaló Cordeiro.

De esta manera se cuenta con el sello de carbono neutro, con la auditoría de terceras partes que son instituciones internacionalmente reconocidas y fue así como el año pasado se vendió el primer contenedor de carne carbono neutro desde las industrias de Minerva en Uruguay y Brasil.

El proceso

Para la certificación se hace una preselección de los proveedores de Minerva que pasan por un criterio de elegibilidad quienes no deben haber deforestado en los últimos 20 años por lo que la carne no solo es carbono neutro sino libre de deforestación.

Se recopilan todos los datos y evidencias de la hacienda, tales como uso de productos químicos, fertilizantes, energía eléctrica, combustibles, gestión de residuos, sistemas de producción, uso del suelo y todos los datos referentes al rebaño.

Se elabora un plan de reducción de emisiones para esas haciendas porque no se trata solo de medir sino de reducir constantemente para producir mejor y eso implica prácticas sostenibles que se deben implementar a lo largo del tiempo. Se hacen las auditorías en las fincas y en la industria para finalmente emitir la certificación. (Lea: Bonos de Carbono, nuevo negocio para ganaderos)

Créditos de carbono

El otro proyecto que se está trabajando no es para la producción de un producto carbono neutro sino para la producción de carbono con el fin de traer más beneficios a los ganaderos que están implementando prácticas sostenibles. Es una fuente que a lo largo de los años puede ser importante para ayudar a seguir con esas prácticas.

El proyecto es pionero en Brasil para generación de créditos de carbono a partir de la ganadería y se estudian las posibilidades de traer esta iniciativa a Colombia este año.

En Brasil se trabaja con una gran diversidad de ganaderos, biomas, regiones y se están expandiendo a otros países donde Minerva tiene operación. Para generar créditos de carbono se trabaja en un cambio de pasto mal manejado o poco productivo con una menor reserva de carbono en el suelo y se está implementando y estimulando prácticas sostenibles como el pastoreo rotativo que aumenta el carbono y que puede desarrollar, a lo largo de los años, una integración agricultura-ganadería-bosque.

También se trabaja con la dieta animal. En Brasil se tiene mucho confinamiento y por eso se buscan aditivos que reduzcan el metano emitido por el ganado y con eso se reducen las emisiones y se puede vender certificados.

Igualmente se trabaja con la gestión del estiércol, lo cual es muy importante para reducir las emisiones.