Mezcla de trébol rojo, raigrás y pasto azul orchoro, una buena alternativa

La mezcla de trébol rojo, raigrás y pasto azul orchoro la conocen como Tetrablend 260 porque contribuye de manera eficiente a la producción ganadera bovina. Conozca cómo se puede establecer esta en la vereda Monte Redondo en Colombia.

La Universidad nacional abierta y a distancia (UNAD) en una investigación explica que se quiso implementar una técnica de mejoramiento de pradera mediante la siembra de la mezcla forrajera Tetrablend 260 con manejos agronómicos y de zootecnia en la zona mencionada a 2.300 msnm en suelos con altos niveles de materia orgánica y topografía semi-ondulados. (Lea: Cuente las hojas de su raigrás antes de llevar vacas a pastorear)

Lo anterior, lo consideraron como la mejor alternativa para manejar forrajes con alto valor proteico y de rápida recuperación, permitiendo así mejorar gradualmente las praderas y siendo remplazadas con pasturas que brinden mayor producción forrajera. 

En las acciones realizadas para llevar a cabo el proyecto aplicado en relación con el mejoramiento de praderas, se tuvieron en cuenta características enfocadas con el estilo de suelo, y todas las condiciones agroambientales requeridas.

Por lo tanto, fue necesario hacer el arado del lote, aplicar enmiendas, siembra de semillas y aplicación de fertilizantes para buen crecimiento y desarrollo del cultivo.

Enfocados en la mezcla se trébol rojo, raigrás y pasto azul orchoro se expone que entre los requerimientos agroecológicos del pasto Tetrablend se destacan la adaptación, germinación, pH y precipitación, acentuando alta demanda de agua y una adaptación. (Lea: Estas son las propiedades nutritivas del trébol para el ganado)

Uno de los puntos de la mezcla de estos materiales es que este tipo de forraje se puede propagar con mayor facilidad en zonas altas con temperaturas elevadas y con tolerancia a suelos ácidos.

En el proyecto se establecieron diversas prácticas agrícolas que intervienen positivamente en el medio, una de está basada en la descompactación del suelo y neutrailización del pH en el mismo, guiando así a la proliferación de micronutrientes que aportan a la fertilidad natural del sitio, siendo una oportunidad positiva para que toda la flora del lugar pueda sobresalir de manera eficiente.

Una vez establecido el cultivo forrajero también es acompañado por la propagación de árboles que contribuyen a la preservación de la humedad del suelo y bienestar animal a través de la sombra que brinda el aliso común, además de establecer cercas vivas dentro del área cultivada.

En la investigación se menciona que las condiciones climáticas fueron a favor, ya que el pasto Tetrablend 260 es muy exigente en cantidades de agua, y que de manera proporcional en la vereda Monte Redondo se alcanzaron niveles de precipitación promedio de 195 mm, dando satisfacción en esta característica climática y, por consiguiente, la no utilización de riegos artificiales.

De a cuerdo a la capacidad de carga, la pradera establecida logró niveles superiores en comparación con pastos comunes de la región, lo cual amplió los días de pastoreo en animales por zona de pastoreo y cumplió el tiempo de descanso de cada uno de los lotes.