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Por CONtexto ganadero - 09 de Agosto 2023
Insumos naturales como el ajo y la sábila, o unos inusuales como la cerveza, la soda e incluso el ACPM, son algunos de los elementos usados para tratar este trastorno digestivo causado por la retención excesiva de gases.
Este artículo fue publicado originalmente el 28 de noviembre de 2016 y ha sido actualizado para ser publicado nuevamente.
Este padecimiento es una alteración en el proceso digestivo del rumiante que por alguna razón no puede desalojar los gases producidos en el rumen. En un día puede llegar a acumular hasta 600 litros en su vientre.
Esto produce una distensión en las paredes ruminales que puede provocar pérdidas en la producción de leche, baja ganancia de peso e incluso la muerte. (Lea en CONtexto ganadero: Timpanismo, un trastorno digestivo de cuidado en sus reses)
César Gómez, médico veterinario, describió lo que ocurre en el estómago de las vacas cuando se presenta este desorden.
«Los timpanismos pueden ocurrir ya sea por el tipo de alimento que se le da al animal o por una obstrucción del tracto digestivo, sobre todo en el paso entre el rumen, el retículo y el omaso, lo que genera que no haya tránsito estomacal e intestinal», aseguró.
Explicó que existen 3 tipos de timpanismo: espumoso, gaseoso y semisólido, aunque los más usuales son los 2 primeros. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo evitar la impactación del rumen en bovinos)
«El gaseoso consiste en una mezcla de gases que no se puede eliminar y el timpanismo espumoso es una mezcla de gas y líquido que forma espuma, como la saliva. Al haber espuma, es mucho más difícil de controlar», indicó.
El experto aclaró que el tratamiento para el timpanismo depende de la causa, si es por una enfermedad como la anaplasmosis o la babesiosis, o por algo puramente nutricional. En los primeros, debe tratarse directamente el mal.
En cambio, si se debe a un problema en el consumo, como una alta ingestión de granos o de forrajes bajos en fibra y niveles elevados de azúcares, se puede suministrar aceite mineral para disminuir el bolo alimenticio y productos como Sorol, Botrol o Flativet. (Lea en CONtexto ganadero:: Funciones básicas del aparato digestivo de los bovinos)
Los ganaderos también recurren a remedios más artesanales de acuerdo a los recursos que disponen en el campo, como lo manifestó Gómez.
«En el campo dan cerveza, o soda como la Bretaña para estimular la formación de eructo en el animal. También se hacen tratamientos con ajo macerado. Con esto se busca que el animal expulse los gases vía oral para que le queda menos presión a nivel digestivo», aclaró.
Según Gómez, basta con 2 botellas de cerveza o de soda, o varias cabezas de ajo, para estimular el eructo. (Lea en CONtexto ganadero: Fístula ruminal, solución a los problemas digestivos de los bovinos)
Ricardo Arenas Ovalle, médico veterinario y Profesional Ganadero Amigo, señaló que otra alternativa natural pueden ser las plantas que reducen los gases así como otros más tradicionales.
«El aceite mineral sirve a efectos de que pueda evacuar los gases por vía rectal. También se puede dar el bicarbonato, que es natural», sostuvo.
Por su parte, Cristina Alarcón, veterinaria en la zona del valle de Ubaté, contó que los productores recurren al suministro de aceite o melaza. No obstante, esta última se empieza a fermentar cuando el estómago está quieto y genera más gases. También utilizan la sábila.
«Una hoja de sábila se pela y el cristal se licúa en 2 litros de agua para dárselo al animal. Esto funciona muy bien porque empieza a mover la panza», sostuvo.
Otras sustancias que se pueden suministrar son naranja agria, el zumo de limón, la misma leche, el ácido acético o vinagre, que ha demostrado ser muy efectivo aunque no se conoce muy bien su mecanismo de acción.
Algunos ganaderos dan aceite de motor, ACPM o trementina, pero estos productos se desaconsejan porque pueden impregnar de olor y sabor a la carne y a la leche.
Si el tamaño de la panza no se reduce y el animal no eructa, es probable que sea un padecimiento crónico y el animal tenga que ser operado. Sin embargo, como afirmó Gómez, el estímulo a los eructos será suficiente en casi todos los casos.
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