“La ganadería regenerativa es rentable y aumenta el capital biológico”: Borrelli

Pablo Borrelli, gerente general de la red Ovis 21, un proyecto de larga trayectoria en La Patagonia, sostiene que su apuesta consiste en alcanzar índices de alta producción y bajo nivel de insumos que parecían imposibles para el enfoque ganadero convencional.

La ganadería regenerativa sigue cautivando más productores en América Latina. En Argentina, la red Ovis 21, una empresa nacida en La Patagonia, busca promover la regeneración de tierras a gran escala a través de la ganadería. (Lea: ¿Sabe de qué se trata el concepto de ganadería regenerativa?)

Su apuesta, a través de conocimiento, ha logrado consolidar una red de productores, técnicos y profesionales que buscan aprender y mejorar continuamente el manejo regenerativo.

Proponen un modelo productivo que cuida y regenera el medio ambiente, desarrolla a las personas que dependen de él y a su vez brinda herramientas y oportunidades para mejorar la rentabilidad del negocio ganadero.

Pablo Borrelli, gerente de la red Ovis, asegura que, el interés por la ganadería regenerativa creció de forma exponencial a partir de la creación los nodos con los que ellos trabajan y que actualmente están repartidos a lo largo y ancho de Argentina. (Lea: Ganadería regenerativa vista desde 4 enfoques claves)

Para Borrelli, el manejo holístico del predio comienza con la definición de un contexto holístico, un documento que será utilizado para guiar la toma de decisiones. A partir de ahí el manejo del pastoreo se planifica dos veces por año, utilizando una guía y una planilla. La planificación con el productor apunta a que cada potrero reciba pastoreos y descansos adecuados. El nivel de intensidad o complejidad lo define el productor. No hay recetas.

“Las decisiones se toman en base a observación, con flexibilidad y sentido común. A su vez, los tiempos de pastoreo dependen de la zona, de las especies forrajeras presentes, del tipo de producción (difieren en cría, recría y tambo), del tiempo de recuperación buscado y del número de potreros. No se maneja por residuo, sino por tiempo de recuperación. En otras palabras, los tiempos de recuperación se ajustan en función de la tasa de crecimiento”, explicó.

Agregó que han estado trabajando y haciendo fuerza para que el mensaje llegue a más productores, a propósito de la saturación del modelo internacional, y muchos planteos que ya no son tan rentables. Otros aspectos relevantes son la planificación financiera y la de la tierra (o infraestructura) con un plan de monitoreo que permita adaptarse a cambios o errores en el proceso. (Lea: La ganadería regenerativa, una necesidad mundial)

Considera que es clave la participación, capacitación y desarrollo del personal es esencial para lograr un manejo regenerativo: no puede hacerse sin personas capacitadas y comprometidas.

“Asimismo, hay que resaltar que la transición de un campo ganadero tradicional a uno regenerativo se basa en cambios en la mentalidad y la toma de decisiones y los resultados productivos, en la primera temporada, permiten aumentar forraje entre un 30 y 40 % con costos mínimos”, agregó.

Por eso justificó su trabajo en que cuando un predio se está regenerando aumenta o mantiene la cobertura del suelo; incrementa la infiltración del agua de lluvia; enriquece la biodiversidad del suelo, vegetación y fauna; aumenta la productividad primaria (fotosíntesis y biomasa), con el consecuente impacto en la producción y aumenta el contenido de carbono en el suelo. (Blog: La ganadería regenerativa se abre paso en el mundo)