Más de 5,3 millones de bovinos y bufalinos alcanza el II Ciclo de Vacunación contra aftosa, en su segunda semana
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Por CONtexto ganadero - 22 de Diciembre 2023
La ganadería colombiana aumentará su producción, duplicará su hato, subirá en el ranking global y tendrá un buen impacto en precios ganaderos.
Con la apertura del mercado de China, la historia de la ganadería colombiana comenzó a cambiar. De hecho, en 2024 por mal que nos vaya le estaremos vendiendo 30.000 toneladas de carne. ¿Y eso qué impacto tiene? Pues que el país estaría recibiendo USD 180 millones para su balanza comercial que en últimas es ampliamente beneficioso.
Así lo manifestó José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, en el marco de una entrevista (Inside) con el diario La República y en momentos en los que celebra seis décadas de actividades y 3 décadas como administrador del Fondo Nacional del Ganado.
Lafaurie Rivera fue enfático en afirmar que vienen pasos de gigante en este sector de la economía nacional con el mercado de China que es un sueño de hace más de una década que se hizo realidad, y dicho comercio se traducirá en mejores precios ganaderos lo cual generará que las zonas que se dedican actualmente a la producción de leche van a modificarse y pasarán a producir terneros.
China tiene 600 millones de habitantes que conforman su clase media, un indicador mucho más grande que en Europa y que en Estados Unidos y, adicionalmente, es un segmento de la población que apenas comienza a consumir carne de res a razón de 4 kilos por persona al año.
El gigante asiático también produce ganadería bovina y tiene un hato conformado por 90 millones de cabezas, no obstante, su producción no cubre las necesidades de consumo de carne.
Dicho país tiene una población extremadamente grande y el día que lleguen a los 10 kilos no habrá carne en el mundo para poder atender ese mercado.
Adicionalmente cuando Colombia obtenga la sostenibilidad sanitaria del mercado de Estados Unidos -luego de un TLC de hace 16 años- veremos un mejor precio para los ganaderos colombianos y eso sucede por una sencilla razón, resultará más barato llevar carne de la costa caribe a New York que de Amarilo – Texas a New York.
Destacó que cuando Colombia abrió los mercados con los países del Medio Oriente la consecuencia fue que se duplicaron los precios del ganado de $4500 a $9500 el kilo en pie, otro será el mejor futuro cuando comiencen las exportaciones a China y se abra Estados Unidos.
“En los últimos 19 años el hato bovino de Colombia ha aumentado en 12 millones de cabezas al pasar de 18 a 30 millones entre 2004 y 2023”, informó José Félix Lafaurie Rivera, en la entrevista del diario La República.
Pero este resultado obedece a una historia de dificultades y aciertos en la historia de la ganadería. “Entre los años 60 y 70 la actividad iba pari passu con la población, esto es, existía una vaca por cada habitante. Esto era de vital magnitud e importancia para la economía. De hecho las potencias como Brasil tiene 200 millones de habitantes y asimismo, 200 millones de bovinos, igual sucede en Uruguay con 3 bovinos por cada uno de sus habitantes, lo mismo en Argentina que la relación es 1 a 1”.
¿Qué sucedió? Que en las décadas de los 80 y 90 la actividad sufrió un fuerte impacto porque estuvo a merced de todas las violencias e incluso en medio del fuego cruzado entre las guerrillas de las Farc, el ELN y los paramilitares y la consecuencia fue el desestimuló a la actividad ganadera y no hubo inversión en este importante renglón productivo.
“Cuando llegué a Fedegán, en 2004, estaba comenzando a tener buen impacto la política de seguridad democrática del gobierno de Álvaro Uribe. No se puede producir en el campo sin seguridad porque el más vulnerable de todos los actores económicos es el ganadero”, destacó.
Dijo que Colombia es un país con tradición ganadera y que esta actividad se lleva a cabo en todos los rincones del país, es decir, a lo largo y ancho del territorio nacional.
Era desgarrador ver regiones donde no había presencia del Estado, ni bienes públicos, vías, ni escuelas, ni siquiera puestos de salud y por consiguiente no hay policía ni seguridad. “En esas condiciones, hacer ganadería resultaba muy complejo”, expresó.
Desde entonces surgió nueva ganadería con productores que comenzaron a usar tecnologías, mejorar pastos y utilizar razas más productivas y, en consecuencia, actualmente tiene 30 millones de cabezas. “Hemos avanzado notoriamente en los últimos 20 años”.
Incluso desde el 2020 hasta el 2023 logramos restablecer la dinámica exportadora. “Durante el gobierno de Álvaro Uribe, la actividad creció y para el 2012 teníamos un inventario de 23 millones de cabezas”.
Ello en razón a que nos lanzamos a conquistar otros mercados porque sabíamos que los TLC con los mercados de buenos precios como son Estados Unidos y Europa se iban a demorar bastante tiempo en hacerse efectivos, e incursionamos en el Medio Oriente.
En dicho proceso surgieron dificultades en el gobierno de Juan Manuel Santos por las negociaciones con las Farc y quedaron congelados los citados procesos.
“Este gobierno con el Ministerio de Agricultura que estaba en cabeza de Aurelio Iragorri, terminó por desmantelar los instrumentos que habíamos construido en la ganadería como son las guías de movilización, trazabilidad, vacunación contra fiebre aftosa y la administración de la parafiscalidad en el Fondo Nacional del Ganado. Todo se acabó y la ganadería tuvo un impacto terrible que trajo consigo circunstancias negativas una de ellas la pérdida del estatus de libre de fiebre aftosa con vacunación”.
En el gobierno de Ivan Duque tuvimos que comenzar a crear todos esos instrumentos perdidos y hasta la fecha no hemos terminado porque falta resolver el tema de la trazabilidad.
Nos enorgullece decir que restablecimos mercados y en 2022 logramos exportar USD 504 millones, hecho que consideramos un hito que permitió tener un precio muy remunerativo al aumentar de $4500 a $9500 kilo en pie, esto equivale a algo más de USD 2,3 por kilo.
No obstante, ante esta coyuntura surgieron otros inconvenientes como la oposición sin fundamento técnico de sectores animalistas y, a la vez, la tasa de cambio, entre otros factores que hicieron mermar este dinamismo y en 2023 exportaremos un menor valor, además, el precio del ganado disminuyó a $8000, es decir, a USD 2.
El dirigente dejó claro que la exportación de animales en pie no es significativa y, por tanto, no tiene un impacto fuerte en el inventario del país.
En 2023 esperamos registrar operaciones de exportación de 300.000 bovinos, que no es mayor cosa frente a todo el sector. Si tenemos 3,8 millones de animales que se sacrifican al año y 300.000 que se exportan, resulta una tasa de extracción muy baja que no alcanza a ser del 14 % del hato.
“Dicha relación demuestra que no es cierto que la exportación de animales sea la causa del aumento del precio de la carne, como afirman de manera permanente en el país”, replicó.
Si miramos el mercado americano el de Estados Unidos este registra una tasa de extracción del 50 %.
Colombia debería tener una tasa de extracción del 20 por ciento, por supuesto eso implica mejorar natalidad y edad al sacrificio. Mientras Colombia sacrifica animales de 34 meses en Estados Unidos lo hacen de 17 meses.
Para el líder gremial Colombia continúa teniendo el problema de la especulación de precios. “Están afectando el precio final al comprador. Cuando un habitante en Brasil compra carne para la casa el 76 por ciento de cada $100 van para el ganadero y el resto, el 24 % va a la industria, por su parte en Colombia al ganadero no le llega sino el 57 % de ese valor, por tanto, hay un 43 % que se queda entre la industria y el comercio. Esto indica que existe un 18 % de física especulación”, advirtió el dirigente.
En otros términos, quiere decir que hay eslabones que se apropian de un mayor valor que no les corresponde porque no han hecho ningún aporte al proceso de producción de la carne lo que deja ver la distorsión en la cadena productiva y los informales son los que más ganan.
Bogotá consume cerca de un millón de bovinos y más del 40 por ciento del que entra a la capital es informal. La pregunta es ¿por qué ciertos actores se enriquecen con gran opacidad con los recursos fiscales y del consumidor final? ¿Qué hace en este tema la Secretaria de Salud y el Invima y una serie de actores que no están cumpliendo la Ley?
Las normas existen. Desde cuando expidieron el Decreto 1500 en adelante no se puede expender carne en Bogotá sino se tiene una guía de movilización que deje ver que es un producto apto para el consumo. Nada de eso opera y estos son los que encarecen la carne.
Por tanto, la afirmación que hace quien representa a los frigoríficos en el sentido que las exportaciones de ganado en pie es una actividad que influye en el precio de la carne, es totalmente equivocada.
Es un mal mensaje y, de hecho, ha impedido que haya plantas que respondan a las necesidades regionales e intrarregionales.
En el gobierno de Juan Manuel Santos, el ministro de agricultura, Juan Camilo Restrepo, fue el que generó el desorden al prorrogar la vigencia del Decreto 1500 y mire en lo que vamos. Ese decreto se emitió en el 2007 y han pasado 16 años y aun no entra en vigencia y continúan modificando las condiciones.
Por eso consideró que abrir las plantas de los municipios tiene muy poca importancia en el mercado. ¿Usted cree que un matadero municipal de autoconsumo que sacrifica 3 reses al día puede tener un médico veterinario que verifique la condición sanitaria animal que se va a sacrificar? ¿Usted cree que ese animal que se sacrifica, que después va al mercado local, tiene las condiciones de inocuidad a través de un inspector del Invima que lo certifica o llega al mercado local con el frío que se estableció como garantía mínima para su consumo?
Me parece que es un consumo tan pequeño pero que afecta a las principales ciudades. ¿Las autoridades están cumpliendo las normas en materia de sanidad e inocuidad? No las están cumpliendo.
Frente a la reforma agraria, Fedegán ha hecho un gran esfuerzo, incluso el gobierno lo considera así. Hay más de un millón ochocientas mil hectáreas para comprar de las cuales el proceso de viabilidad jurídica y económica ha terminado en más de 900.000 hectáreas. ¿Cuántas han comprado? Creo que a 31 de diciembre se debe hacer un balance. No tengo el dato. Hay quienes dicen que 40.000 hectáreas.
Eso no es un problema de Fedegán. Tierra hay y entiendo que recursos también. Entiendo que habrá más recursos en la vigencia de 2024. Es el gobierno el que tiene la palabra para poder cumplir el acuerdo con las Farc y para poder cumplir el acuerdo que firmó con Fedegán para poder tener una respuesta oportuna para las familias campesinas sin tierra o sin tierra insuficiente. El balón no está en la cancha de Fedegán.
La ganadería en Colombia está basada en pasturas y por consiguiente el impacto es mucho menor que el de otros sectores que dependen de productos importados o de encadenamiento de bienes primarios.
Situación diferente se observa en ganadería de leche que usa insumos y sí tiene un impacto por cuenta de la inflación.
Más que la inflación nos afecta el tema del fenómeno de El Niño y me permito enviarle un mensaje a los ganaderos en el sentido que deben hacer esfuerzos por mantener forrajes para la época seca que arrancó con un impacto fuerte y para los meses de febrero, marzo y abril será aún más dura.
El presidente de Fedegán resaltó que debido al tamaño del hato que es el volumen del inventario bovino de Colombia (30 millones de cabezas) el país es considerado una potencia mundial ganadera y de hecho ocupa la posición número 11 entre 195 países del mundo.
Destacó que para que un país pase de ser ganadero a una potencia mundial ganadera pasa mucho tiempo porque una vaca da una cría cada 9 meses y para preñarlas es una actividad complicada. Por eso mientras la demanda de carne aumenta porque hay países que se están volviendo consumidores como es el caso de Asia Pacífico, los inventarios no crecen al mismo ritmo, hay un descalce, en consecuencia, siempre habrá menos carne y más consumidores. De ahí la importancia que Colombia tenga una política más estable para el sector ganadero por ser un país tropical.
“Su seguimos haciendo las cosas bien, dentro de 20 años Colombia puede tener 60 millones de cabezas de ganado bovino y el hato número 8 del mundo con una oferta que puede estar sobre un millón de toneladas, es decir, tener una oferta similar a la que tuvo Australia. Colombia ya tiene un hato más grande que el de Australia lo que pasa es que este último país es más eficiente. Mientras en dicho país se sacrifican animales de 19 meses de edad, en Colombia se hace de 34 meses.
Y concluyó expresando que debido a la posición actual del hato bovino en el mundo, Colombia podría ser un jugador de primer nivel en los mercados internacionales.
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