Inseminación artificial vs toros, ¿cuál es mejor para su ganadería?

En la producción bovina, la mejora genética es una prioridad para aumentar la eficiencia y rentabilidad de los hatos. Los métodos de reproducción, ya sea mediante inseminación artificial (IA) o a través de la monta natural con toros comprados, presentan ventajas y desventajas que afectan tanto la genética del rebaño como la rentabilidad económica de la operación. (Lea en CONtexto ganadero: 5 innovaciones en inseminación artificial que los ganaderos deberían implementar)

La decisión entre usar inseminación artificial o adquirir totos para la monta natural depende del tamaño del rebaño y de los objetivos del productor.

De acuerdo con Mariana Flandes, ganadera licenciada en Creación y Desarrollo de Empresas con maestría en Negocios Agroalimentarios, explica que si el productor tiene menos de “50 vientres, lo recomendable es utilizar inseminación artificial y dejar algunas vacas para nanas y así realizar transferencia de embriones, de tal forma que eventualmente en el futuro se pueda tener sus propios sementales”.

Esto quiere decir que en lugar de invertir en uno o más toros de alto valor, los productores pueden acceder a genética de alta calidad mediante dosis de semen de toros con características deseadas, como alto rendimiento en leche o carne, resistencia a enfermedades y buena conformación corporal.

En ese orden de ideas, la profesional recomienda mantener un pequeño grupo de vacas para servir como ‘nanas’, es decir receptoras de embriones. Este sistema permite hacer transferencia de embriones, donde embriones de genética superior se implantan en vientres de bajo, maximizando así el potencial productivo sin la necesidad de comprar numerosos vientres de alta calidad.

Lo anterior significa que al prescindir de la manutención de toros, el productor reduce los costos asociados al cuidado, alimentación, y mantenimiento de estos animales, lo cual es relevante en hatos pequeños donde cada inversión tiene un mayor peso en el costo total de producción.

Según Flandes, “los toros son una inversión muy grande cuando se tiene un hato de 50 vientres disponibles para la reproducción. Ahora bien, si se tiene más de 50 animales, recomiendo que el productor haga una mezcla con buenos sementales para la monta natural y a parte se puede tener a las mejores vacas para la inseminación artificial”.

En hatos de mayor tamaño, la implementación exclusiva de IA puede ser complicada y costosa debido a la cantidad de dosis de semen y al manejo intensivo de los vientres. El uso de toros de alta calidad genética para la monta natural permite que, incluso en los servicios de respaldo, se mantenga un buen nivel de mejora genética. Además, la combinación proporciona mayor flexibilidad para adaptarse a condiciones cambiantes del mercado o la finca.

En palabras de Flandes, “las vacas que tal vez no tengan ciertas características deseas, pero que sean buenas madres, pueden servir para nanas y así realizar el proceso de transferencia de embriones para que así sirvan de base para futuros sementales”.

La elección adecuada entre inseminación artificial o monta natural con sementales permitirá al productos no solo maximizar sus rendimientos, sino también adaptarse a las demandas cambiantes del mercado y aprovechar al máximo los recursos disponibles, garantizando un sistema de producción rentable y sostenible. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca los factores que definen una monta eficaz con alto porcentaje de preñez)

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