Implemente el maíz quebrado en la alimentación de bovinos y sorpréndase con los resultados

En el portal Dellait Knowledge Center, se menciona que las vacas lecheras modernas, con su genética avanzada, presentan una demanda nutricional elevada, especialmente en términos de energía. Para satisfacer estas necesidades, las granjas de alto rendimiento suelen formular dietas en las que los concentrados constituyen al menos el 60% de la ración total. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cuándo sería adecuado suministrar el grano entero de maíz al ganado?)

Las variedades actuales de maíz han mejorado significativamente en comparación con las del pasado, presentando un incremento del 20% en el contenido de almidón, alcanzando aproximadamente un 74 – 75%.

El almidón del maíz se encuentra en el endospermo, encapsulado en gránulos dentro de una matriz proteica rica en prolamina. Esta estructura hidrofóbica protege al almidón de la degradación enzimática, lo que puede limitar su disponibilidad si no se procesa adecuadamente.

Carlos Pineda, emprendedor guatemalteco apasionado por la ganadería y sostenibilidad, expone en un video que “en los países desarrollados como Estados Unidos y Canadá usan el maíz hecho hojuela, que lo hidratan con vapor y lo pasan por unos rodillos. Lo intenté hacer en mi finca pero los rodillos usan demasiada energía, pero me puse a investigar y encontré una forma de hacerlo”.

De acuerdo con Pineda, para maximizar la disponibilidad del almidón, es esencial romper la matriz proteica que lo rodea. Uno de los métodos más efectivos para lograrlo es la reducción del tamaño de las partículas del grano, comúnmente conocido como maíz quebrado.

Este proceso físico aumenta la superficie del contacto del almidón con las enzimas digestivas, mejorando significativamente su digestibilidad y, por ende, la eficiencia de utilización por parte del ganado.

“El maíz quebrado húmedo consiste en mojar esta materia prima, para luego sacar y escurrirlo o colarlo para quitarle el exceso de humedad. Una vez se haga esto, se procede a quebrarlo en tres pedazos por medio del molino de martillo, en donde se le pone una criba para definir el tamaño del grano y tener finalmente el resultado esperado”.

De acuerdo a lo expresado por el portal Dellait Knowledge Center, las vacas lecheras alimentadas con dietas adecuadamente formuladas con maíz quebrado muestran mejoras en la producción de leche. El almidón altamente disponible proporciona la energía necesaria para sostener altos niveles de producción láctea.

Además, la mejor digestibilidad del almidón reduce el riesgo de acumulación de ácidos en el rumen, promoviendo una fermentación más estable y saludable.

Según Pineda, una vez se quiebre el maíz, “se debe proceder a reservarlo en bolsas de silo, tratando de que quede sin oxígeno para que anaeróbicamente se fermente y así no se arruina. Con esto estamos logrando que se acelere el proceso de fermentación del maíz, para así aprovechar el almidón para la alimentación de los bovinos”

Pineda concluye que este maíz quebrado húmedo genera que “en el rumen se produzca una biodigestión y el animal pueda convertir los almidones y los azucares en proteína, energía y grasa. Generalmente lo guardo por unos días y se lo doy al ganado, quien lo disfruta mucho y lo aprovecha, teniendo resultados de ganancia de peso de hasta media libra más diaria por animal”. (Lea en CONtexto ganadero: Los 5 métodos de procesamiento de granos para elaborar alimento bovino)

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