Más de 5,3 millones de bovinos y bufalinos alcanza el II Ciclo de Vacunación contra aftosa, en su segunda semana
PorCONtexto ganadero-18 de Noviembre 2024
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Por - 03 de Junio 2020
En un documento elaborado entre CIAT y Bioversity International, las entidades analizaron lo que dejaría la pandemia para el sector, los retos que se avecinan y las enseñanzas que el virus generaría en materia de producción pecuaria.
En un documento elaborado entre CIAT y Bioversity International, las entidades analizaron lo que dejaría la pandemia para el sector, los retos que se avecinan y las enseñanzas que el virus generaría en materia de producción pecuaria.
En un informe de documento de 36 páginas denominado ‘COVID-19 y el sector ganadero bovino en Colombia: Desarrollos actuales y potenciales, impactos y opciones de mitigación’, miembros del Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, en alianza con Bioversity International, analizaron la información y los datos existentes en donde evidencian que la crisis ocasionada por el COVID-19 está afectando al sector ganadero bovino y sus respectivas cadenas de valor; tanto a los actores directos como a aquellos que dan soporte y suministro, a los consumidores, las comunidades rurales y a los segmentos vulnerables de la población. (Lea: Las vacas siguen limpiando su nombre gracias a la COVID-19)
En general, los impactos son o serán negativos por lo cual se deben identificar e implementar medidas de mitigación adecuadas para garantizar la producción, el acceso y la seguridad de los alimentos a corto y largo plazo. Sin embargo, la actual crisis también ha generado desarrollos positivos que sostendrán el sector en el futuro. No hay duda que tanto los impactos negativos como los positivos darán forma y sentido al futuro de la actividad ganadera.
Por ejemplo, las percepciones y preferencias de los consumidores tendrán una mayor importancia, de manera que dichos cambios provocarán una transformación en la forma como operan las cadenas de valor (asumiendo una orientación hacia la búsqueda de seguridad alimentaria, la trazabilidad y la formalidad). La sostenibilidad y los productos sostenibles sin duda serán más importantes. No obstante, el hecho de poder destacarse en el mercado dependerá en gran medida de la recuperación del poder adquisitivo de los consumidores, algo que, en el periodo subsiguiente a la crisis se verá seriamente
afectado.
Proporcionar información a los consumidores acerca de la trazabilidad, la sostenibilidad, el bienestar animal, el origen de alimentos y los posibles riesgos de la producción hará que el proceso productivo sea importante en la consecución de las cuotas de mercado. La sustitución de la carne de res por fuentes de proteínas más baratas se mantendrá durante algún tiempo y el mercado interno sufrirá, pero esto abrirá posibilidades adicionales para las exportaciones. Colombia puede desarrollar nuevos mercados de exportación y obtener precios más altos si logra mantenerse libre de fiebre aftosa. (Lea: 5 cambios que ha generado la COVID-19 en ganadería)
La consolidación de las cadenas de valor puede generar beneficios para los productores de carne y leche si reciben el apoyo adecuado para la transformación; desde los sistemas de producción extensiva y con baja productividad hacia sistemas de producción más rentables, competitivos y sostenibles, siendo un ejemplo de estos el establecimiento de sistemas silvopastoriles (Enciso et al., 2019).
Ahora bien, en este punto es necesario incluir múltiples formas de desarrollar la asistencia; desde el suministro de información (extensión rural, asistencia técnica), de capital (como créditos para la intensificación sostenible), de insumos (p. ej., semillas forrajeras), hasta la creación de incentivos de mercado (p. ej., diferenciación de productos, pagos de calidad, pagos por servicios eco sistémicos).
El informe destaca la posibilidad de que surjan nuevas oportunidades de negocio para los productores y agricultores ganaderos, como la producción de semillas de leguminosas para una intensificación sostenible o la producción de heno y ensilaje, lo que contribuye a diversificar sus ingresos. Esta transformación del sector primario hará que el sistema alimentario sea más resistente, no solo en crisis como la actual pandemia del COVID-19 sino también para los efectos agravantes del cambio climático y la persistente desigualdad. (Lea: 10 enseñanzas que deja la COVID-19 en la ganadería)
Eso sin dejar a un lado los medios digitales, que han adquirido mayor importancia durante la crisis en todos los eslabones de las cadenas de valor, lo que ha significado la oportunidad para repensar futuras intervenciones de desarrollo; esto es, la compra de alimentos a través de aplicaciones, seminarios virtuales y eventos de desarrollo de capacidades, extensión digital o herramientas digitales para mejorar los predios son solo algunos ejemplos.
Lea todo el documento en este enlace.
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