Hormonas de crecimiento en bovinos: ¿mito o realidad?

En el canal de Youtube denominado Agrotendencias, se expone que existe un mito arraigado desde hace muchos años sobre la aplicación de hormonas en los animales de cría. Esta creencia se basa en un hecho ocurrido en la década de los años 50, cuando en Europa se aplicaba en varias especies un estrógeno llamado Dietilestilbestrol que permitía incrementar el desarrollo de los animales en menor tiempo.

En ese momento, esto llevó a la prohibición y retiro del fármaco del mercado, de tal forma que no se volviera usar como estrategia de engorde en los animales. Sin embargo, el mito del uso continúa hasta en la actualidad.

En el mundo de ahora, los animales de producción, en comparación con años anteriores, crecen con más rapidez y mayor tamaño muscular, siendo esta la razón por la que han crecido los interrogantes, pues naturalmente esto no debería ser posible. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cuál es la relación entre las hormonas y la nutrición bovina?)

Gerardo Mengs, inspector veterinario español, dice en el video de Agrotendencias que “sé que en el pasado se han usado hormonas y que a lo mejor aquí en España hace 30 años sí que se usaban hormonas, pero en la actualidad, el hecho que los animales crezcan tan rápido es debido a los planes de explotación de los mismos”.

El profesional se refiere a que actualmente, hay una selección de razas por parte de los productores, así como unas condiciones de cría muy estructuradas, lo que hace que los animales crecen a esa velocidad.

Cabe resaltar, que existen países en los que se está permitido el uso de estas hormonas para el crecimiento para los animales. (Lea en CONtexto ganadero: 3 cuidados a tener en cuenta cuando se usan hormonas en vacas)

José Miguel Mulet Salort, dice en este video que, “la utilización de hormonas para acelerar el crecimiento hace que la huella hídrica y la huella de carbono de un kilo de carne sea mucho menor porque el animal consume menos durante su ciclo vital”.

Todo esto, teniendo en cuenta que las hormonas viajan a través de la sangre hasta los órganos y tejidos con el objetivo de mejorar el peso, crecimiento y proporción de la carne. Teniendo en cuenta que, durante el crecimiento del animal, se le suministra una serie de sustancias químicas antes de ser sacrificados, que sirven para que los animales lleguen a la madurez hasta un 25% más rápido que de la forma natural.

Sin embargo, antes de llegar al consumidor, todos los animales pasan por un proceso de análisis que permite verificar la calidad y seguridad del alimento.

Mengs dice que esto es mediante “un programa de control de sustancias y residuos en general, que es un plan nacional de investigación en cada país, en el que se analizan un montón de muestras tanto en explotaciones como en los mataderos, principalmente se analiza en la carne, detectandose desde hormonas, antibióticos y otras sustancias contaminantes”.