Harina de Matarratón, alternativa de gran proteína

Las hojas y ramas verdes del matarratón son ricas en proteína cruda (25 % y 12 %, respectivamente), minerales (con excepción del fósforo y el cobre) y algunas vitaminas.   Según el Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria, CIPAV, existen investigaciones en los últimos 20 años, sobre los resultados positivos de esta alimentación en vacas doble propósito, terneros, búfalas, cabras, ovinos en crecimiento y ovejas reproductoras (Lea: Carta Fedegán 103).   Numerosas experiencias empresariales y campesinas respaldan las ventajas del uso del Matarratón como alimento de rumiantes mayores y menores. Las hay en países tropicales como Costa Rica, Colombia, Cuba, Filipinas, Hawai, Honduras, India, México, Nigeria, Sri Lanka y Venezuela. (Lea: Sea recursivo para alimentar a los semovientes en temporadas de verano)   De acuerdo con CIPAV, las hojas y ramas verdes del matarratón son ricas en proteína cruda (25 % y 12 %, respectivamente), minerales (con excepción del fósforo y el cobre) y algunas vitaminas.   Se transforman en harina (heno) en ecosistemas secos o subhúmedos en un periodo de 24 a 36 horas.   ¿Cómo se produce?   Según Jorge Luis Carreño Trigos y Miriam Meza de la Universidad Francisco de Paula Santander de Ocaña -Ciencias Agrarias -Nutrición Animal- en su investigación sobre harina de Matarratón, indican que para producir la harina se deben coger las hojas verdes y secarlas al sol. (Lea: Harina de Matarratón)   Agregan que se colocan en capas delgadas (nunca más de 5 centímetros) para que ocurra una mejor evaporación de agua. “Si se hace en capas gruesas hacen que el proceso de secado dure más de 2 días”, advierten.   Las hojas verdes se extienden en patios o en secadoras de café. En el caso de no contar con estos lugares, el plástico es lo ideal pues es más económico y permite cubrir fácilmente las hojas en caso de lluvia. Las hojas que se han secado bien, crujen al tacto y conservan el color verde.   Como las hojas secas de Matarraton son livianas y voluminosas, expertos recomienda prensar, moler o apisonar bien con un palo como de pilos, para reducir los costos de transporte. (Lea: ¿Sabe usted cuál es la alfalfa del trópico?)   Se puede suministrar pulverizada o mezclar con un 50 % de maíz molido, 2 % de cáscara de huevo, un 2 % de melaza, un 1 % de sal mineralizada y 5 % de agua tratada o leche.   “Los bovinos en ceba que consumen las hojas secas y molidas, logran una ganancia diaria de peso de hasta 1.000 gramos, con concentrado comercial la cifra no supera los 800 gramos”, replican.   Recomiendan que el consumo de hojas molidas no exceda el 20 % de la dieta diaria del animal.