Hermes Solano, el juez que revoluciona la genética ganadera en Colombia
PorMelanny Orozco-24 de Marzo 2025
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Por CONtexto ganadero - 04 de Febrero 2025
Los cuidados de la receptora en la fertilización in vitro en temas como el confort y la salud, son fundamentales para lograr mejores tasas de preñez.
Un buen resultado de la fertilización in vitro depende no solo de la selección de las células, sino que también influye el confort de la madre gestante.
Así lo señala una investigación realizada por el Grupo de Reproducción Animal y Salud de Hato, de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia de la Universidad Nacional de Colombia, liderado por el médico veterinario Jorge Zambrano, que revela nuevos factores de riesgo, como el estrés calórico de la vaca, que afectan las tasas de preñez de bovinos tras la fertilización in vitro.
Aunque esta técnica de reproducción animal asistida se utiliza cada vez más en las explotaciones ganaderas tanto para mejorar la genética de los rebaños como para obtener animales con mayor potencial de producción, y por tanto más rentabilidad, la tasa de éxito en el mundo es de aproximadamente un 25%, lo que representa una costosa y riesgosa inversión para pequeños e incluso medianos productores que no pueden entrar a competir.
El estudio del equipo de investigación se adelantó en más de 32 municipios de Cundinamarca, cubriendo diferentes pisos térmicos para estudiar la transferencia de unos 5.000 embriones con el objetivo de identificar los factores relacionados con la receptora que impactaban las tasas de preñez, y además ofrecerles a los campesinos acceso a estas tecnologías, según una nota publicada en el periódico de la Universidad Nacional. (Lea en CONtexto ganadero: La fertilización in vitro tiene un gran futuro en la ganadería colombiana)
El proceso de fertilización in vitro implica varios pasos. El primero es la aspiración folicular, mediante la cual se extraen los ovocitos de vacas donadoras de genética superior utilizando ecografía y puncionando los ovarios para extraer los folículos en los que se encuentran estas células germinales.
Una vez extraídos, los ovocitos se evalúan y se seleccionan según su calidad morfológica, con especial atención en la cantidad de células que los rodean, ya que este es un indicador de un mejor potencial de fertilización. Si se observa una corona completa alrededor de los óvulos significa que son de buena calidad y están listos para llevarlos al laboratorio para ser fertilizados con semen de toros seleccionados genéticamente.
En este proceso de fertilización se simulan en el laboratorio las condiciones del oviducto de la vaca, utilizando hormonas y medios de cultivo enriquecidos. Los embriones resultantes se cultivan durante 6 a 7 días hasta que alcanzan el estado de blastocito, o sea la etapa de desarrollo del embrión que ocurre en esos días de fecundación y es el momento óptimo para la transferencia.
Simultáneamente a la creación de los embriones en el laboratorio, las vacas receptoras deben estar sincronizadas endocrinológicamente, es decir que deben estar en el mismo ciclo reproductivo que las donadoras, de forma que el embrión pueda implantarse correctamente. (Lea en CONtexto ganadero: Causas de pérdidas gestacionales en vacas con embriones producidos in vitro)
Aunque en todo el mundo se estudian factores como la calidad del embrión y la sincronización hormonal, este proyecto de investigación fue pionero en analizar condiciones de salud y medioambientales que afectan directamente la implantación del embrión y el éxito de la gestación en las receptoras.
En condiciones de temperaturas extremas, los bovinos pueden experimentar cambios en su producción de leche y su capacidad para concebir. El control adecuado del entorno climático es crucial para mejorar las tasas de preñez, especialmente en regiones con grandes variaciones de temperatura.
Se determinó que cuando los animales se encuentran fuera de su zona de confort térmico, ya sea por temperaturas demasiado altas o bajas, las gestaciones pueden verse afectadas negativamente por lo que se recomienda realizar las transferencias de embriones en momentos del día en que la temperatura es más baja, evitando las horas de mayor radiación solar.
El estudio reveló que las temperaturas superiores a los 25oC aumentan significativamente el riesgo de pérdida embrionaria. En contraste, dentro de la zona termoneutral de 15 a 25oC se observó una mayor probabilidad de éxito en las gestaciones. Además, en el índice de temperatura-humedad, que se utiliza para medir un ambiente estresante para un bovino, se identificó que por debajo de 68 ya es un valor crítico para mantener el confort térmico y mejorar las tasas de preñez. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo mejorar la reproducción bovina in vitro)
El estudio también estableció que factores como el control de parásitos, el estado nutricional, las condiciones sanitarias y la presencia de enfermedades infecciosas impiden un resultado exitoso de la fertilización in vitro.
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