Experto revela detalles de las ganaderías de Brasil y México

Juan Diego Páez, médico veterinario y zootecnista, compartió en su cuenta de Instagram, @sinergia_ga, reflexiones clave sobre su experiencia en la gestión de ganaderías de gran escala en países como Brasil, Bolivia y México. Durante su trayectoria, Páez adquirió una nueva perspectiva sobre el manejo reproductivo y operativo del ganado, transformando su enfoque hacia la eficiencia y resultados concretos.

El enfoque en los chequeos reproductivos

“Dos cosas cambiaron la perspectiva que yo tenía de los chequeos reproductivos cuando fui gerente de ganaderías con más de 13.000 vacas entre Bolivia y Brasil”, señaló Páez al reflexionar sobre su experiencia.

La primera observación fue la ausencia de detalles específicos sobre los ovarios en los chequeos reproductivos. Según explicó: “Ningún detalle va a cambiar el resultado de la acción a seguir. Es decir, cuando chequean una vaca y tiene un cuerpo lúteo, está en estro o en cualquier otro hallazgo, el resultado siempre es implantar un dispositivo intravaginal para reactivar esa vaca y preñarla.” Esto llevó a un enfoque más simplificado, centrado en lo esencial: determinar si la vaca está vacía o preñada y proceder con la acción necesaria.

Vitaminas y tasas de preñez

Otro punto que sorprendió a Páez fue la falta de uso de vitaminas como fósforo en las ganaderías que gestionó. “En ninguna de las ganaderías en las que yo estuve o gerencié, se aplicaban vitaminas tipo fósforo para mejorar las tasas de reproducción”, indicó. A pesar de que se esperaba que estos suplementos pudieran marcar una diferencia, los ensayos realizados no mostraron resultados significativos. “En algunos ensayos que intenté y traté de hacer, nunca obtuve ninguna diferencia estadística en las tasas de preñez usando o dejando de usar estos vitamínicos.”

Estas ganaderías, a pesar de no usar suplementos de fósforo, lograban tasas de preñez superiores al 82%, especialmente en sistemas con estaciones de monta bien organizadas.

La eficiencia operativa

El aprendizaje más importante, según Páez, fue la importancia de agilizar los procesos de reproducción. “Me di cuenta de que cuando los chequeos se enfocaban en lo que realmente importa, es decir, determinar si la vaca está vacía o preñada, implantar y avanzar, se lograba inseminar más de 1.300 vacas en un solo día.” Este nivel de eficiencia fue posible gracias a un enfoque altamente organizado, logrando un promedio impresionante de 25 segundos por vaca inseminada.