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PorAngie Barbosa-24 de Febrero 2025
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Por CONtexto ganadero - 14 de Enero 2025
Recorrer la finca es una práctica fundamental para el manejo ganadero, pero su propósito va mucho más allá de simplemente contar ganado. A continuación, conocerá las razones detrás de esta rutina, y aprenderá cómo puede convertirse en una herramienta clave para gestionar eficientemente su finca.
El manejo adecuado de una finca ganadera requiere una visión integral y estratégica. Una de las prácticas más comunes, pero a menudo mal entendidas, es la de recorrer la finca y revisar el ganado. (Lea en CONtexto ganadero: Por qué rentar fincas es la mejor decisión para los ganaderos jóvenes)
Aunque muchos creen que el objetivo principal de esta actividad es llevar un inventario del ganado, Juan Diego Páez, médico veterinario y zootecnista, afirma que este no debería ser el enfoque principal. “Realmente, esto no debería ser el factor principal”, señala. Entonces, ¿para qué sirve realmente dar una vuelta por la finca?
Páez subraya que, aunque los inventarios son importantes, estos se realizan en momentos específicos, como en los controles de peso, al llevar el ganado al corral o en revisiones esporádicas en el potrero. El verdadero propósito de recorrer la finca radica en la observación estratégica y en el uso del “ojo gerencial” para evaluar aspectos fundamentales del sistema productivo.
Entre las prioridades está la revisión de los pastos, que son la base de la alimentación del ganado. Durante la vuelta, se evalúa su condición, determinando si las rotaciones están soportando la carga animal asignada. También se identifican problemas como la presencia de malezas, que pueden afectar la calidad del pasto y el rendimiento del sistema.
Otro aspecto crucial es la revisión del estado de las cercas y los saladeros. “Observamos si las cercas están en buenas condiciones o no, si los saladeros tienen sal, si el producto que tienen es el correcto y si el consumo está siendo el adecuado.” Estas observaciones aseguran que las necesidades básicas del ganado estén cubiertas, previniendo problemas que puedan comprometer su salud y bienestar.
La vuelta por la finca también incluye la supervisión de trabajos de mantenimiento, como la fumigación de pastos, así como el estado de las máquinas y vías internas. Páez resalta la importancia de garantizar que las infraestructuras, como corrales y casas, estén en condiciones óptimas. Este tipo de supervisión permite identificar áreas de mejora y tomar medidas proactivas antes de que surjan problemas mayores.
Un aspecto clave que Páez enfatiza es la importancia de que la vuelta a la finca genere valor. Esto significa que no debe limitarse a un ejercicio rutinario, sino convertirse en una herramienta para mejorar los indicadores de la finca. “Aprendan que el tiempo gerencial es muy valioso y debe estar enfocado en tomar decisiones que permitan mejorar los parámetros e indicadores de las ganaderías, no sólo en contar ganado.”
De este modo, la vuelta se transforma en una oportunidad para identificar debilidades, evaluar el cumplimiento de metas y planificar estrategias que optimicen el rendimiento general de la finca.
Cuando esta práctica se realiza con un enfoque estratégico, se convierte en una herramienta para tomar decisiones informadas que impulsen la productividad y la sostenibilidad del sistema. Como señala Páez, el tiempo gerencial es un recurso valioso que debe emplearse para generar valor y mejorar los indicadores de la finca.
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