Es importante que lea esto: 12 tendencias que marcarán el futuro de la ganadería sostenible

El concepto que está cambiando el mundo es el crecimiento rentable sostenible, que es lo que hoy día buscan las empresas

Así lo expuso Francisco Rodríguez, experto en robótica en Delaval, una de las principales compañías en maquinaria láctea y agrícola en el mundo, durante su conferencia en la pasada feria de Expoagrofuturo. El profesional se refirió a 12 tendencias que marcarán el futuro de la ganadería sostenible.

La primera tendencia son las personas porque son el comienzo y el final de todas las actividades de una empresa y se deben ver desde tres puntos de vista, el primero es la mano de obra; el segundo el productor; y el tercero el consumidor. (Lea: Inconvenientes a la hora de contratar empleados en el agro) 

Desde el punto de vista de la mano de obra, la situación del sector agrícola alrededor del mundo es muy similar. Hoy en los países desarrollados como Estados Unidos o Canadá la producción se hace con el 1,5 % del total de la mano de obra disponible.

En otros países con menor desarrollo como Guatemala o México esas cifras son del 35 % y 15 %, respectivamente, lo cual significa que en la medida en que los países tienen un mayor desarrollo económico se tiene un mayor desplazamiento de la población hacia las ciudades y habrá menor cantidad de productores en el campo.

En cuanto al productor se observa que la edad promedio varía según el tipo de país pero está por encima de 50 años y lo importante es mirar qué tanto se está motivando a los niños y jóvenes para que sigan el trabajo en el campo. En ese sentido la cuestión es si se habla con ellos el lenguaje de la tecnología que es lo que les importa y qué tanto las fincas hoy día están tecnificadas porque eso es lo que los puede motivar a continuar allí, señaló.

Por su parte el consumidor exige unos productos más cercanos y que se relacionen mejor con su calidad de vida pero están desinformados porque muchas veces eso es lo que hacen las redes sociales. Por eso cobra tanta importancia la producción sostenible. (Lea: La trazabilidad será fundamental en el consumo postcovid)

La primera tendencia que se marca en el mundo está llamada a transformar la producción de leche por medio del ordeño robotizado. Hoy más de 3 millones de vacas se ordeñan con robot, hay más de 25.000 ganaderías robotizadas, más de 50.000 robots ordeñando vacas y se hacen 8 millones de ordeño por día. El proyecto robótico más grande está en Chile con 72 robots ordeñando 4.500 vacas con un promedio de 47 kilos por vaca por día y una eficiencia de producción de 80 vacas por cada empleado.

Ya también se tiene el primer sistema robotizado de ordeño en pastoreo y está cerca de Cogua, en Colombia, donde se ve cómo hay una adopción de la tecnología y próximamente también en nuestro país se estará instalando un sistema de ocho robots en pastoreo que llevarán a Colombia y a la implementación de esta tecnología a otro nivel.

La segunda tendencia de la lechería hacia el futuro es la de los sensores, el futuro se llama manejo por excepción. Es decir, cuando se entra un grupo de 200 vacas en lugar de evaluar una por una para saber cuál está bien y cuál no lo que se hace es poner sensores en su cuello para diferentes usos y permite trabajar animales a escala haciendo un filtro sobre los que requieren la atención del personal. (Lea: 5 sensores que monitorean el comportamiento de las vacas)

El siguiente paso son los biomodelos con los cuales se logra anticiparse al futuro. Como se captura información de la vaca, se procesa en tiempo real, se une a la que se tiene en la base de datos y puede anticiparse a la toma de decisiones.

La tendencia número tres es el big data que es una consecuencia del anterior y en lechería lo más importante es que esto lleva a una planeación por escenarios.

La número 4 son los hidropónicos donde con robots de producción de forraje hidropónico se logra producir la misma cantidad de alimento que en agricultura convencional con tan solo una utilización del 8 % del agua que se necesitaría en uno tradicional.

La número 5 tiene que ver con la industrialización del estiércol. Hoy día hay lugares en el mundo donde vale más el estiércol que la leche. Por ejemplo en Estados Unidos hay una cooperativa de 15 productores que agrupa alrededor de 70 mil vacas de leche conectadas todas por un oleoducto donde todo el estiércol va a un solo biodigestor de donde pasa por un generador eléctrico y se saca electricidad para venderle a los pueblos y también se saca gas natural para mover la leche en tractomulas o para los carros. (Lea: Estiércol de ganado serviría para generar energía)

Todas estas tendencias llevan a una nueva forma de crecimiento en lechería que se llama crecimiento modular autosostenible que consiste en lecherías que no van a requerir tierra porque se tiene un robot de producción de alimento que es una bodega vertical con base en luz led y agua, así como un establo también robotizado donde se pueden ordeñar 800 vacas por día con dos empleados y 10 – 11 millones de litros al año.

Además se va a tener toda la transformación y la industrialización del estiércol y esos nutrientes vuelven al cultivo hidropónico. Todo esto se va a combinar con la producción y la agricultura tradicional.

La número 6 tiene que ver con la consolidación. A medida que este negocio se vuelve más profesional y hay más escala, los ganaderos que no quieren entrar en la onda de la profesionalización están saliendo del negocio.

Las vacas que se ordeñan en el mundo son las mismas pero cada vez hay menos productores. Las empresas que crecieron donde los ganaderos se profesionalizaron compraron las vacas de quienes han fracasado y se sigue produciendo la misma o más leche que antes. (Lea: Fedegán se une con la academia para formar profesionales)

Esto lleva a un cambio en el modelo de producción de lo convencional a crecer con pequeños módulos que son más autosostenibles y que se pueden instalar en cualquier lugar sin tener problemas de olores o de medio ambiente.

La número 7 se relaciona con la genómica con la cual se logra un mínimo intervalo generacional, mayor velocidad de mejoramiento lo que va a cambiar a futuro es que lo más importante no va ser el color de la vaca, la genética va a servir para cruzamientos y biotipos ideales, medidos genómicamente para las condiciones de producción de cada una de las fincas.

Lo que se busca son los valores genómicos de desempeño de los animales. Cada ganadería tiene un universo y un biotipo funcional ideal. Esta tendencia se llama escala personalizada.

La número 8 tiene que ver con la fertilización in vitro y la transferencia de embriones congelados que se convierten en el vehículo de los genes del futuro. Puede que más adelante sean los cruces de primera generación los que marquen la gran diferencia.

A futuro los ganaderos van a tener una pajilla de semen congelado pero también una pajilla con un embrión congelado y dependiendo del tipo de estrategia genética van a usar la una o la otra haciendo que cada finca pueda ser manejada como un universo genético independiente. (Lea: Aspectos a tener en cuenta al seleccionar una pajilla de toro)

La número 9 es la adición de genes que todavía es muy incipiente pero que sirve para tomar las características deseadas de cada gen según la raza y se obtiene todo en uno. Tener animales configurados para cada sistema de producción. Ya hay animales que tienen genes modificados.

La 10 es el auge de la lechería tropical especializada. Con el 70 % de la población total de animales se produce el 30 % de la comida del mundo y el reto es que el trópico se vuelve la despensa de leche y de comida del mundo. Convertir las vacas de 3 litros de leche por día con toda la tecnología actual en animales de 10 a 15 litros.

La 11 se basa en la premisa que los ganaderos son el filtro del mundo.

La 12: Cooperación, cooperativismo y coompetencia (aprender a trabajar en equipo entre competidores)

Una historia única, fuerte, soportada y bien contada desde la vaca hasta la mesa.