¿En qué consisten los otros índices de méritos para elegir pajillas?

El Mérito es una herramienta de selección introducida en 1994 para evaluar la heredabilidad del rendimiento en producción de leche. En una pasada entrega explicamos cuál es el Mérito Neto, mientras que en esta conocerá los otros indicadores.   De acuerdo con el médico veterinario Pedro Meléndez, al hablar de selección genética para elegir características heredables como porcentajes de grasa y proteína, se miran la correlación entre una o varias que pueden transmitirse a la cría.     Uno de los índices que evalúa la combinación de estas características es el Mérito Neto, introducido en Estados Unidos en 1994 y luego revisado en 2003 con rasgos evaluados por el Departamento de Agricultura, USDA. (Lea: Aprenda a identificar el Mérito Neto en el catálogo de pajillas)   Las características del MN son controladas por varios genes en común, por lo cual son relacionados genéticamente. Esta correlación es responsable de ubres más profundas o la inserción abierta de pezones frontales de mayor producción. Últimamente se han agregado componentes de fertilidad como tasa de concepción.   Ahora bien, el MN resulta de otros índices como el Mérito Fluido y Mérito de Queso, que aportan los catálogos internacionales. Estos permiten la selección de toros de razas lecheras, con los cuales el ganadero puede elegir el más adecuado para su explotación.   El mérito consideran los costos de producción, como también los ingresos asociados con el mejoramiento genético bajo las condiciones del índice y del mercado. (Lea: Aspectos a tener en cuenta al seleccionar una pajilla de toro)   En esa medida, el MN se diseñó para los productores que comercializan en mercados que pagan bonificaciones por proteína. El Fluido hace mayor énfasis en la producción de grasa y leche, y en el Mérito de Queso para los productores cuyo destino final son las plantas queseras.   Son valores ponderados expresados en dólares que toman en cuentan rasgos de producción y algunos que afectan la longevidad y la vida útil de la vaca. Así, se expresan como el ingreso neto en el tiempo de vida del animal (ingresos menos costos), que se espera para las hijas de un toro.   No obstante, el énfasis en proteína, grasa y leche ha ido disminuyendo con el tiempo. Por ejemplo, tenía una importancia relativa de 62% en el 2000, de 55% en 2003 y de 46% en 2006. (Lea: Los efectos de la consanguinidad en la productividad de los bovinos)   En la actualidad, la importancia de los rasgos de producción es del 43% (18% para proteína, 24% de grasa y -1% de leche), mientras que, como lo anotó Meléndez, “el valor marginal en producción adicional de leche ha disminuido relativo a los costos de mantener la salud y la fertilidad de las mismas vacas que producen leche en forma considerable”.   Por eso, los rasgos de salud ocupan un mayor porcentaje ahora (41%), con componentes como la vida productiva (13%), la habitabilidad de la vaca o la tasa de preñez de la hija (7%), habilidad de parto (5%), entre otros.   En cuanto al Mérito de Queso, la importancia de la producción aumenta a 52% (22% de proteína, 20% de grasa y 8% de leche), mientras que la salud se ubica en 37%. (Lea: Conozca los criterios para seleccionar a un bovino doble propósito)   Finalmente, Meléndez recordó que la leche, la proteína y la grasa están controlados por muchos de los mismos genes, así que si hace la selección que incrementa kilogramos de proteína y grasa, aumentará también la producción de leche.   Sin embargo, cabe recordar que si las condiciones de nutrición y de ambiente no son óptimas, estas características no se expresarán en su máximo potencial.