¿En qué consiste el concepto de sincronía entre nutrientes en ganado bovino?

Los autores Valeria Reinoso y Claudio Soto explicaron este concepto en el texto “Suplementación proteica en ganado de carne a pastoreo. Teoría y Práctica” para hablar sobre la sincronización entre la disponibilidad de nitrógeno y la energía que se fermenta en el rumen.

De acuerdo con los expertos, la sincronía entre nutrientes “se podría definir como el aporte de fuentes dietéticas de proteína y energía de manera que estas se encuentren disponibles en forma simultánea y en las proporciones adecuadas para los microorganismos del rumen”.

Para crecer y multiplicarse, estos microorganismos requieren en forma simultánea de fuentes de energía (carbohidratos) y de nitrógeno (proteína verdadera, NNP). (Lea: Estos son los requerimientos nutricionales en los bovinos de ceba) 

Según explicaron, este hecho llevó a la siguiente hipótesis: si la velocidad de liberación de nitrógeno igualara la de fermentación de los carbohidratos ocurriría un óptimo crecimiento y producción de proteína microbiana.

Esto condujo al desarrollo del concepto de sincronía entre nutrientes. Tradicionalmente se ha postulado que la sincronía entre el aporte de nitrógeno y energía para los microorganismos del rumen mejoraría la captura del nitrógeno.

Además, aumentaría el crecimiento y producción de proteína microbiana, lo que representaría un aumento en el aporte de nutrientes y, en consecuencia, un mejor rendimiento del rumiante. (Lea: ¿Por qué es necesario un balance energía/proteína en los bovinos?)

Sin embargo, otros estudios sobre el tema señalaron que la sincronía entre nutrientes no ha resultado en mejoras en la performance animal ni en la eficiencia de utilización de los nutrientes tanto en animales a pastoreo como en engorde a corral.

Durante los períodos de asincrónica entre el aporte de nitrógeno y energía, los rumiantes tienen la capacidad de reciclar nitrógeno desde la sangre y la saliva hacia el tracto gastrointestinal, por lo cual el nitrógeno reciclado amortiguaría los posibles efectos negativos de dicha asincrónica.

Varios estudios han demostrado que el aporte de energía o, más precisamente, de carbohidratos fermentables, tiene un mayor impacto que la sincronización entre energía y proteína de la dieta.

Esto debido a que el reciclaje de nitrógeno provee de una fuente de amoníaco para la síntesis de proteína microbiana cuando el aporte de proteína de la dieta es infrecuente o inadecuado. (Lea: ¿Cómo la deficiencia de nutrientes afecta la reproductividad bovina?)

De hecho, no hay efectos negativos de suplementar proteína de forma poco frecuente, pues el rumen recicla urea de la cual obtiene nitrógeno que usa para la síntesis de proteína microbiana en los días que no recibe suplemento.

Finalmente, dado que las bacterias son limitantes en su capacidad para almacenar carbohidratos y no existen mecanismos para que el animal recicle energía hacia el rumen, anotaron que la mejor estrategia consiste en un consistente aporte de energía.