‘En palabras claras, ¿para qué me sirve la genómica en mi finca?’

Esta es una pregunta que muchos ganaderos se hacen y que, con ayuda de una presentación de Humberto Guaquetá, médico veterinario PhD y especialista en reproducción bovina y salud, CONtexto intentará explicar en este artículo.

La genómica es un término muy utilizado en los últimos años debido a que se ha vuelto tendencia aplicarla para el mejoramiento del predio. CONtexto ganadero explica para qué sirve y sus aplicaciones en la finca.

Humberto Guaquetá, médico veterinario PhD y especialista en reproducción bovina y salud de hato, expone que esta herramienta es muy útil para el mejoramiento del predio, pero existen cuatro aspectos en los cuales su aplicación es más contundente y diciente. (Lea: ¿Por qué deberíamos hacer nuestra propia selección genómica en ganadería?)

Machos

“Vale la pena mencionarlo especialmente para las fincas que están dedicadas a la producción de animales de pie de cría, pedigrí, genética y mejoramiento. Entonces con una prueba genómica de un macho se pueden tomar tres decisiones”, menciona Guaquetá.

La primera de estas es el descarte, porque definitivamente está en el percentil inferior de la población. La otra opción es venderlo porque no es funcional y no cumple con las expectativas que se tenga en la finca, y la tercera es dejarlo como reproductor.

“En el caso del reproductor de la finca ya no lo voy a escoger por adjetivos, sino que además de eso le voy a hacer la prueba genómica y ya voy a tener una herramienta muy consistente para tomar la decisión al respecto de ese ternero”, explica Guaquetá.

Crianza de terneras

El profesional sostiene que la genómica tiene relación con el monto que se gasta el productor criando una ternera. Esto quiere decir, que “con el uso de la prueba genómica, hoy al nacer una ternera se puede tomar la muestra y en tres o cuatro semanas máximo que tengamos el resultado, se puede tener claro una decisión con respecto a ese animal”, describe Guaquetá. (Lea: Cómo han evolucionado y qué requieren las pruebas genómicas)

Esto significa que si tiene un percentil superior va a ser un animal con un futuro productivo en el predio, si está en el rango medio se evalúa qué hacer con la vaca y si es en el inferior se puede descartar y no invertir en un animal que no va a tener un futuro productivo adecuado.

Vacas donantes

“Me parece importante que empecemos a seleccionar nuestras donantes de embriones con algo más que un estandarte obtenido en una competencia. Hoy a esa vaca donadora se le puede hacer una prueba genómica y con esta obtener mucha información. Si usamos un chip de alta o media densidad e incluso de baja podemos tener una información consistente sobre el patrón de transmisibilidad de ese animal”, expresa Guaquetá.

Este patrón hace referencia a los valores genéticos que se pueden obtener con una herramienta que combina de una forma estructurada y muestra los rasgos de producción, conformación, salud, longevidad y económicos en una sola cifra, para así tomar decisiones acertadas con respecto al manejo del hato.

Apareamiento y decisiones de manejo del hato

“Ya podemos seleccionar las vacas del hato y mirar cuáles son las donantes de embriones, cuáles serían los animales de inseminar con semen sexado, cuáles con semen convencional. Además, si los animales están por debajo del promedio podríamos utilizar razas de carne y tener un ahorro adicional y finalmente permite tomar decisiones de descarte”, concluye Guaquetá. (Lea: ¿Sabe cómo se aplica la genómica en la ganadería?)