¿Elegir por musculatura es mejor que por ganancia de peso?

Si bien los productores pueden impulsar la producción a través del manejo de la fertilidad, no hay que descuidar caracteres como la musculatura. De hecho, esta característica podría ser más importante en la elección del ganado que la ganancia de peso diaria, como indicó un experto en ganadería.

El artículo del experto en genética australiano Alastair Rayner en Beef Central comenzó señalando que los objetivos de la selección genética deben estar firmemente anclados en los objetivos del hato relacionados con la productividad y la rentabilidad.

En toda la gama de características que los productores comerciales pueden considerar, en última instancia, todas las empresas se centran en la producción de carne. Sin duda, el mayor factor de la rentabilidad de la granja son los kilogramos de carne de res producidos por hectárea.

De acuerdo con la experiencia en Australia, hay diferencias de precio significativas que se ofrecen al ganado que posee varios niveles de musculatura, con base en datos recolectados en los últimos 25 años. (Lea: ¿Qué otras razas bovinas pueden desarrollar doble músculo?)

El rango de diferencias entre novillos del mismo peso y gordura ha sido notable. El autor aseguró que estas diferencias en el valor de los animales no son pequeñas. Y aunque ha habido alguna variación a lo largo del año, la tendencia a recompensar la musculación adicional ha sido constante.

Según el Departamento de Industrias Primarias (DPI), que hizo recolectó los datos, hay varias razones que sustentan esta tendencia, particularmente asociadas con un mayor rendimiento de carne. Más importante aún, este tema sigue vigente luego desde hace más de 25 años.

Incluir la musculatura en la selección genética tiene un beneficio directo para los productores. Como rasgo, la musculatura es altamente heredable. Los productores que buscan aumentar rendimiento ven los resultados de elegir este carácter sobre otros rasgos hereditarios más bajos.

Esto, a su vez, ofrece un rendimiento financiero más inmediato de la inversión realizada en la compra de toros que exhiben una puntuación muscular más alta. (Lea: La selección genética ya no debe apuntar a los animales de mayor rendimiento)

Es importante reconocer que como un rasgo de selección, los productores pueden mejorar la puntuación de la masa muscular del hato sin comprometer necesariamente otros rasgos de producción, como la fertilidad o los rasgos asociados con el consumo.

El proyecto del DPI demostró que la selección por musculatura no restringía la capacidad de los hatos de vacas de mayor musculatura para alcanzar niveles de producción a la par (o ligeramente mejores) que los hatos de vacas promedio o de baja musculatura.

Esta investigación puede ser aplicada por productores que buscan alcanzar objetivos alineados más estrechamente con los rasgos que han demostrado un impacto en la productividad y la rentabilidad. (Lea: Estos son los genes que están relacionados con la calidad de la carne)

Dado que el aumento de la puntuación muscular no tiene un impacto perjudicial en características como días de parto, los pesos al nacer o los kg de ternero destetado, la puntuación se puede incluir en una decisión de selección que se haya tomado en toros que cumplen con las expectativas genéticas de un productor.

En el punto de la evaluación física, asumiendo que los toros que han sido identificados como genéticamente aptos para un programa, deben ser considerados sobre la base de la estructura y el temperamento y luego por el grado de volumen muscular mostrado.

Idealmente, el toro de elección debería ser el que ofrece los niveles más altos de musculatura. El uso de toros con mayor musculatura junto con un enfoque en la selección del rebaño de novillas con mejor musculatura conducirá a cambios significativos en la manada.