El triángulo ruminal o cómo saber si la vaca ha consumido suficiente alimento

Para asegurarse de que la vaca ha quedado llena, varios expertos aconsejan analizar el triángulo ruminal, que se forma detrás de la última costilla, por debajo de la columna vertebral en el lado izquierdo del animal, donde está ubicado el rumen. Si se forma un hueco, es señal de alerta.

En el portal Reformation Acres, un sitio web de un granjero norteamericano llamado Quinn que resolvió dedicarse a la vida del campo para producir sus propios alimentos, el autor describe un método para saber cuándo la vaca ha comido lo suficiente.

Sin saber muy bien qué ración dar a sus animales, solo le recomendaron dar determinada cantidad de pasto o heno al día, pero pronto se dio cuenta que esto no era suficiente. (Lea: ¿Qué mecanismos determinan la eficiencia alimenticia en bovinos?)

El productor aseguró que si alguna vez ha pensado si su bovino está bien alimento, debe aprender dónde está el rumen y vigilarlo diariamente para asegurarse de que está lleno, que está ubicado en el flanco izquierdo del animal, justo donde está enmarcado en la imagen.

Para hacer el experimento, Quinn encerró a su animal sin alimento durante 12 horas en la noche. A la mañana siguiente, logró observar dónde estaba el rumen cuando vio el bolsillo de carne hundida en forma de triángulo que está dentro del círculo rojo.

Este hueco está localizado en el costado izquierdo del animal, pues el rumen ocupa casi el 100% de ese lado de la cavidad abdominal, justo cuando terminan las costillas, hacia la parte posterior. (Lea: Así se calcula la eficiencia alimenticia en vacas lecheras)

El portal Alltech lo denomina como el triángulo ruminal, que está debajo de la columna vertebral. Para saber si la vaca ha consumido suficiente materia seca, uno de los indicadores es mirar si hay hueco en este triángulo. Si permanece durante mucho tiempo, quiere decir que podría estar enferma.

Mientras tanto, la empresa Premier Ruminant ubicada en el Reino Unido recordó que el relleno de rumen es una medida crítica para vacas secas y frescas, y señalaron como “el triángulo del peligro” la hendidura que se forma cuando la ingesta no ha sido óptima.

Finalmente, Quinn reveló otros signos fáciles para comprobar si el rumen está sano y lleno, como el hecho de ver a las vacas mascar tranquilas o de escuchar sus entrañas al estar cerca de ellas. (Lea: Requerimientos de consumo de materia seca de los bovinos)

¡Ojo! Más allá de lo anecdótico, esta también es un indicador de cuidado: en su columna para el portal El Mercurio, el autor Mario H. Sirvén afirmó que “un hundimiento notable (de la zona) en una vaca en período de preparto está aumentado el riesgo de desplazamiento de abomaso”.