El árbol Chuque para sombra y madera

Es el árbol que florece en las tres cordilleras colombianas y se encuentra también en la Sierra Nevada de Santa Marta. Se utiliza en las unidades productivas dedicadas a la ganadería como sombra y cerca viva.   El árbol Chuque se encuentra en los Andes desde Bolívia hasta Colombia. Es una variedad arbórea de la Sierra Nevada de Santa Marta y es parte de los paisajes de las tres cordilleras del territorio nacional.   Se adapta a climas que se encuentran entre 1.700 y 3.500 metros sobre el nivel del mar, crece hasta los 15 metros de altura y su tronco tiene un diámetro de 40 centímetros.   Es un árbol que se usa en las ganaderías como protector de los pastos y demás plantas que se encuentran bajo su sombra, por lo tanto, se usa en las fincas como cerca viva y barrera rompe vientos.(Lea: Sierra Nevada de Santa Marta, refugio para el ganado en el verano)   Su nombre científico es Viburnum triphyllum, se conoce también con el nombre de garrocho. Además de servir de sombra para el verano igualmente es útil en el invierno. Su madera es solida, se usa para construcciones en las propias unidades productivas. (Lea: Chuque)   Se parece al Saúco   El Chuque pertenece, junto con el conocido saúco (Sambucus nigra), a la pequeña familia botánica de las adoxáceas. Esto puede no parecer evidente a primera vista, pues el saúco tiene un follaje bien claro, a veces incluso amarillento, y hojas compuestas, mientras que el chuque tiene un denso follaje oscuro y sus hojas son simples.   Sin embargo las flores revelan su parecido: tanto saúcos como chuques producen flores blancas de 5 pétalos organizadas en inflorescencias con forma de sombrilla.   En su periodo de floración, se cubre de flores blancas y adquiere un aspecto ornamental. Las flores atraen multitud de insectos, entre ellos abejas, moscas, mariposas y pequeñas polillas diurnas. (Lea: Corpoguajira lideró siembra de 50 mil árboles en el departamento)   Los frutos del chuque maduran en negro. Se ha dicho que no son comestibles para los seres humanos, pero en cambio, son muy apetecidos por aves silvestres, como mirlas cotingas y hasta pájaros carpinteros.   Dichas aves en sus excrementos dispersan sus semillas y se germinan en toda clase de ambientes, desde el interior de bosques hasta sitios con vegetación en regeneración y áreas completamente abiertas que tiene alta luz.