Efectos del estrés calórico en la reproducción bovina

La Organización Mundial de la salud (OMS, 2020), resalta su preocupación por el calentamiento global, debido a la liberación de gases de efecto invernadero y grandes cantidades de CO2.

​Las altas temperaturas extremas, aún más evidentes en el trópico, sobrepasan las zonas fisiológicas de confort de los bovinos, manejados en sistemas de pastoreo, generando en ellos estrés calórico, afectando la regulación homeotérmica (Góngora y Hernández, 2010), la homeostasis, y los procesos de termorregulación, generando alteraciones bioquímicas y fisiológicas (Sara, 2019). (Reportaje: ABC para minimizar el impacto del estrés calórico)

Fisiopatología del estrés calórico

Tratando de mantener la homeóstasis, para disipar del calor, el bovino redistribuye su flujo sanguíneo, priorizando al corazón y los músculos estriados, principalmente mediante sistemas de radiación, conducción y convección y en menor proporción, mediante transpiración, sudoración y jadeo, generando alcalosis respiratoria, por aumento de la tasa de respiración y reducción del CO2 en sangre (Araúz, et al., 2018).

La respuesta hormonal ante el estrés calórico implica la secreción por parte del hipotálamo, del factor Liberador de la Hormona Corticotropa (CRH), que genera en la adenohipófisis, la secreción de Hormona Adreno Corticotropina (ACTH), la cual a su vez estimula la liberación de Cortisol (Duval, 2010), por parte de las suprarrenales y adrenales, una de la hormonas más importantes del estrés, afectando la función reproductiva (Castaño et al., 2014).

Cómo afecta el estrés calórico la reproducción

De manera particular, la alteración neuroendocrina genera disminución de la secreción de GnRH hipotalámica y por ende, de FSH y LH adeno hipofisiarias (Lozano, et al., 2020), afectando la producción de esteroides gonadales (Castaño, et al., 2014). (Blog: Estrés calórico en bovinos)

En las hembras, debido a la afectación folicular, no se producen adecuados niveles de estradiol, ni pico de LH, ocasionando disminución de la libido, estros silenciosos, cuerpos lúteos (CL), deficientes en su conformación y liberación del progesterona lútea, afectando la implantación, y supervivencia embrionaria, especialmente en etapas tempranas, por ausencia de la síntesis de glutatión y la HSP70, proteína chaperona termoprotectora.

Vélez y Uribe (2010), evidenciaron que el aumento en la temperatura uterina, en solo 0.5°C, durante días calurosos, generó disminución de la tasa de fecundación, afectación de la habilidad materna, mayor presentación de distocias, bajo peso al nacimiento y disminución de la producción láctea. Otros estudios han evidenciado que reducen a la tercera parte su capacidad de concepción.

En los machos, el estrés calórico induce apoptosis y estrés oxidativo en las células de Sertoli, y daño en el ADN, generando un pobre desarrollo embrionario (Araúz, et al., 2018). De igual manera, el hipoandrogenismo genera degeneración testicular, alteración en la espermatogénesis, y calidad espermática. (Lea: Medidas para aliviar problemas de fertilidad por estrés calórico)

Mecanismos para mitigar las temperatura extremas

Diversas acciones de manejo, pueden ayudar a revertir los efectos deletéreos del estrés calórico en la reproducción: disponibilidad continua de agua, disminuir el movimiento del ganado, selección de razas termo tolerantes, formulación y suministro de dietas hipocalóricas, terapias hormonales, ventilación, enfriamiento y adecuación de áreas con sombrío, son algunas de las medidas que pueden mitigar esta afectación que ocasiona importantes pérdidas reproductivas y económicas.

La implementación de arreglos de especies vegetales, en Sistemas Silvopastoriles (SSP), se ha constituido en una importante estrategia, para atenuar las altas temperaturas, con ventajas como el incremento de la prestación de servicios ambientales mediante el uso sostenible de recursos naturales. Respetando la biodiversidad, y aumentado la retención de carbono positivo, ya que fija tres veces más carbono que los sistemas tradicionales (Uribe et al., 2011).

De igual manera, por la sombra que producen, favorecen el bienestar animal y contribuyen a reducir el estrés calórico de los bovinos, ya que bajo la copa de los árboles, según las especies y tipo de arreglo empleado, la temperatura disminuye entre 2 y 9 ° C respecto al medio ambiente. (Lea: Los efectos del estrés calórico en la fertilidad de vacas y toros)

Fuente: Diana Barajas Pardo – UCC.