¿Dónde se encuentran las vitaminas A, D y E para bovinos?

A pesar de la importancia de estas vitaminas, los bovinos no pueden sintetizarlas en cantidades suficientes por sí mismos y, por lo tanto, dependen de la dieta y la exposición a la luz solar para obtenerlas. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué la vitamina A es la más importante de todas para el ganado bovino?)

La vitamina A es fundamental para la visión, la reproducción, el crecimiento celular y la integridad de los tejidos epiteliales en los bovinos. Es un potente antioxidante que contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico, ayudando a prevenir enfermedades.

Allan Napoles, ingeniero agrónomo y zootecnista, explica que “la mayoría de las personas aplican vitaminas a los bovinos, pero no saben cuándo y bajo qué circunstancias hacerlo”.

La vitamina A no se encuentra directamente en los alimentos, sino que de acuerdo al profesional, “esta se encuentra en los pastos, en henos y en silos en forma de betacarotenos”, un precursor que se convierte en vitamina a en el hígado de los bovinos.

Las principales fuentes de betacaroteno para los bovinos incluye pastos verdes frescos, por lo que durante las temporadas de crecimiento, los bovinos que pastorean en estos campos verdes suelen obtener suficiente betacaroteno, que luego se convierte en vitamina A. De acuerdo con Napoles, “mientras más verde esté el pasto, tendrá una mayor concentración de betacaroteno, ya que se encuentra principalmente en hojas y, en menor medida, en los tallos”.

El experto asegura que el exceso de vitaminas se almacena mayormente en el hígado y en menor proporción, en el tejido adiposo, es decir la grasa.

La vitamina D es fundamental para la absorción y utilización del calcio y el fósforo, minerales esenciales para el desarrollo óseo y la producción de leche en bovinos. A diferencia de la vitamina A, la vitamina D puede ser sintetizada por los bovinos a través de la exposición a la luz solar.

Según Napoles, esta vitamina D también se puede obtener mediante el ofrecimiento de alguna planta henificada, pues aunque en menor medida, el heno que ha sido secado al sol contiene vitamina D y puede contribuir a la ingesta diaria de esta vitamina, especialmente durante los meses en que la exposición al sol es limitada.

La vitamina E es un antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres. Es vital para la función inmunológica, la salud muscular y la prevención de enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo.

A diferencia de las vitaminas A y D, la vitamina E no puede ser sintetizada por los bovinos y debe obtenerse enteramente de la dieta mediante la ingesta de pastos verdes frescos. La concentración de esta vitamina es particularmente alta en los pastos jóvenes y frescos.

En palabras de Napoles, “se encuentra en las partes verdes de las plantas, incluyendo henos de avena y de alfalfa”. En situaciones donde la dieta no proporciona suficiente vitamina E, los productores pueden optar por suplementos comerciales que garanticen que los animales reciban niveles adecuados. (Lea en CONtexto ganadero: Fósforo, selenio y vitaminas A, D y E ayudan a mejorar el desempeño productivo)

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