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Por Ricardo Arenas Ovalle - 05 de Septiembre 2024
En la crisis actual del sector lácteo hay mucha desinformación y distractores de la atención, que no podemos permitir. Somos una cadena y debemos estar más unidos. Para que haya unidad es fundamental que digamos la verdad pura y dura. Y para que haya progreso, productividad y competitividad, es importante que lo que digamos sea reflejo de lo que pensamos y lo que hagamos, de lo que pensamos y decimos.
Sin ánimo diferente a hacer claridad y llamar a la verdadera unión de cadena, me permito desmentir doce puntos que he escuchado en redes sociales y en cartas públicas, que no reflejan ni la realidad de manera exacta, ni mucho menos el actuar de quienes lo comentan, principalmente desde la valiosa y admirada industria nacional.
1- Las importaciones han descendido. Falso. De 2013 a 2023 las importaciones totales de LP y lactosuero han aumentado en 376%. Quizá en 2024 ha disminuido el ritmo de importaciones respecto al mismo periodo de 2023; pero aún falta medio año; ¡ya veremos!
2- Las importaciones de leche correspondan “apenas” a un 7% de la producción nacional. Falso. Para 2023 las importaciones correspondieron al 10,2% de la producción nacional y el 21,8% de la producción industrial o acopio formal. Es decir, equivalen a 37 días de producción de nuestros ganaderos campesinos y a 80 días de la industrialización de leche, casi DOS meses.
3- El Mercado regulado es retardatario vs. el libre mercado que es motor de desarrollo. Falso. El libre mercado y las teorías de oferta y demanda funcionan muy bien en mercados perfectos, donde los actores y las fuerzas de mercado se autorregulan. La leche, por su naturaleza es un mercado imperfecto, pues no solo es un producto altamente perecedero, sino que es un oligopsonio donde hay muy pocos compradores y muchos oferentes o productores de leche. En Colombia hay 370.000 familias que subsisten de la producción lechera y solo 10 empresas acopian más del 50% de la leche formal y las 50 empresas mas grandes compran el 83% de la leche. Aquí se evidencia la posición dominante y por consiguiente ese supuesto bajo porcentaje de leche importada SI afecta el mercado nacional de manera grave, al convertirse en una estrategia de presión y negociación de la leche nacional, pues la leche en polvo demora hasta uno y dos años en vencerse, mientras que la leche de nuestros campesinos si no la recogen en un par de horas esta ácida.
4- *Los altos inventarios de leche en polvo y UHT que no han podido vender en la industria, demuestra que la crisis es por cuenta del mercado nacional**.* ¡NO tanto! El inventario de LP y UHT al 31 de diciembre de 2023 cerró en 22.235 toneladas y en ese año se importaron 72.135 toneladas de leche en polvo, lactosueros y derivados lácteos. Entre enero y abril de 2024 van 29.360 toneladas —7.000 más que el inventario que señalan como altísimo—, así que la solución a esos altos inventarios habría sido simplemente no importar esos cuatro meses.
5- La Balanza comercial en leche es negativa, así que eso es una gran oportunidad para el país y los ganaderos. Si bien es cierto que la balanza comercial láctea es negativa, quienes exportan son los industrializadores y los que importan son las industrias. Allí entonces recae gran parte de la responsabilidad por punta y punta; para que aprovechemos esa oportunidad, que hoy suena más a desigualdad.
6- Colombia consume más de lo que produce y por eso importamos. Hoy NO es cierto, y si la importación se debiera a ello, no tendríamos crisis. El consumo aparente en 2023 decayó a 146 Lts/hab año, eso es para los 50 millones de habitantes, 7.300 millones de litros al año, y la producción de ese año fue de 7.097 millones de litros. O sea, escasamente producimos 203 millones de litros más de lo que consumimos y que no llegan a ser el 20% de lo importado. No necesitaríamos importar si el tema fuera de solo volúmenes, o al menos no tanto. Recordemos que en 2021 superamos los 7.800 millones de litros en producción.
7- El valor de la leche importada de USA es mucho menor que la leche comprada en las fincas colombianas. ¡FALSO! La cotización FOB de leche de USA, está en usd5.008.19 que con una tasa de cambio (TRM) de $4.023 y un rendimiento promedio de 8.500 litros por tonelada más costos de importación, transporte a planta y rehidratación, seria de aproximadamente $2.550 a $2.600 por litro. HOY el promedio de compra de la leche en finca CON bonificaciones en el canal formal es de $1.950. Claro entendamos que la primera es una lecha ya procesada y la segunda una leche cruda en la finca. Pero quizá entonces la competitividad y la productividad TAMBIEN debe mejorar en los procesos de recolección y procesamiento y no solo esperar que la producción primaria baje y baje y baje sus costos y por consiguiente sus precios de venta.
8- La producción de leche en el país es estacional y eso genera dificultades a la industria. ¡FALSO! Estacional en Europa, en USA en Nueva Zelanda, en Argentina y Uruguay que son países subtropicales y con estaciones. Allá si hay incluso meses del año con CERO producción de leche en gran cantidad de fincas. Colombia siendo un país tropical, así haya inviernos y veranos, tiene producción los 365 días de año y la oscilación nacional no llega a un 15%. Hay si, zonas del país como la costa atlántica que tiene una variación mayor y otras como la sabana de Bogotá y Antioquia en donde la variación es menor. Aquí el problema es de planeación y comunicación entre productores e industria y de falta de capacidad de procesamiento y almacenamiento. Prueba de ello fue que en el fenómeno del niño del año pasado donde la industria se atrincheró importando mucha leche en polvo porque el verano haría caer sustancialmente la leche nacional, no generó tal desabastecimiento. Quizá no fue tan grave o quizá —y me inclino más por esta segunda razón—, los ganaderos hemos aprendido a sortear mejor estos cambios en las precipitaciones.
9- La medida compensatoria para la que se inició la investigación desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo es cerrarnos las puertas al mundo y a la competencia comercial normal. NO comparto este análisis. Esta medida está contemplada en los acuerdos de libre comercio con USA y demostrará que en ese país hay subsidios a la producción de la leche que nos llega, haciendo la competencia inequitativa para los productores nacionales. El TLC establece también, que esta compensación no debe generar retaliaciones comerciales en otros sectores.
10- La leche UHT contiene lactosueros y conservantes. ¡FALSO! La Ultra pasteurización es un proceso térmico que NO incluye adición de ningún conservante. La inmensa mayoría de las marcas nacionales de leche UHT cuentan con estrictos controles de calidad que no permiten la adición de lactosueros. Los pocos casos de adulteración se han detectado y deben ser sancionados por la autoridad competente. Debemos, como consumidores, aprender a seleccionar nuestra leche y a dudar de aquellos productos que son tan de bajo costo que no habría lógica al compararlos con el resto del mercado. Hago un llamado a muchas organizaciones ganaderas a que cuidemos nuestro lenguaje verbal y gráfico, pues en el sano interés de apoyar al pequeño productor ganadero se incentiva el consumo de leche cruda y la informalidad, lo cual repercute en la salud pública y en el consumo final de leche, haciendo que estas campañas resulten más graves para el productor que lo que supuestamente buscan.
11- La leche NO es un alimento nutritivo para el ser humano y engorda. ¡FALSO! Múltiples estudios han demostrado que el aporte de aminoácidos esenciales, proteínas, minerales y vitaminas de la leche es fundamental en una sana nutrición para el desarrollo físico y mental del ser humano y se requiere en todas las etapas de nuestro desarrollo —los niños, los jóvenes, los atletas y las mujeres adultas requieren este alimento—. La leche es el único alimento que la FAO y la OMS han declarado como superalimento.
12- La ganadería, que produce leche y carne es la principal fuente de contaminación con gases efecto invernadero y es responsable del calentamiento global. ¡FALSO! La ganadería sostenible y a base de pasturas como la ganadería colombiana es, no solo baja en emisión de estos gases, sino que esta declarada como una de las 10 estrategias que los expertos a nivel mundial consideran efectivas para revertir el calentamiento global.
Por todo esto y por apoyar al campo y a los campesinos colombianos, no coma cuento, coma carne, no tome nota. Tome leche, y, si son productos 100% colombianos, ¡mucho mejor!
Ricardo Arenas Ovalle: Médico Veterinario, Especialista en Finanzas y Negocios Internacionales, Especialista en Gerencia de empresas agropecuarias, Consultor agroindustrial. Experto en producción y calidad de leche.
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